29 noviembre, 2021
Bolivia: histórica marcha en defensa de la democracia
Tras siete días de caminata, centrales obreras y colectivos de pueblos originarios y campesinos llegaron a La Paz para repudiar los intentos de desestabilización al gobierno de Luis Arce.

Desde nueve departamentos bolivianos, miles de personas recorrieron más de 200 kilómetros durante siete días con destino a La Paz en la bautizada “Marcha por la Patria”, con el objetivo de demostrar su apoyo al presidente Luis Arce ante los embates de la derecha y para exigir justicia por los crímenes cometidos durante el golpe de Estado de 2019.
La movilización, liderada por el expresidente Evo Morales, contó con la participación de la Central Obrera Boliviana y del Pacto de Unidad, integrado por entes como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, además de representantes de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias-Bartolina Sisa y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias. También estuvieron presentes el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu y la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, entre otras organizaciones.
La demostración de fuerza de las centrales obreras y los pueblos originarios se desató tras los intentos de paro y bloqueos organizados desde el departamento de Santa Cruz, gobernado por el opositor ultraderechista y aliado de la dictadura de Jeanine Áñez, Luis Camacho.
“Marchamos unidos para defender Bolivia, su democracia y su gobierno democrático. Somos un pueblo digno que nunca más permitirá atentados golpistas a la Patria”, indicó Morales, principal dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP). Y añadió: “Vamos a reventar La Paz con una vocación democrática, y con una convicción revolucionaria”.
El último sábado el presidente Arce también se sumó a la caravana: “Nuestra marcha es pacífica, pero firme, y va demostrarle a la derecha que el pueblo boliviano marcha para defender su voto. A la oligarquía solo le interesa la democracia cuando le es útil, pero la rechaza cuando beneficia a todas y todos”, expresó en sus redes sociales.
Los intentos de desestabilización
El pasado 8 de noviembre, en el primer aniversario de la vuelta de la democracia en Bolivia, la Confederación Nacional de Trabajadores Gremiales de Bolivia y otros comités cívicos que lideraron el golpe de Estado llamaron a un “paro indefinido” para pedir la derogación de la Ley sobre la estrategia nacional de lucha contra la legitimación de ganancias ilícitas y el financiamiento al terrorismo, una normativa aprobada hace meses.
Si bien la medida de fuerza actual obtuvo un bajo acatamiento, las patronales realizaron bloqueos dispersos en la ciudad de Potosí y en Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento de Santa Cruz. No obstante, desde el Gobierno de la Nación señalaron el oportunismo de realizar esta medida después de que haya sido aprobada la ley -cuya intención es actualizar la legislación contra los delitos financieros- y no cuando estaba en discusión, en agosto de este año.
“Esta es una llamada de atención a la derecha de que con el pueblo no se juega. Hay un voto que tiene que respetar”, advirtió Arce mientras participaba de la Marcha por la Patria en El Alto. “Hay gente que no quiere que avancemos, hay gente que quiere que nos estanquemos porque responde no solo a sus intereses personales de grupos, sino también a intereses internacionales”, añadió.
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