Derechos Humanos

14 diciembre, 2021

La Policía de Santa Fe golpeó y dejó en coma a un adolescente de 17 años

Agustín Alexis Altamirano ya despertó, pero permanece internado. Fue detenido sin motivo y cuatro horas después un patrullero lo dejó en el hospital. No hay información de que sucedió en el medio.

El sábado 4 de diciembre, alrededor de las 8 de la mañana, agentes de la comisaría 8° de la Unidad Regional I de Santa Fe detuvieron a Agustín Altamirano, de 17 años. A las 12.45 un patrullero lo dejó en el hospital José María Cullen en estado de coma. Según la propia fuerza de seguridad, no fue ingresado en ningún momento a la dependencia policial.

Durante una semana estuvo en ese estado y luego despertó. No obstante sigue internado e intubado. Su madre, Mónica Medrano, le dijo al diario Tiempo Argentino que “lo paraban siempre. Como hacen siempre con los chicos ahora. Y siempre le pegaban”. “Yo le decía que no les grite, que no les diga nada”, añadió.

Por su parte, una hermana de Agustín que no dio su nombre, dijo a El Ciudadano que fue testigo de la detención y aseguró que estaba en el piso mientras cuatro policías le pisaban la cabeza y se reían.

Desde el hospital se informó que el joven ingresó con un “status convulsivo” y estuvo “en respirador crítico”. “Ingresó a UTI por convulsiones y depresión del sensorio”, añadieron.

El día de la detención Mónica no estaba en la ciudad por lo que informó a la policía que su hermano, el tío de Agustín, iría a buscarlo a la comisaría. “Cuando mi hermano llega a la Octava le dicen que no me lo dan, que va a Juveniles. A la tarde mi hermano va a Juveniles para llevarle ropa y comida, frente a la cárcel de mujeres, donde están los jóvenes. Pero nos dicen que nunca llegó, que estaba en el hospital Cullen”, rememoró.

Familiares y amigos ahora se encuentran en el proceso de averiguar qué pasó en esas cuatro horas en las que Agustín estuvo detenido por agentes policiales pero de los que no hay registro institucional alguno. “Quiero saber dónde estuvo las cuatro horas antes de estar en el hospital”, enfatizó su madre y sostuvo que va a llegar “hasta las últimas consecuencias”.

El joven se encuentra bajo un régimen de libertad asistida y monitoreado por el área de Niñez porque anteriormente había estado detenido en dependencias juveniles por consumo de drogas. No obstante no hay explicaciones oficiales por la última detención y, sobre todo, por qué terminó en coma.

Hubo dos manifestaciones frente a la Comisaría 8° y se exigió que se revisen las cámaras de seguridad del lugar, pero hasta el momento no hubo respuestas satisfactorias. El caso se inscribe en una escalada de hechos de violencia policial e institucional contra la juventud siendo los casos más resonantes los de Lucas González en la Ciudad de Buenos Aires, Luciano Olivera en Miramar y Lautaro Rosé en Corrientes.

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