Géneros

29 diciembre, 2020

No en nuestro nombre

En el último tiempo se escucharon múltiples pretextos por parte de los sectores “provida” respaldándose en que, en caso de que se apruebe la legalización del aborto, se llevaría a cabo un “genocidio masivo de niñes por nacer con síndrome de down y otras discapacidades”. Para aportar al debate, dialogamos con Soledad Gelvez, militante feminista por los derechos de las personas con discapacidad y presidenta del Movimiento Mirame Bien de Santa Fe.

Inti Costanzo*

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Durante las actuales jornadas históricas de debate por la legalización del aborto en nuestro país, hemos asistido nuevamente a argumentos retrógrados y oportunistas que intentan contraponer derechos y embarrar la cancha de cara al tratamiento de la ley.

En esta entrevista con Soledad Gelvez, presidenta del Movimiento Mirame Bien de Santa Fe, Coordinadora del Consejo de Género de la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes (FAICA), feminista y militante por los derechos de las personas con discapacidad, sumamos una mirada alternativa acerca del debate sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo y la discapacidad, una arista indispensable para pensar la autonomía y el deseo.

-Tanto en el debate informativo previo en comisiones como en el posterior debate en el recinto, escuchamos voces como las del especialista en bioética Nicolás Lafferriere o el diputado cordobés de Juntos por el Cambio, Luis Juez, señalando que la posible aprobación del proyecto de IVE implicaría una suerte de genocidio masivo de “niñes por nacer con síndrome de down y otras discapacidades”. ¿Qué opinión tienen desde el movimiento de lucha por los derechos de las personas con discapacidad?

-Preocupa y molesta, es lisa y llanamente utilización política de la discapacidad por parte de los sectores que se oponen a la sanción de la ley. Quienes formamos parte del colectivo de personas con discapacidad (PCD), y militamos por una mirada interseccional de las cuestiones de género y discapacidad, hemos tenido conocimiento del trato que se le dio al tema en las comisiones de las cámaras de diputados y senadores, y consideramos que es inadmisible que se utilicen desde historias de vida (diciendo que se ama y se disfruta a un hije o familiar con discapacidad “a pesar” de la misma), hasta el ridículo de estos mensajes mal intencionados que afirman que si la ley fuera sancionada, daría lugar a una supuesta eliminación masiva de personas con discapacidad, algo que el proyecto de IVE por supuesto no establece.

-¿Te parece una estrategia efectiva por parte del sector celeste o crees que no logra hacer mella en el debate?

-El problema es que el argumento es tendencioso y malintencionado. Busca crear un escenario ficticio de una supuesta contraposición de derechos, como aquella campaña que pretendió hace meses atrás, generar confusión presentando como antagónicas luchas que no se excluyen, como son la demanda por accesibilidad e inclusión, y el lenguaje inclusivo. Es una estrategia discursiva que se monta sobre los mitos y prejuicios que circulan en nuestra sociedad de la peor manera, ubicando a las PCD como seres de luz que deben ser cuidados, y nunca como sujetes de derechos y autonomía.

-¿Tuvieron alguna consulta o pedido de información por parte de estos sectores que hablan sobre la discapacidad en tercera persona?

-Para nada, más bien nos encontramos ante un  nuevo avasallamiento a nuestra posibilidad de participar en este debate, aportando nuestra voz y nuestra lectura, y no nos sentimos en absoluto representades por estas personas y discursos que, en un momento histórico, se desentienden completamente de una de nuestras más fuertes y resonantes banderas de lucha, el «nada sobre nosotres, sin nosotres».

Estos discursos  que responden a intereses que nos son tan ajenos, y que tan alejados están de nuestras luchas, ocultan además el trato discriminatorio y estigmatizante desde el que históricamente se ha mirado e intervenido en las vidas de las personas con discapacidad, quienes aún hoy no tenemos plena autonomía ni posibilidad de decidir sobre nuestra salud sexual y reproductiva, tanto en lo que respecta al mantenimiento de nuestra fertilidad, la elección de métodos anticonceptivos, el consentimiento libre e informado, y el acceso a educación sexual integral con perspectiva de discapacidad.

-Hablaste de autonomía. El proyecto de IVE señala que “las personas que actúan como sistema de apoyo no representan ni sustituyen a la persona con discapacidad en el ejercicio de sus derechos y, por tanto, es necesario que el diseño del sistema de apoyo incorpore salvaguardas adecuadas para que no existan abusos y las decisiones sean tomadas por la titular del derecho”. ¿Qué opinás de esta parte del articulado?

-Es fundamental, ya que a su vez el proyecto de ley establece criterios de accesibilidad para que las mujeres y personas gestantes con discapacidad podamos acceder, si lo deseamos y necesitamos, en igualdad de condiciones que las demás personas a una interrupción de embarazo segura, en un marco de legalidad, asepsia y gratuidad. Porque las personas gestantes con discapacidad también abortamos y también tenemos derecho a maternidades deseadas.

-¿Qué reflexión te merece la doble vara de querer por un lado “preservar la vida de les niñes con discapacidad por nacer”, y por otra parte de las esterilizaciones forzadas que muchos de estos mismos sectores promueven a mujeres con discapacidad que quieren ser madres?

– Es una lectura bastante curiosa respecto de la vida y los derechos sexuales y reproductivos de las PCD. Por un lado, estos sectores dicen defender sus vidas,  pero por otro se les desaconseja que ejerzan la maternidad, se las cree incapaces, se las subestima, y en estos casos aberrantes las familias o los representantes legales deciden que se las esterilice de manera forzada, sin informarlas, ni consultarles, prescindiendo de su consentimiento o convenciéndolas de que se realicen este procedimiento, irreversible, a través de engaños. Incluso se les ha realizado a adolescentes de menos de 18 años, algo que la ley de anticoncepción quirúrgica 26.130 no permite, pero al tener en cuenta la condición de discapacidad de estas adolescentes se hizo lugar al pedido, entendiendo que “era por su bien, que era lo mejor”.

-Para sintetizar, ¿con qué mensaje dirías que viene respondiendo entonces el movimiento disca a esta ofensiva capacitista y anti derechos?

-Retomamos el pedido que desde diversas organizaciones de la sociedad civil, políticas y de derechos humanos hemos realizado para contrarrestar esta cruzada que pretendió desinformar, atemorizar y confundir, exigiendo que no nos usen para sus argumentos del medio evo. Porque nosotres también deseamos, y deseamos #QueSeaLey.

*Politólogo, colaborador de la Biblioteca Argentina para Ciegxs y docente del Bachillerato Popular Atuel del Movimiento de Trabajadores Excluídos.

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