30 junio, 2021
Turquía abandona el Convenio de Estambul y se encienden las alarmas del feminismo internacionalista
Este primero de julio se realizará una actividad frente a la embajada de Turquía para rechazar la decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan de salirse del Convenio de Estambul, lo que implica la reducción de la concepción de la violencia de género a “un problema del ámbito privado”.

Este primero de julio el gobierno turco concretará oficialmente su salida del Convenio de Estambul, firmado en esta ciudad en 2011 y ratificado por Turquía en 2012, que obliga a los países signatarios a dedicar medios y esfuerzos a la lucha contra la violencia machista que se cobra entre 300 y 400 víctimas mortales al año en el país euroasiático. Esto encendió las alarmas de las redes feministas internacionales, que convocaron a una concentración frente a la embajada de Turquía en la Ciudad de Buenos Aires para este jueves a las 17 horas.
Giselle Santana, militante de Opinión Socialista e integrante del espacio Feministas Transfronterizas (convocante junto a Red Essential Autonomous Struggles Transnational -EAST- de la acción de este jueves), destacó en diálogo con Notas que «la salida de Turquía del Convenio de Estambul tiene implicancias prácticas, institucionales y también simbólicas que son muy fuertes».
«En términos prácticos, la Convención de Estambul establece unos determinados criterios de políticas públicas que los Estados deben llevar a cabo para combatir y erradicar la violencia de género. Sobre todo es considerar la violencia contra las mujeres y disidencias sexuales un problema político que tiene que ser asumido y combatido por el Estado con políticas específicas, y considerado, por supuesto, un delito», explicó.
Esta decisión se da en un marco de avanzada por parte del gobierno de Recep Tayyip Erdogan sobre los derechos conquistados por los movimientos feministas y LGBT+ turcos. Sin ir más lejos, el último 28 de junio, la policía detuvo a diez manifestantes que leían una carta exigiendo la libertad de otras 40 personas detenidas y reprimidas el sábado anterior durante la marcha del Orgullo LGBT+. Incluso el mismo presidente llegó a considerar que «los niveles de violencia contra las mujeres en Turquía son ‘tolerables’», en palabras de Santana.
«Simbólicamente es un mensaje realmente muy grave: es un mensaje de disciplinamiento frente a las mujeres y disidencias sexuales que en todo el mundo nos estamos poniendo de pie para avanzar en nuevas conquistas y en nuevos derechos», añadió la militante. Además, consideró que se trata de «un mensaje habilitador para los agresores y los violentos, no solamente en Turquía, sino en todo el mundo», ya que «si algo puso de manifiesto la pandemia y el aislamiento social fue el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres y disidencias sexuales».
«Es un mensaje de disciplinamiento frente a las mujeres y disidencias sexuales que en todo el mundo nos estamos poniendo de pie para avanzar en nuevas conquistas y en nuevos derechos»
La respuesta del feminismo turco y de Europa Occidental ante la reacción patriarcal del presidente Erdogan no tardó en llegar. Por eso hicieron un llamado a una acción global en nombre de la defensa de las conquistas feministas que también se replican en todo el mundo. Según la militante, «hay un escenario de disputa muy abierto entre la reacción expresada en decisiones como la de Erdogan, pero no solamente en eso».
«Por ejemplo -continuó Santana- en Polonia están planteando hacer una convención alternativa al Convenio, que no es salirse directamente, pero sí relajar los conceptos en relación a lo que se considera violencia contra las mujeres y disidencias sexuales. Es el mismo país que hasta hace muy poco tuvo una enorme avanzada sobre el derecho al aborto legal seguro y gratuito», ya que el gobierno lo prohibió de manera casi total.
En ese sentido, el panorama indica que «en general hay un intento de aprovechar esta situación de crisis que generó la pandemia, esta dificultad en la posibilidad de organizarse y movilizarse de las masas en general, pero en este caso en particular de los movimientos feministas, para intentar intentar avanzar sobre sus conquistas» que continuaron gestándose a pesar del aislamiento.
«Hay un escenario donde frente a la avanzada del movimiento de mujeres y disidencias sexuales, la reacción patriarcal también se arma»
«Hay un escenario donde frente a la avanzada del movimiento de mujeres y disidencias sexuales, la reacción patriarcal también se arma», señaló Santana, recordando las experiencias más contemporáneas de los feminismos latinoamericanos: la conquista del aborto legal y el cupo e inserción laboral travesti trans en nuestro país, las movilizaciones contra Jair Bolsonaro en Brasil y en oposición a Iván Duque en Colombia, la inclusión de la Coordinadora Feminista 8M en la nueva Convención Constituyente de Chile, entre otras. «Estamos en esa tensión y en esa disputa. Por eso son tan importantes las redes feministas internacionales», consideró.
«Hoy es esta situación puntual de las mujeres turcas, pero todos los derechos que arrancamos con la pelea de las mujeres y disidencias sexuales en todo el mundo están en peligro si no nos mantenemos organizadas y movilizadas», agregó Giselle, destacando que «esta acción del primero de julio va en ese camino de seguir profundizando la movilización internacional, y esta bandera del internacionalismo feminista con el que vamos a parar la ofensiva patriarcal».
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