El Mundo

14 septiembre, 2021

Sultana Khaya: “El pueblo y la mujer saharaui son inquebrantables”

La presa política de Marruecos que lucha por la independencia de su país, la República Árabe Saharaui Democrática, denuncia las violaciones a los Derechos Humanos de la potencia ocupante ante el silencio internacional.

Santiago Mayor

@SantiMayor

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Marruecos ocupó el Sahara Occidental en 1975 cuando España, hasta entonces potencia colonial, se retiró unilateralmente del territorio sin garantizar el proceso de descolonización. Desde entonces el pueblo saharaui, a través del Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Polisario), viene luchando por su independencia definitiva.

Si bien en 1991 se decretó un alto el fuego bajo la promesa de un referéndum de autodeterminación avalado por la ONU, desde entonces no se llevó a cabo. La monarquía marroquí bloqueó sistemáticamente los padrones y la comunidad internacional miró para otro lado. Por eso, el 13 noviembre de 2020, tras la represión de una manifestación saharaui en el paso de El Guerguerat, al sur del Sahara Occidental, el Frente Polisario retomó la lucha armada.

Sultana Khaya, defensora de los Derechos Humanos y los Recursos Naturales en el territorio ocupado por Marruecos, fue arrestada en su domicilio cinco días después, cuando regresó de España a su ciudad, Bojador. Desde esa fecha permanece detenida sin orden judicial y siendo víctima de agresiones constantes de parte de las fuerzas de ocupación. 

Algunas semanas atrás, en una de las incursiones de los agentes marroquíes dentro de su casa, la golpearon y la obligaron a aspirar un líquido. Días después se confirmó que tenía Covid y no le permiten recibir atención médica.

Esta entrevista* fue realizada poco tiempo antes de ese hecho, a través de Whatsapp y con un celular que consiguió de manera clandestina, ya que no le permiten comunicarse con el exterior. 

– ¿Cómo es tu vida día a día bajo arresto domiciliario y siendo constantemente agredida por los agentes de Marruecos? 

– En primer lugar dirijo mi gratitud por querer arrojar luz sobre el sufrimiento de mi pueblo. Para mi es un honor que desde Argentina se hayan interesado en la lucha de nuestro pueblo que desde el año 1975 y hasta hoy en día sufre bajo las garras de una feroz ocupación marroquí que practica todo tipo de represión y maltrato al pueblo saharaui.

En estos 10 meses que llevamos bajo arresto domiciliario hemos sufrido la tortura física y psicológica, la violación sexual y todo tipo represión de forma diaria a manos de las fuerzas de ocupación marroquíes que asedian nuestro domicilio. Completamente prohibidas de realizar cualquier actividad fuera del domicilio, en esta situación nuestro día a día es bastante complicado, imagina que frente a la tortura, violación y sufrimiento que padecemos se suma el no poder ver a familiares, vecinos o amigos, a quienes se les prohibe acercarse a nuestra casa. A quien vemos y con quién convivimos de forma diaria es a los agentes marroquíes, abres la ventana y allí están nuestros violadores, que comienzan a lanzarnos líquidos tóxicos.

Es realmente difícil, pero debo decirte que tanto yo como mi hermana Luaara, estamos completamente convencidas de que luchamos por una verdad, esa es nuestra principal fortaleza, recordar que portamos la bandera de un pueblo oprimido y que nuestra lucha es justa.

Pasamos el dia completo encerradas en casa, intentando curarnos las heridas y cicatrices de las torturas sufridas hasta que llega la tarde, y como cada día subimos a la azotea. Ese es el único momento donde respiramos un poco de aire, es el único momento donde somos un poco libres porque levantamos las banderas saharauis, porque esa protesta diaria en la azotea de nuestra casa es nuestra respuesta a los agentes marroquíes, que no podrán con nosotras, que seguiremos luchando.

Ese momento de protesta también es nuestro mensaje a todas las personas libres en el mundo, a las personas que creen en la justicia, para que sepan que en el Sahara Occidental hay un pueblo que lucha, hay mujeres que sufren y resisten pero sobre todo, para dejar un legado a la historia y al mundo, de que el pueblo saharaui, la mujer saharaui es inquebrantable.

– Las fuerzas de ocupación marroquí han incrementado la represión en el Sahara Occidental desde que se rompió el alto el fuego con el Frente Polisario en noviembre del año pasado ¿Por qué, en este contexto, se han enfocado en tí? ¿Por qué eres tan “molesta” para Marruecos?

