5G: Estado y tecnología informática para la disminución de la desigualdad

Florencia Maugeri*

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En el marco de los anuncios presidenciales en la apertura del 139° periodo de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, donde se presentaron proyectos de ley destinados a dinamizar la estructura de crecimiento que abordan nuevos desafíos tecnológicos y productivos, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) anunció la realización de una serie de pruebas de tecnología 5G entre el 15 y el 19 de marzo.

La Quinta Generación de Tecnología (5G) presentaría un gran avance para la Argentina como sucesora del 4G. Permite una conectividad mayor y de mejor calidad no solo para el rubro de la telefonía, sino para cualquier otro dispositivo móvil, desde el rubro automotor hasta la realidad virtual.

El objetivo de las pruebas que se realizarán en Argentina es indagar acerca de las ventajas de esta tecnología para conexiones de banda ancha móvil. Se convocó a prestadores de servicios TIC para presentar las posibilidades que supone el 5G aplicado a diferentes ámbitos. 

A nivel social, la quinta generación mejoraría la conectividad entre dispositivos como canales de comunicación y transferencia de datos, especialmente teniendo en cuenta que en la Argentina 84 de cada 100 personas emplean el teléfono celular y 80 de cada 100 utilizan internet mediante su móvil. Una mejor, amplia y veloz conexión aportaría a reducir la brecha digital y generar mejoras fundamentales para la educación, la salud y el sector productivo. 

Las diferencias con el 4G son radicales:

• Velocidad: en su versión mejorada se estima que el aumento en la velocidad de transferencia es entre 20 y 100 veces superior en la quinta generación. 

• Capacidad: el aumento de la capacidad del canal de transmisión o del ancho de banda, lo que permite la descongestión en las redes móviles que actualmente han llegado casi a su límite. 5G permitirá hasta 10 veces más dispositivos conectados simultáneamente en un mismo espacio geográfico. 

• Tiempo de respuesta: la quinta generación reduce los tiempos de interacción entre dispositivos, reduciendo los tiempos a unos pocos milisegundos (de 1 a 5 milisegundos). Esto implica una interacción en tiempo real.

• Cambio de frecuencia: las redes anteriores a 4G operan en bandas de espectro por debajo de los 3 GHz. Por su parte, 5G utiliza también frecuencias más altas, inclusive de ondas milimétricas (mmW). 

• Con 5G la movilidad soportada de los dispositivos conectados pasa de 350km/h a 500km/h.

Así como todo desembarco tecnológico implica grandes desafíos, la quinta generación no es la excepción. Hasta ahora, el mayor obstáculo de los países que han hecho pruebas para la implementación de este tipo de conexión fue la correcta adaptación de los dispositivos y aplicaciones. Además, por supuesto, del problema de la cantidad de antenas necesarias para lograr una cobertura nacional. 

A pesar de los retos que presenta, lo cierto es que el sólo hecho de que comiencen las pruebas para la aplicación de las redes 5G pone de manifiesto su protagonismo en la agenda nacional. Sin dudas, este paso en las políticas públicas sobre tecnología informática anuncia grandes beneficios para una sociedad hiperconectada. Una ampliación tecnológica que se traduce en ampliación de derechos en todos los planos, porque como bien nos demostró el 2020, somos una sociedad digital.