29 octubre, 2021
Cyber Monday: las estafas por internet en la era de la digitalización
Las noticias sobre estafas en internet parecen ser moneda corriente en estos tiempos. No solo han aumentado la cantidad de casos, sino que también las modalidades cada vez son más refinadas y los delincuentes han avanzado en su metodología de una manera que excede lo que hasta ahora se conocía.

Si bien las estafas y delitos informáticos a través de las TIC no son algo nuevo, lo cierto es que durante el 2020 aumentaron exponencialmente, llegando a crecer el 300%. Para julio de este año, el Ministerio Público Fiscal había recibido cerca de 10 mil denuncias relacionadas a delitos informáticos.
El confinamiento correspondiente al coronavirus fue un caldo de cultivo para este tipo de delitos, ya que las tareas diarias pasaron a ser remotas y virtuales, ampliando las posibilidades de ser víctima de estafas, especialmente por la sobreexposición de actividades a través de pantallas.
Existen muchos factores de riesgo que nos hacen vulnerables a este tipo de ataques. Sin embargo, el talón de Aquiles fue la forma vertiginosa y acelerada en la que se tuvo que pasar a la modalidad virtual. Muchos comercios, empresas, escuelas y hasta las mismas administraciones públicas tuvieron que pensar las tareas remotas sobre la marcha, y sin márgenes de prueba.
A este contexto, se suma el avance de la metodología utilizada por los delincuentes. No es casual que de forma paralela a este aumento de estafas cada vez más sofisticadas, recientemente se hayan filtrado datos sensibles de 60.000 ciudadanos de la base de datos del Registro Nacional de las Personas (ReNaPer). Este tipo de filtraciones y accesos no autorizados a Bases de Datos de organismos públicos, contribuye a que los delincuentes posean información certera y precisa sobre la víctima blanco de ataque.
Según estadísticas de la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen (AALCC), durante el 2020 ha habido un considerable incremento de fraude virtual, siendo herramientas de las mismas las llamadas telefónicas, mails falsos, perfiles de WhatsApp utilizado logos de entidades, y las ventas a través de redes sociales.
Dentro de las metodologías más utilizadas, la AALCC informa que del total de las denuncias reveladas, el phishing encabeza la lista con un 60%. Sin embargo, en los últimos tiempos han aumentado los casos de robo de identidad para la compra de productos y servicios a través de páginas web, y las tarjetas “mellizas”, y estafas en compras on line. Delitos que se agudizan a partir de la llegada de los famosos Cyber Monday o Black Friday.
Algo que hay que tener en cuenta es que el phishing es una técnica de engaño que busca ganar la confianza de la víctima para que les proporcione información privada y confidencial. Los hackers duplican sitios web para hacer creer al visitante que se encuentra en la página original, con el objetivo de adquirir información confidencial del usuario como contraseñas, tarjetas de crédito, datos financieros y/o bancarios, utilizando como señuelo el envío de mails masivos a casillas personales, ofreciendo productos, créditos u ofertas. Los más sofisticados suelen enviar correos similares a los bancarios, pidiendo que se restablezcan contraseñas, actualicen datos personales, alertando de transacciones sospechosas o supuestos problemas de seguridad de la cuenta.
Ante esta situación, las empresas, bancos y organismos públicos comenzaron a tomar medidas preventivas para alertar a los usuarios y consumidores de estas maniobras fraudulentas, que van desde material de difusión y concientización, hasta el cambio en la metodología de operación para pagos virtuales.
Muchas apps, como Mercado Pago, han tomado la iniciativa del cambio de metodología en el uso de las mismas, siguiendo las medidas que el BCRA anunció el pasado julio, la cual establece las nuevas condiciones que deben llevar adelante las billeteras virtuales: identificación y autenticación de los usuarios, y asociación de instrumentos de pago sólo cuando titular coincida con el titular de la billetera virtual.
En concordancia con esta medida, el BCRA aprobó el programa de Transferencias 3.0, una nueva normativa que empezará a regir a partir del 29 de noviembre y que impulsará los pagos digitales y promoviendo una mayor inclusión financiera en el país. Esta modernización del sistema de pagos permitirá expandir el alcance de las transferencias inmediatas, construyendo un ecosistema digital de pagos abiertos y universales que esté en condiciones de sustituir al efectivo con eficiencia y seguridad. Según explicó Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central, la interoperabilidad “hace que las transferencias sean más baratas y que la gente encuentre modos de pago más ágiles”.
Por supuesto, estas medidas no solo incentivan a la modernización del sistema bancario al avance de las nuevas tecnologías y necesidades de los usuarios informatizados, sino que también traen aparejadas la aplicación de protocolos de seguridad y rastreo de transacciones, favoreciendo la prevención de delitos informáticos y de estafas bancarias.
Luego de la implementación, y ya estando en marcha el programa de Transferencias 3.0, lo que habrá que esperar es la aceptación por parte de los usuarios, ya que actualmente 8 de cada 10 operaciones siguen realizándose en efectivo, algo que plantea un desafío en cuanto a la inclusión de sectores sociales afectados por la brecha digital en nuestro país, que también son las víctimas más frecuentes de estafas a través de las TIC.
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