Comienzo de clases, amparos y recusaciones

Alicia García Tuñon

@AliGarciaTunon

COMPARTIR AHORA

En el resto del país las clases comenzarán el 1º de marzo con distintas modalidades pero con bastante acuerdo de las comunidades educativas y sindicatos. En la mayoría de las provincias con grandes conglomerados urbanos la mitad del grupo concurrirá una semana y la otra hará tareas asignadas por sus docentes en sus casas. En los distritos rurales o en ciudades más pequeñas, con pocos casos de Covid-19 y menos alumnos, habría clases normales. Salvo excepciones, en esas escuelas se retornará casi a la normalidad, pero con distanciamiento, uso barbijo, alcohol en gel y toma de temperatura a la entrada.

En la Provincia de Buenos Aires se está pensando que la mitad del curso concurra lunes y martes y la otra los miércoles y jueves. Los viernes se utilizará para limpieza a fondo de las escuelas. Esta modalidad dejaría en desventaja a muchos pibes y pibas porque la conectividad y acceso a computadoras es escasa para muchas familias bonaerenses.

En la Ciudad de Buenos Aires, sin protocolos de cuidados nuevos y tirándole la responsabilidad a los equipos directivos, plantean que los y las estudiantes concurran todos los días al menos 4 horas en los niveles primario y medio y 3 horas en el nivel inicial. Las escuelas de Jornada Completa dividirán la mitad del grado en un turno y la otra mitad en el otro. El mayor problema surge en el 40% de las escuelas que son de jornada simple en donde se deberían usar otros espacios dentro del turno para dividir los grupos o cargos. No queda claro si los espacios alcanzarán o si seguirán insistiendo con utilizar los pasillos para dar clases.

En el nivel medio el panorama parece más complejo. Las materias por año se deberán reducir a 4 horas, los cursos se dividirán y no se sabe qué docente le dará clases. ¿Habrá dos profesores de lengua o matemática en el mismo horario? ¿Cómo distribuirán espacios las escuelas que comparten edificio?

En el nivel inicial se establece que no deben compartir juguetes ni elementos y que en lo posible deberán dejarse el barbijo si tienen autonomía para ponérselo soles. Habría que decirle lo mismo al Director General de Gestión Estatal que fue fotografiado dando una charla a directivos sin el barbijo puesto. Tampoco habrá juegos de contacto ni podrán cantar en música. Cuando se caiga algún niño o niña, ¿le diremos que espere a su mamá o a su papá para que lo consuele? ¿el Ministerio proveerá juguetes, lápices, pinturas suficientes para que cada uno tenga el suyo?

Según el protocolo, los y las docentes deberán cambiarse la ropa de trabajo al ingresar a la escuela. Los profesores de media, ¿deberemos concurrir con una valija con ropa para cambiarnos en cada una de las escuelas en las que trabajamos diariamente? ¿Nos darán batas descartables? 

***

Los diferentes colectivos de familias y el SUTECBA se presentaron a la justicia para pedir que se  resguarde la salud de pibes, trabajadores y sus familias. El juez Gallardo dio lugar al pedido de amparo presentado por el sindicato y previo a decidir citó a los titulares de las  carteras de Educación y de Salud para que aporte la información necesaria sobre «si está previsto realizar testeos de manera previa al ciclo lectivo 2021, debiendo indicar, en su caso, lugar, fecha y modalidad de la realización». En ningún momento decidió la suspensión del inicio del ciclo lectivo como informaron muchos medios y los voceros del Ejecutivo porteño.

Con argumentos que se basan fundamentalmente en trascendidos periodísticos y en lo que califican de una “manifiesta falta de imparcialidad”, decidieron recusar al magistrado. Con esta actitud se niegan a entregar a la justicia la información referida a testeos y protección de la salud de la comunidad educativa.

La Cámara deberá entonces decidir si avala la recusación de Gallardo, aunque, si lo mantuviera en el caso, el Gobierno de la Ciudad encuentra un territorio amigo en el Tribunal Superior de Justicia.

***

Por otra parte, sindicatos docentes como UTE, ADEMyS y ATE, Delegados de Cooperadoras escolares, distintos colectivos como Familias por la Escuela Pública, Vacantes para todxs, organizaciones sociales como Barrios de Pie, la Coordinadoras de Estudiantes de Base de nivel secundario y la Coordinadora de Estudiantes Terciarios hicieron una conferencia de prensa este jueves frente a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad en Parque Patricios.

