9 diciembre, 2020
Las secundarias ya elegimos
La lucha por el aborto legal seguro y gratuito fue uno de los acontecimientos políticos más grandes de los últimos años, donde les estudiantes secundarios tuvieron un protagonismo indiscutible. Por eso, Notas entrevistó a Lucero Diacakis, secretaria general del centro de estudiantes del Julio Cortázar, y Valentina Buonocore, coordinadora y secretaria de ciclo superior del Lenguas Vivas.


Lucía Maurino
Como nos cuentan las pibas, la magnitud que cobró la lucha por el aborto en los secundarios se entiende por la cercanía que tenía el debate para elles. Si bien la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) fue aprobada en 2006, nunca se implementó de manera transversal, laica y científica, y esto hace que los abortos clandestinos sean una realidad no tan lejana de la vida de les pibes. En los debates en comisiones escuchamos como señores y señoras de 60 años argumentaban que morir en la clandestinidad era un castigo justo por querer gozar de nuestra sexualidad libremente, sin miedos ni prejuicios, y cuestionar esos discursos para elles fue una respuesta natural.
Valentina Buonocore, coordinadora y secretaria de ciclo superior del Lenguas Vivas, sostiene que la lucha por el aborto legal va de la mano con ser secundarias, y para elles la cuestión se remonta al primer ni una menos, donde la lucha del movimiento feminista les organizó y les encaminó para el mismo lado. Cuando en 2018 se presentó nuevamente el proyecto, el debate para les pibes ya estaba saldado. Les estudiantes ya habían elegido.
Lo más llamativo del proceso de lucha a la interna de los colegios fue la amplitud de gente participando. “La lucha excedió lo partidario y si militabas o no, fue una lucha que nos unió y nos organizó a todes para el Congreso y con los pañuelos verdes en alto. Ahí eramos todes de la misma agrupación: la que peleaba por el aborto legal, seguro y gratuito” dice Lucero Diacakis, secretaria general del centro de estudiantes del Julio Cortázar.
La enorme participación permitió abrir en los centros de estudiantes comisiones de géneros, espacios de mujeres y disidencias, de masculinidades, se hicieron plebiscitos, compraron pañuelos, participaron de los martes verdes, hicieron pernoctazos y tomas. En las escuelas lo vivieron muy de golpe, como una ola que arrasó y pintó todo de verde, donde las pibas se movilizaron para poder estar juntas y acompañarse en ese momento histórico con la organización y la sororidad. Hubo una reacción muy compañera a pesar de todas las diferencias.
“La victoria en Diputados fue una bocanada de aire fresco”, comentan las estudiantes. En ese momento, les pibes se dieron cuenta de que podían transformar la realidad, que moverse y discutir cambia las cosas y permite ver plasmado en victorias concretas todos los años de lucha y organización. La derrota en el Senado fue una cachetada, pero también un empujón para seguir luchando y reclamando por los derechos que nos pertenecen. A partir de la lucha por el aborto legal surgieron un montón de otros reclamos que llevaron adelante las secundarias, como la implementación de los protocolos contra la violencia de género en sus escuelas, o el avance de la real implementación de la ESI. Ese año la Coordinadora de Estudiantes de Base además logró organizarse para llevar a más de 200 pibas Trelew a lo que para muchas fue su primer Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans.
“Los centros de estudiantes se transformaron para siempre y la gente se dio cuenta de que la vida es política y la militancia nos atraviesa constantemente, y eso le dio impulso a muches pibes a animarse a participar, especialmente dentro del movimiento feminista”, comenta Valentina. Lucero remarca que para les jóvenes lo más valioso fue saber que nadie podía seguir hablando por elles, y que las bancas de Diputados las tenían que conquistar para llevar sus voces, tal como pasó con la legisladora porteña Ofelia Fernández. Las compañeras entendieron la potencia del movimiento feminista y tomaron los lugares que les pertenecían, lo que se vió plasmado en la cantidad enorme de pibas que ocuparon cargos de representación en sus centros de estudiantes en relación con años anteriores.
Les pibes están cansades de que se olviden de elles y sus derechos, y de que no les tengan en cuenta. Por eso, este jueves, cuando se trate nuevamente la Interrupción Voluntaria del Embarazo, las secundarias vuelven a salir a la calle con manija de agitar y convocando a lo loco, con muchas ganas de reencontrarse, volver a festejar juntas, llorar de la alegría y seguir luchando. Tenemos que estar más presentes que nunca, cuidandonos, pero mostrando la potencia de nuestro movimiento porque es por nosotras, nuestras hermanas, nuestras compañeras. Es ahora y va a ser ley.
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