19 julio, 2021
La compra de penes de madera y los debates sobre la ESI
El último fin de semana, las redes sociales se prendieron fuego ante la noticia de que el Ministerio de Salud inició una licitación para comprar 10 mil penes de madera, dispensers de preservativos y maletines por 13 millones de pesos para utilizarlos durante las clases de Educación Sexual Integral. ¿Qué deja en evidencia el chiste fácil?

Según un estudio de la sede de Argentina de AIDS Healthcare Foundation (AHF), sólo el 14,5% de las personas consultadas utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales, mientras que el 65% lo usa en algunas oportunidades y el 20,5%, nunca. En el marco de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), el Ministerio de Salud inició una licitación para comprar 10 mil penes de madera, dispensers de preservativos y maletines por 13 millones de pesos. Las reacciones en contra de esta medida no tardaron en llegar.
«Que prueben esos penes de madera con los vacunados VIP. Así les damos una utilidad como corresponde», sentenció el diputado de Juntos Por el Cambio Luis Juez, que también consideró que el gasto en estos insumos es “una falta de respeto”, y que “en la era de la informática y la tecnología, los pibes manejan Internet como si fueran Bill Gates”, por lo que el uso pedagógico de penes de madera es innecesario.
Notas dialogó con Celeste MacDougall, referenta de la Campaña y representante de la Red de Docentes por el Derecho al Aborto en el Ministerio de Educación, sobre la importancia de contar con estos objetos a la hora de dar una clase de ESI.
“Cualquier pene artificial sirve para explicar cómo se pone correctamente un preservativo. Hay muchas estadísticas en relación a su uso incorrecto. Se sabe que sirve para prevenir enfermedades e infecciones de transmisión sexual, para evitar el embarazo, pero hay muchísimo mal uso, es muy significativo”, aseguró MacDougall.
El mal uso del preservativo “puede pasar por no fijarse la fecha de vencimiento, no sacar el aire antes de colocarlo, no usarlo durante toda la relación sexual, sacarlo cuando el pene ya no está erecto”, entre otros. “Cualquier adminículo que se asemeje a un pene te permite explicarlo de manera más precisa, y lo que tienen los penes de madera es que hay una representación de lo real, por eso es interesante”, añadió.
Es por esto que Mac Dougall consideró que “la compra de insumos para la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y la promoción de una salud sexual plena son fundamentales, porque son muchos más costosos los efectos del no cuidado que la promoción de prácticas saludables”.
Son muchos más costosos los efectos del no cuidado que la promoción de prácticas saludables
Según la referenta y militante feminista, lo que expuso el debate en las redes sociales sobre este tema “es que hay un nivel de desconocimiento muy grande de todo lo que es la Ley de Educación Sexual Integral, de cómo se explican, tanto en el sistema educativo como en el sistema de salud, los diferentes métodos anticonceptivos y de cuidado de las ITS”. Además demuestra que la ESI “es un territorio de disputa de sentidos, de cómo queremos vivir la vida, de las decisiones libres y soberanas del cuidado. Esto se expresa en otros ámbitos también, como con las vacunas por ejemplo”.
En la misma línea, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad escribió en sus redes sociales: “Insistimos en la importancia de fortalecer la implementación de la ESI en todo el país porque mientras el aprendizaje sobre prácticas sexuales protegidas nos horrorice, tendremos mucho trabajo por hacer. Ninguna chicana le gana a la voluntad política de garantizar derechos”.
La aplicación de la ESI en la actualidad
La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral se sancionó en 2006, hace 15 años. La misma establece que “todos los educandos de los distintos niveles del sistema educativo tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de jurisdicción nacional, provincial y local”.
Su aplicación en todo el territorio nacional no fue -ni es, según MacDougall- un trabajo sencillo. “Hay un trabajo muy profundo de miles y miles de docentes en todo el país que se han puesto al hombro la tarea de garantizar la ESI con las herramientas que tenemos”, destacó. En ese sentido, enumeró dos problemas: la falta de capacitación y de presupuesto.
“Faltan políticas de Estado en función de algo clave, que es la capacitación y formación docente. La gran mayoría de los profesorados de todo el país no tienen la asignatura de ESI, y eso es clave”, dijo la docente.
En torno al presupuesto, recordó que “en el 2018 el Consejo Federal de Educación sacó una resolución que creaba referentes de ESI por escuela, que tenían una serie de responsabilidades. Esto es algo muy interesante, porque es fundamental que haya alguien responsable de articular, recomendar y organizar lo que tenga que ver con ESI en esa escuela”. Sin embargo, a los docentes no se les paga por esta tarea. “No se puede pretender que haya ESI sólo con la buena voluntad de algunos docentes. Tiene que haber una política de Estado que implique presupuesto y salarios para quienes somos trabajadores de la educación”, apuntó MacDougall.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.