Reclamaron que se pospusiera el inicio de clases presenciales ya que no están garantizadas las condiciones de salubridad de las escuelas. No están previstos nuevos cargos docentes para el desdoblamiento de cursos y grados, ni para dar clases a los estudiantes que deban continuar con clases virtuales. También exigieron más personal auxiliar para garantizar la limpieza de las escuelas.

Amparo López, del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas y representante de la CEB, señaló: «Se nos está excluyendo cuando somos quienes mejor podemos asegurar una presencialidad segura». Y agregó: «Nosotros venimos desde el comienzo de la cursada virtual reclamando que se nos reciba. Esta gestión, que nunca pisó una escuela pública y no nos recibe como estudiantes, no sabe lo que  es la realidad de las escuelas».

Todes reclamaron una comisión mixta con participación del Ministerio de Educación, de Salud, las familias, les docentes, no docentes y les estudiantes de acuerdo con el nivel educativo. Esta comisión debiera replicarse en cada comuna y en las escuelas para hacer un seguimiento de las condiciones en las que se encuentran los establecimientos previo al regreso presencial de las clases.

En un trabajo elaborado por la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de UTE que se basó en encuestas realizadas a la comunidad educativa reveló que el 66% de las escuelas porteñas no tiene la ventilación suficiente para prevenir los contagios de coronavirus y que casi la mitad de los alumnos y las alumnas viaja en transporte público. El relevamiento recabó información en 611 escuelas.

En estos días surgió la información que, además del tapabocas y la limpieza frecuentes de manos, uno de los elementos que aseguran la baja en los contagios es la ventilación de los espacios. El mapa de riesgo elaborado por UTE indica que un 66% de las aulas no tiene forma de generar ventilación natural o cruzada para provocar corriente de aire y que un 25,1% tiene una sola ventana. Por fuera de esas cifras hay casos de aberturas que dan a patios cerrados donde la circulación del aire es limitada. Ninguna de las escuelas tiene medidor de dióxido de carbono que es una de las medidas que tomaron países de Europa para evitar el contagio.

El 70,9% de los establecimientos no cuenta con la cantidad de instalaciones sanitarias que indica la normativa del Gobierno de la Ciudad. El protocolo también  plantea la utilización de bancos individuales para garantizar las distancias. Sin embargo, el 62,1% de las aulas tiene bancos dobles y el 32,4% individuales. “Tendrían que comprar bancos nuevos para la mayoría de las escuelas. Esto está atado a la falta de inversión e infraestructura que sufrimos el año pasado. Lo planteamos en el 2020 y no se hizo nada. Al contrario, se redujo el presupuesto de infraestructura en un 70%. Tampoco se hizo la señalización, un 69% no tiene marcados los espacios en las escuelas como propone el ministerio”, dijo Pablo Francisco, secretario de CYMAT de UTE a Tiempo Argentino.

La ministra Acuña asegura que en los Hospitales de Niños los médicos no se han contagiado por lo que los docentes tampoco lo harán.

Con respecto a esto último, en un informe del Ministerio de Salud nacional se menciona que hubo 52 menores de 18 años fallecidos y más de 56 mil contagiados a octubre de 2020. Por otro lado, sí hay muchos doctores contagiados y la mayoría porque trabajan en más de un hospital o centro de salud, como ocurre también con los docentes. En este sentido, más del 68% de docentes de secundaria trabaja en dos o más escuelas.

La semana próxima los sindicatos docentes convocaron a asambleas virtuales para definir acciones.

Cabe preguntarse si desde el Ejecutivo porteño van a darle otro subsidio a las cooperadoras que el año pasado no recaudaron nada o si van a adecuar las escuelas en una semana. Como así también si van a entregar los elementos de limpieza o cuándo van a desayunar y almorzar les niñes que siempre lo hacían en las escuelas. ¿Van a entregar tarjetas alimentarias o bolsones de comida nutritivos? ¿Van a garantizar transporte escolar o nos van a dejar contagiarnos en el transporte público?

Ante tantos interrogantes hay una certeza: este gobierno sigue construyendo un relato sin garantizar la salud de la comunidad educativa.