– El día 13 de noviembre de 2020 el ejército marroquí atacó a un grupo de civiles saharauis que se encontraban protestando en el extremo sur del Sahara Occidental, eso provocó la ruptura del alto el fuego y la vuelta de la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario. En ese momento, yo me encontraba en España en consultas médicas, al enterarme de la noticia dejé mis citas médicas y el día 18 de noviembre cogí el primer vuelo hacia El Aaiún, capital del Sahara Occidental. Ese mismo día salí hacia Bojador, que es la ciudad donde vivo. Justo en la entrada a la ciudad, me paró la policía marroquí y me llevaron a comisaría. Allí fui sometida a todo tipo de humillaciones, cosas que no puedo ni nombrar, fui acosada sexualmente. Las prácticas que me hicieron simplemente no puedo nombrarlas, fue la humillación en su máxima expresión.

Yo era consciente que no soy la primera ni seré la última que sufra algo asi, era muy consciente de que somos un pueblo invadido y que a manos del invasor muchos saharauis murieron bajo tortura, algunos fueron enterrados vivos o lanzados desde helicópteros. Algunos murieron de hambre en los zulos donde la ocupación mantenía a muchos de mis paisanos, por lo cual, lo que yo acababa de sufrir, tan solo se suma a una larga lista de abuso y represión que lleva sufriendo mi pueblo a lo largo de estos 46 años.

Cuando por fin me dejaron marcharme de aquella comisaría llegué a mi casa y la encontré convertida en un cuartel militar. Furgones, coches policiales y del ejército cerraban las calles, y mi casa estaba completamente rodeada por los agentes marroquíes. Lo primero que ví al entrar a mi casa es el rostro de mi madre, una anciana de 84 años, estaba horrorizada.

Entre las decenas de agentes pude identificar al gendarme Mohamed Mundafein, un conocido verdugo marroquí que ya me detuvo y torturó en otras ocasiones hace unos años. Yo sé que él me conoce bien, sabe que mi creencia en la causa de mi pueblo es ciega, y que nada ni nadie logrará callarme. Él lo sabía, sabía que yo había vuelto de España para iniciar mi lucha pacífica en apoyo a mi pueblo, en apoyo al Frente Polisario que lucha por liberar nuestra tierra.

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Sultana Khaya en su vivienda, luego de sufrir uno de los ataques de las fuerzas marroquíes

Comencé a protestar en ese momento y los agentes marroquíes entraron con brutalidad a nuestra casa y nos golpearon, mi anciana madre fue golpeada en la cabeza y cayó al suelo. Rápidamente llamamos a una ambulancia que tardó en llegar debido al cerco policial. En el momento de salir para acompañar a mi madre al hospital, se nos acercó un gendarme marroquí y nos dijo: “Nadie saldrá de esta casa”. En ese momento, supimos que estábamos bajo arresto domiciliario.

Desde aquel 19 de noviembre de 2020 hasta día de hoy, hemos sufrido lo inimaginable, pero a pesar de todo ello seguimos resistiendo. 

¿Por qué soy tan molesta para Marruecos? Ellos saben que yo ya perdí el miedo, saben que lucho por una causa justa, saben que no me callarán, que no temo a la muerte si es por la dignidad y libertad de mi pueblo, ellos saben todo eso, por eso soy tan molesta porque saben que mi lema es “toda mi tierra libre o el martirio”.

– ¿Cuál es el rol de las mujeres saharauis en la lucha por la independencia de su país?

– El papel de la mujer en la lucha del pueblo saharaui siempre ha estado muy presente en todos los ámbitos, tanto en la construcción de la República Saharaui como Estado, como en la organización de los campamentos de refugiados, así como aquí, en la zona que está ocupada por Marruecos. Fuimos y somos gran parte de la resistencia pacífica contra la ocupación marroqui. 

Considero que la mujer saharaui es un ejemplo para el mundo, porque supo sobrevivir y resistir a condiciones muy difíciles, hay muchas mujeres que hoy están en primera fila de lucha y resistencia, pero también hay muchas otras que murieron bajo tortura, en carceles marroquíes, hay otras muchas que ya no están. Aquí en las zonas ocupadas es la mujer saharaui la primera en salir a manifestarse contra el ocupante marroquí, es la primera que alza las banderas saharauis en las calles aún sabiendo que puede ser detenida, secuestrada, torturada, violada o asesinada.

