2 julio, 2021
Quema de iglesias en Canadá: encontraron los restos de 1.100 niños originarios en fosas comunes
Ante el hallazgo de al menos tres fosas comunes con restos de infantes originarios sin identificar en antiguos internados gubernamentales del siglo XX, se desató una ola de protestas anticolonialistas que incluyeron la quema de iglesias y la destrucción de monumentos de las reinas Isabel II y Victoria.

Cada primero de julio Canadá festeja el aniversario de la consignación en las colonias británicas de 1867, el “Canada’s Day”. El último jueves, en el marco de esta celebración, el pueblo canadiense desató movilizaciones anticolonialistas ante el descubrimiento de al menos 750 comunes en tres iglesias católicas, donde se registraron los cuerpos de más de 1.100 infancias originarias, un hecho calificado por el mismo primer ministro Justin Trudeau como un genocidio.
El primer hallazgo se realizó el 29 de mayo, cuando encontraron más de 210 cadáveres de niños enterrados hace más de 40 años en la antigua Escuela Residencial India Kamloops. Dos semanas atrás sucedió lo mismo en la Escuela Residencial Marieval, donde hallaron 751 cuerpos, y esta misma semana se encontraron otras 182 nuevas fosas en la antigua residencia escolar de St. Eugene Mission School.
Todas las residencias están ubicadas en la Columbia Británica Saskatchewan, dirigida mayormente por la Iglesia Católica y financiadas por el gobierno. Desde ese entonces, cada vez son más las iglesias incendiadas y destruidas por completo.
Este tipo de institutos tenían como objetivo sacar a los niños de sus familias para asimilarlos a la cultura blanca y colonizadora. A partir de principios del siglo XIX, Canadá estableció un sistema de «escuelas residenciales» que, en su mayoría, eran gestionadas por la iglesia. Se calcula que entre 1863 y 1998, más de 150.000 niños y niñas amerindios, mestizos e inuit fueron separados de sus hogares para meterlos en los 139 internados que funcionaron en el país del norte hasta el año 1990. Durante esos años, los niños fueron sometidos a malos tratos o abusos sexuales y más de 4.000 murieron.
Se calcula que entre 1863 y 1998, más de 150.000 niños y niñas amerindios, mestizos e inuit fueron separados de sus hogares para meterlos en los 139 internados que funcionaron en el país del norte hasta el año 1990. Durante esos años, los niños fueron sometidos a malos tratos o abusos sexuales y más de 4.000 murieron.
Justin Trudeau expresó que estaba «terriblemente entristecido» por el descubrimiento. «Mi corazón está destrozado por la nación indígena Cowessess después del descubrimiento de niños indígenas sepultados en el antiguo internado Marieval», señaló Trudeau, y agregó: «Contaremos la verdad sobre estas injusticias».
Además, retiró una condena a los crímenes contra indígenas del Gobierno en 2009, y le exigió al Vaticano que se disculpe por la masacre que se desató en nombre de la religión católica. «He hablado personalmente con Su Santidad, el papa Francisco, para recalcarle lo importante que es no solo que se disculpe, sino que se disculpe con los canadienses indígenas en suelo canadiense», indicó Trudeau. «Sé que el liderazgo de la Iglesia católica está buscando y participando muy activamente en los próximos pasos que se pueden tomar».
“El horroroso descubrimiento de los restos de centenares de niños en antiguas residencias escolares de Columbia Británica y Saskatchewan nos ha obligado a reflexionar con toda justeza sobre los fallos históricos de nuestro país y las injusticias que todavía se cometen contra los indígenas y muchos otros en Canadá”, añadió el primer ministro este úlimo jueves.
Este primero de julio las celebraciones por el “Canada’s Day” se convirtieron en protestas en rechazo al genocidio cultural desarrollado en el territorio canadiense. En Winnipeg, los manifestantes, vestidos con remeras naranjas en representación a los sobrevivientes de los institutos escolares evangelizadores, derribaron las estatuas de las reinas Victoria e Isabel II, actual monarca canadiense.
“Pienso en esos niños que tenían nombre y en sus familias que los querían. Creo que lo más apropiado sería que el Día de Canadá fuera un día para orar, un día de duelo”, señaló Heather Bear, una de las líderes indígenas de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN), en diálogo con la agencia de noticias EFE.
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