Se retira el gran capitán

Sebastián Sesar

@sesar13

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Caballito, 1996. Al joven Luis le dan la camiseta que sobra, la 4 (en esos años, en el básquet FIBA solo se podían usar números entre el 4 y el 15). Por estos lados, el básquet se jugaba con 3 externos, un base, dos ayuda base y dos internos. La liga nacional tenía menos de 15 años, en NBA dominaban los Bulls de Jordan, pero ese básquet era inalcanzable. Solamente un puñado de extranjeros podían jugar ahí. 

Había un par de argentinos en Europa: Nicola y Sconochini. Unos meses después, el combinado nacional jugaría los Juegos Olímpicos de Atlanta después de 44 años de ausencia. El debut versus el Dream Team 2, derrota por 30 puntos. Argentina le gana a Lituania y Angola, pero cae derrotada ante China y queda afuera en la fase de grupos. 

Neuquén, 2001. Torneo clasificatorio al mundial de Indianápolis. La selección tenía varios jugadores en Europa, pero poca experiencia en selecciones mayores. Sin embargo, Argentina sale campeón de punta a punta. 10 jugados, 10 ganados. Primer título FIBA Americup. Meses antes del mundial de Indianápolis 2002, en un suplemento para un periódico todos se ilusionaban con estar entre los 8 mejores. Lo que pasó en el mundial es harto sabido. Argentina juega un torneo brillante, y da el primer gran golpe. Por primera vez un equipo FIBA le gana a un equipo conformado enteramente por jugadores NBA y a domicilio. Cuando vuelven al hotel, todas las selecciones que conviven ahí salen del cuarto a aplaudir. En la final contra Yugoslavia, por errores propios y un fallo arbitral, se escapa el oro. Años después, Scola diría que ese equipo no supo ganar.

Atenas, 2004. La coronación. Si bien el equipo no brillaba como en 2002, había aprendido a jugar los momentos decisivos. Otra victoria ante un dream team. Medalla de Oro. El capitán promedió 17.6 puntos por juego en sus primeros JJ.OO.

Beijing, 2008. Última medalla. Argentina hace un torneo espectacular, solo pierde en el debut contra Lituania y contra Estados Unidos en la semifinal. Gana el bronce en la revancha contra los lituanos. El 4 promedia 18.8 puntos. 

China, 2019. La generación dorada ya no está más. pero Scola ve potencial en los nuevos. Meses antes del mundial, le dice a el técnico Sergio Hernandez que cree que ese equipo podría llegar a la semifinal. Sin contar con figuras NBA, la selección llega invicta a la final, donde cae con España. Se cumple el pronóstico del capitán, que además queda en el quinteto ideal del torneo. Con 39 años, promedia 18 puntos.

El carrerón

Su debut fue en la primera de Ferro en la Liga Nacional de Básquet, en Febrero de 1996.  Jugó 2 temporadas más en Argentina, también en Ferro, y emigró a Europa, primero al Gijón y luego al Tau Cerámica (ahora Saski Baskonia), donde supo ganar varios títulos. Luego, jugó 10 temporadas en la NBA, cuyo recuerdo más importante son las primeras 5 en Houston Rockets, donde hacía dupla interna con el gigante Yao Ming. Luego, pasó por Phoenix Suns, Indiana Pacers, Toronto Raptors y Brooklyn Nets. Tuvo una experiencia de 3 años en China en Shanxi Zhongyu y Shanghai Sharks, y jugó sus últimas dos temporadas en Italia, primero en Olimpia Milano y luego en el Pallacanestro Varese.

Los números con la selección

5 mundiales, 5 Juegos Olímpicos, máximo goleador histórico de la selección, cuarto goleador histórico de los JJ.OO. (con medalla de oro y bronce), y segundo goleador histórico en mundiales, donde consiguió dos subcampeonatos. Con la selección ganó medalla de oro en el Campeonato FIBA Américas de 2001, medalla de oro en el FIBA Diamond Ball 2008, medalla de oro en el Campeonato FIBA Américas de 2011, medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2019.

Los intangibles

Dentro de las cuestiones que no aparecen en la estadística deportiva, Scola fue quien tomó la voz de mando en el conflicto con la CABB, cuando los jugadores tuvieron que intervenir para que una dirigencia corrupta que estaba vaciando el básquet nacional se corriera. 

Respecto a sus compañeros de equipo, son innumerables las anécdotas de los jugadores de la actual selección que aprendieron y compartieron los valores de la generación dorada. Por ejemplo, alojó a un joven Marcos Delia en su casa para hacer juntos una pretemporada en Estados Unidos. También fue el ejemplo de los más jóvenes, siendo el primero en llegar a entrenar una hora antes de que empiece, contado por Campazzo y Laprovitola, los líderes de esta nueva generación. 

El último ejemplo: pedir disculpas a una periodista por responderle a sus preguntas de mal semblante luego de una derrota, o responder a tapas de diarios deportivos que iban en contra de los valores olímpicos. 

25 años después de su debut, estamos acostumbrados a ver equipos de básquet jugando Juegos Olímpicos. Tenemos 15 jugadores argentinos que ya jugaron NBA. Incluso Florencia Chagas es la primera argentina seleccionada para un equipo WNBA.

A nivel juego, el 3-2 de los noventa pasó a un 4-1 (4 externos y 1 interno, estilo NBA). Hoy se juega caso 5-0, donde todos los jugadores ocupan todas las posiciones. Scola tuvo que cambiar de ser un deportista que sólo juega cerca del canasto, a ser ágil y mejorar sus porcentajes de tres puntos. Esto era impensado hasta hace pocos años. 

Su último partido oficial fue con la selección nacional en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en aquella derrota contra Australia donde, mientras salía de la cancha, lo aplaudían las pocas personas que había en el estadio, los jugadores argentinos, los australianos y hasta los árbitros.

La generación dorada fue más que un dream team. Fue el equipo que superó todos los sueños de quienes amamos el básquet y nacimos en estas tierras. El lunes se retiró el jugador más importante de la historia de esa selección, y todo lo que podamos decir es poco.