Derechos Humanos

10 noviembre, 2020

“No hay soluciones y en el medio siempre queda el preso”

El último fin de semana de octubre último una protesta de detenidos en la provincia de Buenos Aires fue reprimida dejando numerosos heridos. El conflicto y la tensión siguen vigentes pero las soluciones a los reclamos no aparecen. Hablamos al respecto con Darío Pitarquis quien se encuentra privado de su libertad en la Unidad 9 de La Plata.

El pasado 31 de octubre presos de distintas cárceles de la Provincia de Buenos Aires protestaban, entre otros reclamos, por la suspensión de las visitas familiares desde el inicio del aislamiento en marzo, además de la falta de atención médica y sanitaria para los contagiados de coronavirus.

Como respuesta, el Servicio Penitenciario bonaerense reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos. Incluso aparecieron incendiados los centros de estudiantes de los penales de la Unidad N° 31 de Varela y de la Unidad N° 48, donde funciona el Centro Universitario de la Universidad de San Martín. 

Por el momento el conflicto continúa, las soluciones no aparecen y el malestar entre la población carcelaria no cede.

“La idea era hacer algo de manera pacífica pero la represión del Servicio (Penitenciario) hizo que se desmadre todo. Y hubo enfrentamientos durante los dos días con privados de la libertad que perdieron los ojos”, relató en diálogo con Notas Darío Pitarquis, quien al momento de los hechos estaba privado de su libertad en la unidad de Florencio Varela y luego de la represión fue trasladado a la Unidad 9 de La Plata.

 “El final de la protesta fue desastroso. Hubo muchísimos pibes lastimados y un abuso de poder terrible. Pibes que ya estaban reducidos y sin embargo el Servicio los torturó”, denunció Darío.

Entre los reclamos que impulsaron la protesta se pedía por “la vuelta de las visitas, la posibilidad de volver a ver a nuestros familiares y lo más importante es reclamarle al Poder Judicial con respecto a que se cumplan las libertades en tiempo y forma”, enumeró. ”También una compensación con respecto al tiempo de pandemia que no recibimos visitas. Es decir, que se compute dos por uno. Porque también este tiempo de pandemia el sistema judicial estuvo de feria. No estuvo resolviendo nada”, añadió.

“Pasamos a ser rehenes del sistema”

“Lo que se propuso -cuenta Dario-  eran todos reclamos justos para poder dar una solución a la problemática en los penales. Condiciones de superpoblación que son insostenibles y que hacen que se viva en condiciones inhumanas”. 

“Hay muchos pibes que están en condiciones de acceder a los institutos liberatorios y no se está cumpliendo. Pasamos a ser rehenes del sistema”, sostuvo.

A su vez, considera que existieron ciertas actitudes por parte del Servicio Penitenciario que  hicieron que la protesta terminara de la peor manera. “Hubo todo un manejo y una manipulación por parte del Servicio. Nosotros creemos que hubo detrás una movida política para desestabilizar al gobierno de Axel Kicillof. Tocaron un tema muy sensible como es el de las visitas que fue la gota que rebalsó el vaso”, expresó Darío. 

“Se viene haciendo reclamos hace años desde gestiones anteriores, pero el tema del hacinamientos, la superpoblación y que ningún pibe se va en libertad, se le sumó el tema de la pandemia y el corte de las visitas. Pasaron muchos meses y se volvió a dar visitas a varias cárceles federales. Eso hizo que en provincia (Buenos Aires) los presos se empezaran a motivar con que acá iban a volver las visitas también”, contó. 

“El Servicio tocó ese tema para generar lo que pasó después. Hubo muchas idas y vueltas de su parte. Primero dijeron que no había visitas, después que había y finalmente que no. Muchas familias ya habían viajado y estaban afuera de los penales haciendo la fila para entrar. Esto es algo que pasa siempre en los penales. Todo eso ocasionó el reclamo”, explicó.

Al respecto, el Ministerio de Justicia bonaerense “manejó como pudo la situación  y en algún momento dió vía libre para que se reprima”, opinó.

“Nadie quiere tomar el toro por las astas y dar soluciones concretas”

Afirmó Darío acerca de las problemáticas que se viven hoy en los penales. “Se hizo una pelota gigante que se la van tirando Poder Ejecutivo con el Poder Judicial y Legislativo y ninguno se hace cargo, el tiempo va pasando y el malestar en las cárceles va en aumento”, explicó. “No hay soluciones pero sí una manipulación constante de las autoridades tanto ministeriales como del Servicio Penitenciario. Y en el medio siempre queda el preso”, expresó.

Actualmente se hizo una presentación a la Cámara de Casación Penal pidiendo la compensación de pena del tiempo de pandemia para que se compute el dos por uno. “Casación tiene la posibilidad de que esto no sea para peor” porque “aunque sea concediendo una de las tantas cosas que pedimos que es la compensación del tiempo sufrido en pandemia podría amortiguar un poco los ánimos que están muy caldeados en los penales”.

No obstante, la represión “sigue hasta la actualidad porque hay muchos pibes que siguen siendo trasladados arbitrariamente, nos siguen castigando”, denunció. “También una de las cosas que estamos reclamando es que el Servicio pare de reprimir a los compañeros privados de la libertad”, agregó.

“La única solución es que las cárceles se descompriman antes que esto termine mal, termine en una masacre y muchas muertes. Lo que pasó entre el 31 y el 1 es un aviso”, concluyó.

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