15 septiembre, 2021
Inflación: quinto mes de baja consecutiva
Según los datos del Indec, la inflación del mes de agosto fue del 2,5%, perforando el piso previsto por el gobierno del 3%. ¿Estamos en un período de salida de la crisis? Para resolver este interrogante, Notas dialogó con Martín Kalos, economista UBA y director de EPyCA Consultores.

El último martes, el Indec reveló que la inflación del mes de agosto fue del 2,5%, el resultado más bajo desde el mismo mes del año pasado. De esta forma, la inflación interanual alcanza el 51,4%, y un acumulado desde enero del 2021 del 32,3%. Un índice muy por encima de lo estipulado por el gobierno argentino, que esperaba una inflación cercana a los 30 puntos para este año.
Según el informe oficial, esta es la quinta caída de la inflación desde el pico del 4,8% del mes de marzo. En esta oportunidad, los alimentos registraron un aumento por debajo del promedio general, ubicándose con una inflación del 1,5%. Los rubros más afectados por esta subida fueron salud -por el aumento de las prepagas- con un 4,2%, indumentaria (3,4%), recreación y cultura (3,7%) y educación (4,2%), mientras que los productos regulados sólo registraron un aumento del 1,1% mensual, el menor incremento en doce meses.
Martín Kalos, economista UBA y director de EPyCA Consultores, explicó a Notas que existen una serie de variantes “ancla” que “tiran para abajo el promedio de la inflación”. Una de ellas es el dólar que, según el economista, “en este año electoral el gobierno está haciendo que suba, pero a un ritmo mucho menor al de la inflación”. Si bien este fenómeno se da tanto en el dólar oficial como en los paralelos, lo importante es lo que sucede con el primero, ya que “es el que define los precios de cualquier producto importado”, y en gran medida define las estructuras de los costos de las empresas.
En segundo lugar, aparecen como “variable ancla” las tarifas de los servicios públicos como el agua, la luz y el gas, además otros de precios regulados, administrados o negociados por el Gobierno, “que también en general han tendido a aumentar menos que la inflación”. Por último, otras de las variantes que no impacta en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) pero sí en la calidad de vida de la gente, son los salarios, que llevan cinco años -con algunas interrupciones- en decrecimiento.
A pesar de todas estas variables que tienen a frenar el incremento de la inflación, este “es el segundo año de mayor inflación en los primeros ocho meses del año desde 1991, superado por el año 2002 con la devaluación de Duhalde”, resaltó Kalos. Según el economista, “ahí tiene mucho que ver la emisión monetaria de fines del 2019, al final del gobierno de Macri, cuando ya sin financiamiento vía deuda empieza a emitir para financiarse. Se profundiza, obviamente, con la pandemia”.
“En 2021, el Banco Central se dedicó a aspirar un poco. En términos reales, en definitiva emitió una tasa mucho menor que la inflación, y eso puede ser que sea lo que empieza a verse ahora con una moderación de la inflación mes a mes”, continuó Martín que, sin embargo, aseguró que “con eso no alcanza”.
En ese sentido, el especialista señaló que “necesitamos una economía que empiece a reactivar, a dar señales de dinamismo, porque eso va a generar también la expectativa de que pueda empezar a mejorar mes a mes, semestre a semestre, la situación en general con empleo, con salarios, con baja de la inflación, con oportunidades de negocios y con ganancias para las empresas”.
En ese marco, “hay que pensar cómo seguir bajando la inflación sin depender de estos precios”, ya que “no se pueden congelar las tarifas de servicios públicos, o retrasarlas año a año por tiempo indefinido, porque eso implica una sobrecarga sobre el gasto público”.
Actualmente, cerca de la mitad de la población argentina está por debajo de la línea de pobreza, y aproximadamente un 10% percibe ingresos por debajo de la indigencia. Esta situación afecta principalmente a niños, niñas, adolescentes y mujeres. En el primer trimestre del 2021, la tasa de desempleo en nuestro país se posicionó en el 10,2%, pero entre la población femenina se elevó hasta el 12,3%.
En este contexto, Kalos dijo: “Todavía estamos lejos de decir que empezamos a crecer, ya que estamos atendiendo a la urgencia de una crisis. Argentina sigue en crisis, y yo diría que nunca dejó de estarlo, ni siquiera en los mejores momentos de los últimos 20 años”.
Si bien en la actualidad “hay una reactivación económica respecto del piso de la crisis de la pandemia” (como en el caso de la industria, que el 60% funciona a niveles por encima de los que tenía hace dos años), “una cosa es reactivar y otra cosa es empezar a crecer”.
“Hay que entender que Argentina está pasando por una década perdida. Hoy por hoy estamos encaminados, si no hay ninguna crisis nueva en el camino, a que para 2025 o 2026 podamos decir que empatamos de vuelta el PBI per cápita del año 2011. Habremos tenido 14 o 15 años en los que Argentina, en términos de PBI per cápita, no creció”, aseguró el especialista.
Sin embargo, en el marco de una crisis agudizada por los distintos factores, y que dejan índices de desigualdad alarmantes, es necesario “tomar medidas urgentes”. Estas se pueden dar de muchas formas, pero “necesariamente implican algún tipo de mejora en los ingresos de las familias”, que puede venir, en un sentido de urgencia, de la mano de “transferencias directas de parte del Estado como el IFE, la AUH con algún tipo de refuerzo, la Tarjeta Alimentar, etcétera”.
Aunque estas decisiones también pueden ir de la mano del gasto público, “generando una infraestructura para que mejoren las condiciones de negocios, de empleo y de trabajo en todo el país”.
“Podemos hablar de medidas que también repercutan en el mediano y largo plazo, además de en la urgencia del corto, como puede ser un sistema nacional de cuidados más formalizado, que inyecte plata por tareas que hoy son absolutamente fundamentales, que permitan de vuelta a tercerizar en manera comunitaria las tareas de cuidado, y que no recaigan, junto con todo el impacto de la crisis económica, sobre las mujeres”, reforzó el director de EPyCA Consultores.
Si bien hay montones de decisiones que se pueden tomar para aliviar la carga de la economía sobre los bolsillos de la gente, para Kalos “la pregunta es cuál”, y también “por qué no se pueden tomar todas”. “La verdad es que a la vez de que hay muchas medidas que se pueden tomar, no hay recursos suficientes para tomarlas como a uno quizás le gustaría. Entonces, hay que elegir y priorizar. Eso dependerá del camino que se quiera tomar desde el gobierno”, concluyó el economista.
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