Nacionales

6 julio, 2021

Alejandro “Coco” Garfagnini: “Si el Estado define que existe una detención arbitraria, esa arbitrariedad tiene que cesar”

En el marco de una nueva jornada de lucha por la liberación de Milagro Sala a 2.000 días de su detención, Notas dialogó con el vocero y dirigente de la Tupac Amaru sobre la situación de los presos políticos en nuestro país, las demandas de la organización y los poderes que están en juego.

Crédito: Majo Malvares

Este martes comienza una nueva jornada de lucha por la liberación de Milagro Sala. Organizaciones sociales y políticas realizarán un acampe en Plaza de Mayo que se extenderá hasta el día jueves, en el día 2.000 de su detención arbitraria. Notas dialogó con Alejandro “Coco” Garfagnini, dirigente y vocero de la organización Tupac Amaru, sobre la persecución sistemática del gobierno jujeño contra las experiencias populares y el rol de la actual gestión nacional en relación a los presos políticos.

A 2.000 días de la detención de Milagro, ¿por qué el acampe en la Plaza de Mayo? ¿Qué buscan visibilizar?

-De los 2.000 días de la detención de Milagro, 550 fueron durante nuestro gobierno. No podemos pasar por alto, siendo parte de este gobierno, que se prolongue la detención arbitraria de Milagro, utilizando las palabras del propio presidente. Además, el presidente es la cabeza del Poder Ejecutivo, uno de los poderes del Estado. Si el Estado define que existe una detención arbitraria, esa arbitrariedad tiene que cesar. Sino no estaríamos viviendo en una democracia plena y en un estado de derecho pleno. 

-¿Entonces es un acampe contra el gobierno?

-Seguramente Clarín, La Nación e Infobae van a decir eso, lo cual es mentira. Nosotros lo estamos diciendo por todos lados y por todos los medios que están a nuestro alcance. No es un acampe en contra del gobierno. Es un acampe para juntar energía militante.

Volver a juntar a esa militancia que resistió los cuatro años de macrismo, que posibilitó que ese gobierno neoliberal no perdure ocho años y que pudiéramos derrotarlo en tan sólo cuatro. Esa militancia que luchó para que volvamos a tener un gobierno para todos, y con la agenda de lo más débiles en contraposición con la agenda de los más poderosos que tenía el macrismo; que militó para que no haya más persecuciones a opositores en la Argentina y para que nuestros compañeros queden en libertad. Sobre todo Milagro, que fue un emblema de resistencia al modelo neoliberal en nuestro país.

Por todo eso vamos a buscar debatir con la militancia, encontrar esa necesidad de volver a construir energía y fortaleza militante que nos permita modificar las relaciones de fuerza, de la cual todos reclaman, pero nadie ejerce ninguna acción para construirla. Además, para que nuestro gobierno tenga la fortaleza necesaria para tomar las medidas que tiene que tomar, para que cumplamos con las promesas electorales que como fuerza política le expresamos a la sociedad. 

Nosotros en Plaza de Mayo vamos a discutir un modelo de país

¿Cuáles son sus expectativas del acampe?

-El acampe nos va a encontrar en la Plaza de Mayo rodeados de humildes, que son los héroes que le han puesto el cuerpo a esta pandemia y a todas las pandemias que ha vivido nuestro país, en los comedores y en la pura fuerza de la solidaridad. Los poderosos van a estar el mismo día y a la misma hora en San Nicolás, intentando darle más velocidad a esa aspiradora por la cual concentran todos los días las riquezas de nuestra patria en pocas manos. Nosotros vamos a estar en Plaza de Mayo también pidiendo que la riqueza se distribuya. 

Quizás el acampe moleste a algunos sectores internos del Frente de Todos y quieran leerlo en clave de que es para perjudicar a fulano o a mengano, porque lamentablemente una parte de nuestra clase política está pensando más en las listas que en las necesidades de nuestro pueblo. Nosotros en Plaza de Mayo vamos a discutir un modelo de país, vamos a discutir que nuestro presidente vuelva a tener esas sinapsis con la militancia y con la base social que lo llevó al poder con el 48%. Esa es la fortaleza que puede llegar a tener -y que debería tener- Alberto Fernández para enfrentar a los poderosos de esta patria. 

¿Están recibiendo el apoyo de otras organizaciones para la jornada de lucha?

-Nosotros solos como Tupac Amaru esto no lo podríamos hacer. Somos una organización que ha sido muy golpeada en los años anteriores, así que solos no lo podríamos hacer. Tenemos la solidaridad y el acompañamiento de todos los que han resistido durante el macrismo. Del movimiento obrero, del movimiento de derechos humanos, de las organizaciones sociales y políticas que conforman ese núcleo que enfrentó al macrismo los años anteriores.

¿El gobierno nacional tomó alguna postura?

