18 febrero, 2021
(In)justicia patriarcal: buscan la absolución para Marian
La defensa presentó una apelación contra el fallo que la condena a un año de prisión tras ser brutalmente reprimida por besarse con su pareja en un espacio público.

“Besarse sabiendo que nuestras salivas arrastran besos
denegados/ opacados/ apagados/ cercenados/ mutilados/ hambrientos/
que no son solo los nuestros
que tu labios y los míos mientras rajan la tierra la construyen
y hay una historia de besos que el espanto no ha dejado ser
y que por eso te beso”.
Susy Shock
En estos tiempos de pandemia que seguimos atravesando, dónde las desigualdades de género se recrudecen, en lo que va de este 2021 son 48 los femicidios, lo que nos llevó a tribunales esta semana con el pedido de una reforma judicial feminista. El detonante fue el caso de Úrsula Bahillo, muerta en manos de su expajera, el efectivo de la bonaerense Matías Ezequiel Martínez, a quién había denunciado en reiteradas oportunidades por violencia de género.
La violencia institucional y patriarcal se expresa de muchas maneras, como en el caso de Mariana Gómez, condenada en el año 2019 por resistencia a la autoridad y agresiones contra dos efectivos de la Policía de la Ciudad que la reprimieron por besar a su pareja Rocío Girat en público, en la estación de Constitución.
Esta semana, el defensor de Marian apeló la condena en búsqueda de su absolución, expresando que este hecho sólo se trataba de un acto de discriminación hacía la orientación sexual de Marian. Por otro lado, convocó a una audiencia virtual junto con el Inadi, la defensoría general del Gobierno de la Ciudad y la Federación LGBT+.
Este hecho ocurrió en octubre del año 2017 en el espacio abierto de transbordo de la línea C en Constitución, donde Mariana y Rocío se encontraban besándose. Un empleado de Metrovías, con la excusa de que estaban fumando en un lugar prohibido, le pidió al oficial Jonatan Rojo que intervenga en esa situación. Ahí fue dónde empezó el hostigamiento, principalmente hacia Marian, a quien se referían como «pibe» por su aspecto masculino. Cuando la pareja decidió retirarse del lugar, el oficial Rojo interceptó a Mariana empujándola del pecho, diciendo «pibe de acá vos no te vas», y tirándola al piso. Desde ese momento, la joven comenzó a sufrir distintas situaciones de violencia de parte de la policía de la Ciudad.
En lo que fue el recorrido del fallo de la jueza Marta Yungano, se menospreciaron los testimonios de cada testigo, principalmente el de la oficial Karen Villarreal, quien no apoyó el testimonio de Rojo, donde expresaba que Mariana le había arrancado un mechón de pelo. Sin embargo, la magistrada le dio lugar a la fiscal Diana Goral, que acusa a Mariana de resistencia a la autoridad y lesiones.
Este hecho -como muchos otros- no es aislado, sino forma parte de una expresión de discriminación hacía nuestras orientaciones sexual e identidades de género. Esta es la forma en la que la justicia CisHeteroPatriarcal se maneja ante nuestra existencia, hacia nuestros cuerpos y construcciones que van por fuera de este sistema, y que por ende incomodan a una sociedad que históricamente nos invisibilizó.
La necesidad de una reforma judicial feminista es urgente. Es fundamental que la misma sea llevada adelante con una perspectiva integral para actuar ante estos casos con consciencia y sin violentarnos, que contemple y proteja nuestros derechos. Seguiremos expresando nuestro repudio ante esta situación, acompañando y construyendo desde nuestros besos, que lejos están de ser un delito.
*Trabajadora del subte y lesbiana
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