Ambiente y Hábitat

28 octubre, 2020

Miles de científicos contra la aprobación del trigo transgénico

En una Carta Abierta al Gobierno nacional investigadores del Conicet y universidades públicas criticaron la medida. «Remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo», afirmaron. Y a la vez sostienen la necesidad de realizar una transición hacia sistemas de producción agroecológicos.

A principios de este mes, el Ministerio de Agricultura aprobó la regulación del uso del trigo transgénico tolerante a la sequía (HB4), desarrollado por la firma Bioceres, una empresa nacional que cotiza sus acciones en Nueva York, convirtiendo al país en el primero en el mundo que autoriza la producción de trigo modificado genéticamente.

La producción de semillas alteradas genéticamente continúa generando rechazo en una buena parte de la comunidad científica. Por eso es que más de 1000 científicos del Conicet y de 30 universidad públicas nacionales expresaron su rechazo a esta decisión del gobierno por medio de una Carta Abierta.

En la misma afirman que “esta autorización remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo en términos ambientales y sociales, causante principal de las pérdidas de biodiversidad, que no resuelve los problemas de la alimentación y que amenaza además la salud de nuestro pueblo confrontando la seguridad y la soberanía alimentaria”.

A su vez, alertan que que el glufosinato de amonio, que se usará con el nuevo trigo, “es un herbicida 15 veces más tóxico que el glifosato, ampliamente cuestionado y prohibido en muchos países por su toxicidad aguda y sus efectos neurotóxicos, genotóxicos y alteradores de la colinesterasa».

 «Es letal para organismos que contribuyen naturalmente a mantener la dinámica de los agroecosistemas, deteriora enormemente la calidad del agua dulce acelerando procesos de eutrofización y penetra hacia napas subterráneas”, advierten.

El proceso desregulatorio del trigo HB4 ha sido iniciado ya en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Trigall Genetics también se encuentra preparando presentaciones para Australia y Rusia, así como en otros países de Asia y África.

Sin embargo, los científicos afirman las consecuencias negativas del uso de estos paquetes tecnológicos no solo en Argentina sino en gran parte del mundo. “Cientos de investigaciones sobre daños ambientales y sanitarios han sido publicadas en revistas científicas internacionales y muchos más testimonios y denuncias han sido impulsadas de manera sostenida por comunidades, trabajadores de la salud y movimientos sociales de nuestra región”, remarcan

Entre las consecuencias negativas del glufosinato también enumeran “el aumento de la susceptibilidad de los cultivos a enfermedades, con el consecuente aumento en la dependencia del uso de más agroquímicos”, el deterioro de “la calidad del agua dulce acelerando procesos de eutrofización, siendo además tóxico para algunos organismos acuáticos” y la penetración en napas subterráneas penetra hacia napas subterráneas, “aumentando la lixiviación del nitrógeno de los suelos”.

Y además informan que con la introducción de este trigo, se incrementará la frecuencia de las fumigaciones durante todo el año. “Hasta ahora, las fumigaciones masivas con agrotóxicos se circunscribían a las temporadas de primavera y verano”, recordaron.

Finalmente, solicitan al gobierno “que dé marcha atrás con esta medida, de corte unilateral que sólo puede explicarse por el avance de intereses corporativos por sobre el interés común, la salud pública, la defensa de la vida y de la casa común”.

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