-Desde el gobierno nacional hemos tenido algún apoyo. Recibimos pronunciamientos muy concretos y fuertes como el de la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad (Elizabeth Gómez Alcorta), del ministro de Defensa (Agustín Rossi), del secretario de Derechos Humanos (Horacio Pietragalla), del ministro de Justicia (Martín Soria), y de un número importante de diputados que también nos acompañaron en estos años pasados que persecución, además de muchos compañeros que cumplen funciones en el gobierno.

La organización popular es la propuesta para salir de la pandemia

¿Milagro es la única presa política de la Tupac Amaru?

-Hay muchísimos compañeros en la misma situación de Milagro. Mirtha Guerrero, Graciela López, “Cacho” Sibla, “Diablito” Altamirano, Javier Nievas, Adriana y Maria Condori, Patricia Cabanna, entre otros. Tenemos otros compañeros en situaciones muy delicadas en Mendoza, donde también se vivió una persecución no tan virulenta ni tan potente, pero sí una persecución importante hacia nuestros compañeros, y donde también sufrimos el encarcelamiento de nuestros referentes. 

Hoy están fuera de la cárcel pero con muchísimos procesamientos, al estilo de Jujuy, con una catarata de denuncias una detrás de la otra. Muchísimos compañeros no están detenidos pero sí están procesados o imputados porque nos incluyen en causas masivas. 

-¿La persecución a Milagro se traslada a la Tupac también?

-Claro, porque es el ABC de lo que hizo la oligarquía en el transcurso de la historia: no dejar vestigios de organización popular de la envergadura de lo que es la Tupac Amaru, en Jujuy sobre todo. Que esas experiencias no se puedan repetir, que se pierdan de la memoria colectiva, que esas experiencias no sirvan para que la militancia se las apropie y las multiplique en la Argentina.

Nosotros siempre decimos que el aporte más grande que hizo la Tupac Amaru al movimiento popular fue de autoestima, de demostrar que si te organizás, si sos solidario, si tenés disciplina interna, se pueden resolver en las comunidades las problemáticas de salud, de trabajo y educación, que son básicas. Ese es el aporte que quieren borrar. Como decía Rodolfo Walsh, los poderosos siempre quieren que nosotros empecemos de nuevo, que no haya un sedimento de experiencias políticas y populares que permitan superar los embates, que no quede esa memoria militante. Eso es lo que han hecho con la Tupac Amaru.

Nosotros creemos que la experiencia de Milagro es parte de la propuesta del movimiento popular para salir de la pandemia. Esa organización popular que resuelve las cuestiones básicas de su comunidad. 

¿En qué situación están actualmente como organización, particularmente en Jujuy?

-Estamos en la situación que nos dejó el macrismo, al cual enfrentamos. Quedamos muy magullados y muy golpeados, pero muy de pie también. Hemos logrado sostener la mayoría de las construcciones en distintas provincias del país. Quedamos muy golpeados particularmente en Jujuy, obviamente, donde todavía no hay democracia, por lo tanto no estamos pudiendo hacer actividades como Tupac Amaru. Un ejemplo es lo que pasó en Campo Verde. Solamente con un reclamo barrial, los vecinos fueron violentados y perseguidos.

Es muy difícil lo de Jujuy. Eso también nos moviliza, porque no puede haber semejantes barbaridades en la provincia y que nuestro gobierno lo mire con tanta pasividad y neutralidad. Pero la Tupac Amaru sigue en pie, sigue fuerte, con un amplio sistema de articulación con militancia dentro de las organizaciones, movimientos y espacios políticos.

-¿Por qué le conviene a Gerardo Morales tener presa a Milagro?

-Hay una concepción equivocada, a mí criterio, de nuestra fuerza política del Frente de Todes. Es la idea de que Cambiemos es un partido político con ideas de derecha, conservadoras y neoliberales que se inserta en el mapa electoral y disputa con sectores populares. Y no es así, Cambiemos no es un partido político, y te lo demuestra cómo están alineando los patitos ahora en función de las próximas elecciones, y cómo resuelven sus problemas internos.

Cambiemos es la expresión electoral de los poderosos de este país, de los que no dan la cara, de la oligarquía argentina. Morales es también parte de eso, es el administrador de la provincia de Jujuy. El verdadero dueño de la provincia de Jujuy es Carlos Pedro Blaquier, hombre al quien Milagro militó para que lo juzguen por genocida. Sin embargo, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Hernán Borinsky y Juan Carlos Gemignani -los mismos que iban a Olivos en la época de Macri a jugar al pádel- lo desprocesó.

Los verdaderos dueños de la provincia son los nuevos empresarios del litio, los productores del tabaco, los poderosos de Jujuy. Gerardo Morales es un administrador que disciplina internamente por fuera de toda cuestión democrática, y con el uso de la justicia como grupo de tareas. Cambiemos es la expresión de la oligarquía, y van a hacer todo lo que tengan que hacer en función de sus intereses.

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