24 noviembre, 2020
Silencio internacional ante la guerra en el Sahara Occidental
El 13 de noviembre Marruecos violó el alto el fuego y los acuerdos de paz avanzando aún más en la ocupación ilegal del territorio saharaui. El Frente Polisario respondió con ataques militares a lo largo de todo el muro que divide su país.


Santiago Mayor
Tras una pausa de casi 30 años, la guerra en el Sahara Occidental entre Marruecos y el Frente Polisario, la organización político-militar que representa al pueblo saharaui, se ha reanudado.
Rabat, que ocupa ilegalmente gran parte del territorio desde 1975, había estado violando sistemáticamente la soberanía de la llamada “franja de amortiguación”, al sur del territorio, que está bajo control de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). El paso fronterizo de El Guerguerat, el más importante entre la RASD y Mauritania, fue convertido por los militares marroquíes en una de las zonas de tráfico ilegal más importante del mundo.
Esto desató protestas y llevó al Polisario a declarar el “estado de guerra” el 6 de noviembre pasado cuando se confirmó que la potencia ocupante estaba desplazando tropas a la zona restringida.
Tanto el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, como el presidente de Sudáfrica y la Unión Africana, Cyril Ramaphosa, pidieron entonces que se respetaran las fronteras y el statu quo establecido por los acuerdos militares de 1997 y 1998.
A pesar de esto Marruecos no sólo continuó su accionar sino que la noche del 13 de noviembre lanzó un ataque contra la población civil saharaui en El Guerguerat. La ofensiva fue reconocida por el propio Ministerio de Exteriores y el estado mayor de las Fuerzas Armadas marroquíes. Asimismo, el rey Mohamed VI lo admitió días después en comunicación directa con Guterres.
Marruecos amplía la ocupación y reanuda la guerra abierta
Luego de la agresión, el presidente de la RASD, Brahim Ghali, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga condenando el accionar marroquí y utilizando su fuerza en el terreno, la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (Minurso), para poner fin a la violencia. Sin embargo no obtuvo respuesta.
Por su parte, la RASD emitió un comunicado en el que señaló que tal como lo confirmó “la Minurso y luego el primer ministro marroquí a los medios de comunicación el 17 de noviembre de 2020, Marruecos ha construido otro ‘muro de arena’ que se extiende hasta la frontera mauritano-saharaui para rodear la parte recién ocupada del territorio saharaui”.
Esta barrera viene a ampliar el muro construido durante la década de 1980 que tiene más de 2700 kilómetros y divide en dos el territorio del Sahara Occidental: de un lado la parte ocupada y del otro los territorios liberados por el pueblo saharaui.

Ante esta nueva inacción de la comunidad internacional el Frente Polisario ha resuelto retomar la lucha armada que había abandonado en 1991. La organización había aceptado deponer las armas a cambio de un referéndum de autodeterminación que, sin embargo, hasta el día de hoy no se ha realizado por las trabas impuestas por Rabat y la inoperancia de la Minurso.
“La guerra, que el propio Estado ocupante marroquí ha admitido haber iniciado, ha convertido a todo el Territorio del Sáhara Occidental en una zona de guerra abierta”, apuntó el documento de la RASD antes mencionado. “Hasta ahora, a pesar del intento de Marruecos de restar importancia a la gravedad de la situación, a lo largo del muro militar ilegal marroquí continúan los intensos enfrentamientos militares entre el ejército saharaui y el ejército de ocupación marroquí, añadió.
Asimismo, historizó que “durante casi tres décadas, el pueblo saharaui ha estado esperando pacientemente el referéndum prometido por la ONU y el Frente Polisario ha estado ejerciendo la máxima moderación para salvaguardar el alto el fuego a pesar de las continuas provocaciones, acciones desestabilizadoras y transgresiones de Marruecos, incluidas, entre otras cosas, sus documentadas violaciones de derechos humanos”.
“El reciente acto de agresión marroquí muestra que la paciencia del pueblo saharaui y la moderación demostrada por el Frente Polisario han hecho que Marruecos sea más desafiante”, analizó el texto. Y aseguró que Rabat “se ha envalentonado por el silencio y la inacción de la ONU”.
Por eso el Frente Polisario “no ha tenido otra opción que ejercer su sagrado derecho a la autodefensa y utilizar todos los medios legítimos para defender el territorio saharaui contra la agresión marroquí”, concluyó.
La historia de una lucha por la independencia
El Sahara Occidental es un territorio pendiente de descolonización según las Naciones Unidas y cuya potencia administradora es formalmente España. Es que, hasta 1975, esa región del continente africano era una provincia del país europeo.
Ese año Madrid había decidido otorgarle la independencia al pueblo saharaui tal como demandaba el Frente Popular de Liberación de Saguia El Hamra y Río de Oro (Polisario) que se había conformado en 1973.
No obstante, este no era el único que reclamaba su soberanía. Desde la independencia de su país en 1956, el rey marroquí Hasan II comenzó a esbozar el proyecto del Gran Marruecos. Un reclamo asentado en la historia de distintos reinos que gobernaron esa región del continente e incluía partes de Argelia y el Sahara.
Por eso, ante el inminente proceso de descolonización planeó la anexión. Para eso negoció con Mauritania entregarle un tercio del territorio e hizo una presentación ante el Tribunal de La Haya argumentando su derecho soberano sobre el Sahara Occidental.
Aunque la Corte Internacional de Justicia falló en contra de los intereses de Marruecos, el 6 de noviembre de 1975 el monarca dio inicio a la llamada “Marcha verde” convocando a su pueblo a ingresar al Sahara Occidental. Así logró que el 14 de noviembre se firmara el Acuerdo Tripartito de Madrid, en el que España transfirió el Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania, violando el mandato de la ONU y su propia promesa de dar autonomía al pueblo saharaui.
Fue entonces que se dio uno de los crímenes de guerra más aberrantes de todo el conflicto: el ejército español, en retirada y cómplice de Rabat, encerró a los saharauis en sus poblados y los dejó sin combustible para que no pudieran huir. Marruecos llevo adelante un verdadero genocidio (así fue calificado por la justicia española años más tarde) mediante masacres masivas atacando poblados y campos de refugiados con napalm, fósforo blanco y bombas de fragmentación.
El Frente Polisario, que declaró el nacimiento de la RASD, comenzó una batalla contra los nuevos ocupantes. En 1979 logró un acuerdo con Mauritania para que se retirara del territorio, sin embargo Marruecos decidió profundizar su ofensiva y entre 1980 y 1987 levantó un muro de más de 2700 kilómetros con ayuda israelí y de países del golfo pérsico.
De esta forma el Sahara Occidental quedó dividido entre una zona bajo ocupación colonial marroquí y otra controlada por el Polisario.
Tras varios años de conflicto, en 1991 el Polisario decidió poner fin a las acciones armadas. Se instaló en la zona la Minurso que debía organizar un referéndum de autodeterminación que se iba a realizar en 1992 pero, hasta el día de hoy, no se llevó a cabo porque Marruecos impugna sistemáticamente el padrón cuestionando la ciudadanía que quienes hoy viven en los campos de refugiados en Argelia.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.