La mujer saharaui además de ser víctima directa de la ocupación marroquí también es la madre del preso, del mártir, del herido, es quien crió a generaciones en esta lucha contra toda adversidad.

– ¿Qué opinión tienes del accionar de Naciones Unidas y la comunidad internacional ante la situación de tú país? ¿y del Frente Polisario?

– En el año 1991 la ONU prometió un referéndum al pueblo saharaui, donde podía elegir si quiere ser parte de Marruecos o un Estado libre e independiente. Con esta promesa se logró parar la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos y se firmó un alto el fuego. Esto fue bien recibido por el pueblo saharaui, quien abrazó esta iniciativa de la ONU con agrado y mucha esperanza.

Realmente somos un pueblo pacifico que solo quiere vivir libre e independiente y construir su Estado sobre su tierra legitima. Pero han pasado 30 años desde aquella promesa y en ningún momento la ONU cumplió su promesa de realizar un referéndum. Es más, vemos que a lo largo de estos años la ONU tan sólo ha ayudado a que Marruecos perpetúe su ocupación ilegal al Sahara Occidental. 

La ONU ha estado presente en el Sahara Occidental todo este tiempo, sus funcionarios, sus vehículos, paseaban al lado de nosotros que estábamos siendo agredidos en la calle por agentes marroquíes y no hacían absolutamente nada. Ellos fueron testigos de todas las atrocidades y atropellos que vive el pueblo saharaui a manos del régimen marroquí y nunca hicieron nada para impedirlo, o denunciarlo.

En estos 10 meses que llevo detenida en mi domicilio, en ningun momento vinieron los agentes de la ONU que están presentes aquí a ver que estaba pasando, a hablar conmigo o a revisar o denunciar lo que estoy sufriendo, cuando son ellos quienes deben proteger a la población civil saharaui en estos momentos de guerra. Es la ONU como organización internacional quien debe velar por nosotros, por desgracia no es así. La misión de las Naciones Unidas en el Sahara Occidental es la única misión en el mundo que no vigila la violación de derechos humanos.

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Sultana Khaya protestando en la terraza de su vivienda en Bojador, Sahara Occidental ocupado

Sobre la comunidad internacional veo que hay un temor a Marruecos, muchas potencias y países no quieren denunciar lo que pasa en el Sahara occidental o ayudar al pueblo saharaui por miedo a las consecuencias que pueden sufrir por parte del Reino de Marruecos.

En cuanto al Frente Polisario, es el único y legítimo representante del pueblo saharaui, creo que todo el pueblo saharaui somos Frente Polisario, todos estamos bajo su amparo. Es quien defiende nuestros derechos, y quien nos representa como pueblo. Es nuestro movimiento en el que delegamos nuestra representación ante la ONU y ante el mundo.

– ¿Cómo continúas tu lucha en este contexto? ¿Qué esperas para el futuro?

– Creo que mientras tenga consciencia, seguiré resistiendo hasta la libertad o hasta perder la vida.

Siempre digo que la voluntad es inquebrantable, y mi voluntad, la de mi hermana Luaara y la de nuestro pueblo, es llegar a liberar toda nuestra tierra, porque quien no tiene una tierra libre, no tiene dignidad.

Desde que comenzó la lucha del pueblo saharaui, primero contra el colonialismo español y después contra la ocupación marroquí, miles de personas dieron sus vidas por esta causa, esta tierra y este pueblo. Si yo muero, tan solo me sumaré a esa lista de mártires por la libertad.

A pesar de lo difícil que está siendo, a pesar de haber sido violadas sexualmente, golpeadas, de vivir sin electricidad y apenas sin acceso a alimentos, a pesar de todo ello sabemos que nosotras luchamos por una causa justa. Y sinceramente creo que nuestra lucha tan solo acaba de comenzar hasta ver un futuro Sahara libre, independiente, sin invasor marroquí, o hasta morir en el intento.

* Textuales de esta entrevista fueron publicados previamente en el artículo ‘Las revolucionarias del desierto’ (El Cohete a la Luna, 12/09/2021). Agradecimiento especial a Taleb Alisalem que realizó tareas de intérprete y traductor para que el diálogo con Sultana fuera posible.

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