27 julio, 2021
Exigen justicia por dos transfemicidios vinculados a las fuerzas de seguridad
Victoria Núñez y Fátima Belén Barrios fallecieron en la misma semana. Ninguna de las dos alcanzó los 40 años, la expectativa de vida promedio de las personas travestis y trans.

Victoria Núñez tenía 27 años y vivía en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. El miércoles 21 de julio la policía acudió a su casa porque estaba atravesando una crisis de nervios. La esposaron, la redujeron, y horas más tarde falleció. “Yo llamé a la policía por una crisis de nervios y me la entregaron muerta”, expresó la mamá de Vicky, quien espera los resultados finales de la autopsia, a Elonce TV. Según la Justicia, su muerte no está relacionada con un hecho traumático.
“La policía no está capacitada, la Justicia no nos defiende en ninguna situación, seamos mujeres o trans. Nos están soltando la mano en todo momento. Porque no la asistieron como debería ser. Hoy fue Vicky, mañana puede ser cualquiera”, dijo al mismo medio una de sus amigas. El último lunes, colectivos por los derechos LGBTIQ+ y personas cercanas a Vicky se movilizaron en Paraná para exigir el esclarecimiento del caso.
Una de sus compañeras de militancia en Travestis Autoconvocadas y el Frente Trava Trans, Macarena Cornejo, señaló en diálogo con Tiempo Argentino: “Conocemos testimonios de quienes estuvieron ahí y nos contaron cómo pasó todo: ahí detectamos el mal proceder de las fuerzas policiales. La falta de personal de salud, las violencias sistemáticas que se profundizan y visibilizan en ese momento y resultan en otra muerte”.
Días antes, el domingo 18 de junio por la mañana, la joven trans de 29 años Fátima Belén Barrios falleció en una comisaría del barrio Guadalupe, en la provincia de Formosa. Aunque el informe policial sostiene que sufrió una descompensación, su familia asegura que la mataron a golpes.
“Me dijeron que mi hija falleció, que murió de una sobredosis pero antes me dijeron que ella se hacía la retobada, que no le quiso dar los datos de ella, yo estoy segura que a ella la mataron a golpes”, dijo su madre en una conferencia de prensa. “Estoy segura de que la mataron. Tenía marcas en la frente, la nariz, y raspones en la pierna y en el hombro. Quiero que salga a la luz la verdad”, agregó.
Sin embargo, el comisario Víctor Tellez, declaró ante medios que “la mujer falleció en una oficina de la comisaría. Nunca fue encerrada en una celda común. Y mucho menos, recibió agresiones o violencia policial durante el procedimiento”.
Ni Vicky ni Fátima llegaron a alcanzar los 40 años, la expectativa de vida promedio de las personas trans. Según el informe del año 2020 del Observatorio Nacional de Crímenes LGBT, el 11% de las lesiones al derecho a la vida y a la integridad física de personas LGBT fueron en manos de las fuerzas de seguridad del Estado.
“Las fuerzas de seguridad argentinas y los servicios penitenciarios suelen manifestar particular saña y odio contra las personas LGBT, y especialmente direccionada hacia la comunidad de mujeres trans”, añade el escrito, que también reconoce que “existe un subregistro muy grande de estos casos, ya que las víctimas la mayoría de las veces no se atreven a denunciar por miedo a reprimendas, por necesidad de seguir trabajando en la zona y hasta en algunos casos por naturalización de las situaciones discriminatorias”.
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