7 septiembre, 2021
Brasil: preocupación por el autogolpe bolsonarista
Brasil celebra su 199 aniversario entre una amenaza de autogolpe de Bolsonaro, marchas de la extrema derecha y algunas manifestaciones antibolsonaristas para intentar sostener la democracia.

Desde hace unos días la lupa del mundo, especialmente la de América Latina, está puesta en la situación institucional que está viviendo el Estado Federal de Brasil. La Internacional Progresista ya había mencionado el peligro del autogolpe que estaba preparando el presidente Bolsonaro que convocaba al pueblo a presionar al Congreso y a la Corte Suprema “en un acto de intimidación a las instituciones democráticas del país”.
Aprovechando el aniversario de la independencia del país, el presidente convocó a sus seguidores a utilizar la fecha patria para exigir y demandar contra los poderes del Estado. Desde anoche, miles de simpatizantes del presidente, salieron a las calles superando barricadas policiales que intentaban impedir el acceso a la explanada central de la capital, Brasilia.
Jair Bolsonaro, subiendo el tono aun más, inició el acto esta mañana amenazando con cerrar al Supremo Tribunal Federal (STF) si el Jefe de la Corte Suprema no sancionaba al magistrado Alexandre de Moraes por abrir una causa contra bolsonaristas y otros ultraderechistas por atentar contra la democracia. En el mismo sentido acusó a los jueces de violar la constitución y de persecuciones y prisiones políticas.
“El que actue fuera de la ley que se encuadre o se prepare para irse” dijo Bolsonaro. Si bien frente a las acusaciones de autogolpe, el mandatario sostiene que no busca nada en contra de las instituciones sino contra las personas que la dirigen, agregó «O el jefe de ese poder (la Corte) pone en caja a uno de los jueces de la corte o ese poder puede sufrir aquello que no queremos que ocurra».
Esta convocatoria fue rechazada por el Congreso, y condenada por organizaciones empresariales, entidades financieras, sindicatos y los partidos políticos de la derecha más moderada, que en los últimos días han publicado manifiestos en defensa de la democracia y contra cualquier tipo de «aventura autoritaria». Sin embargo, aun sin el apoyo de varios aliados, el presidente dijo que a partir del miércoles convocará a los ministros y presidentes del Senado, Diputados y la Corte para mostrarles una fotografía de esta manifestación. «Les mostraré hacia donde tendremos que ir», subrayó.
En este sentido, Bolsonaro aprovechó esta fecha para mantener un “ultimatum” contra de Moraes, contra Luis Roberto Barroso que además de presidir el STF, también ejerce la presidencia del Trbunal Superior Electoral (TSE) que prepara los comicios de 2022 para los cuales Bolsonaro ya agita los fantasmas de un “fraude”.
Luiz Inacio Lula Da Silva, el ex presidente que ha sufrido la prisión política efectiva durante el gobierno de Bolsonaro, recordó por su cuenta de Twitter que en su gobierno utilizaba esta fecha para anunciar buenas noticias para el pueblo brasilero y no como este presidente que lo que hizo es estimular la división, el odio y la violencia. Según Lula, Bolsonaro utilzó la fecha patria para “llamar a las personas para confrontar contra los poderes de la República, contra la democracia que nunca respetó”.
Los manifestantes antibolsonaristas también salieron a las calles a reclamar contra el presidente actual. Tradicionalmente es una fecha donde Brasil realiza el Grito de los Excluídos, en el cual las organizaciones sociales denuncian los problemas del país y demandan el cumplimiento de sus derechos. Este año han salido con el lema “la vida en primer lugar” junto con el ya popular grito de “Fora Bolsonaro”.
Sin embargo la preocupación excede por mucho a Lula y a los manifestantes de izquierda y antibolsonaristas en Brasil. Bruno Araujo, presidente del PSDB ha convocado para mañana miércoles a una reunión extraordinaria de la Dirección Ejecutiva del partido para discutir la posición del partido sobre las gravísimas declaraciones del presidente Bolsonaro y eventuales medidas legales a tomar.
Cabe destacar que el PSDB sigue siendo el tradicional partido neoliberal de Brasil que supo presidir Fernando Henrique Cardoso y que junto con Temer, Bolsonaro y otros líderes de la derecha neoliberal y neofascista participaron de la destitución de Dilma, la prisión de Lula y la persecución de otros dirigentes del PT.
Luego del acto de esta mañana en Brasilia, Bolsonaro se trasladaba a San Pablo para encabezar una de sus máximas convocatorias en este contexto. Buscando recuperar la legitimidad perdida, se esperaba que vuelva a atacar contra el Congreso y el poder judicial con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Si bien sigue evitando hablar de golpe o autogolpe, la institucionalidad en el país amazónico ya está bastante desprestigiada y el mundo mira con preocupación.
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