27 septiembre, 2020
Treinta años del Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro
Desde el año 1990, en América Latina y el Caribe, y unos años más tarde en muchos países del resto del mundo, las mujeres y cuerpos gestantes se organizaron para exigir a los gobiernos la legalización del aborto y la facilitación del acceso al mismo.


Alicia García Tuñón
Millones de mujeres en el mundo siguen muriendo por practicarse abortos inseguros. Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el ocho por ciento de las muertes de mujeres en el mundo se deben a los abortos mal practicados. En la Argentina, se calcula que abortan clandestinamente entre 460 mil y 500 mil mujeres al año, lo que demuestra que la penalización resulta inútil y que es urgente la aprobación del proyecto de ley de la Campaña por el aborto, legal, seguro y gratuito para evitar más muertes por abortos clandestinos.
El Día por el Derecho al Aborto de las Mujeres de América Latina y del Caribe, más tarde conocido como Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro, nació en el quinto Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en San Bernardo, Argentina, que se realizó desde 18 al 24 de noviembre de 1990. Fue una propuesta presentada en el Taller sobre Aborto, organizado por la Comisión por el Derecho al Aborto de Argentina y por las Católicas por el Derecho a Decidir de Uruguay, en conjunto con la participación de feministas procedentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú. A partir de 2009 la campaña también empezó a extenderse por Europa.
La delegación brasileña llevó la iniciativa en conmemoración del 28 de septiembre de 1871, día en que se promulgó en Brasil la Ley de Libertad de Vientres, por la que se consideró libres a todos los hijos e hijas de mujeres esclavas nacidos a partir de la aprobación de la ley.
Luchar por el Derecho al Aborto como parte de la justicia social de un pueblo es reconocer que en el contexto latinoamericano, sumido en la pobreza y la desigualdad social, son las mujeres de los sectores vulnerados quienes sufren o mueren por abortos realizados en clandestinidad, excluidas también de otros bienes culturales y materiales.
América Latina y el Caribe es la segunda región con las tasas más altas de embarazo infantil y adolescente, lo que representa una violación de derechos fundamentales para una vida libre de violencias. La primera es África subsahariana. En ese sentido, uno de los lemas más potentes de esta fecha también es “Niñas no madres”. En esta región, el número anual de abortos clandestinos en adolescentes de entre 15 y 19 años es de aproximadamente 670 mil casos, mientras que las tasas de embarazos no planificados más altas ocurren en los países que restringen el acceso al aborto.
Desde 2007, la Campaña por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito presentó en ocho oportunidades un proyecto para la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). En 2018, después de largos debates y enormes movilizaciones, fue aprobado en Diputados y en agosto de ese año, con dos millones de personas en la calle bajo una fría lluvia, un senado de dinosaurios y con históricos discursos trogloditas rechazó el proyecto por escasos votos. En 2019, volvieron a presentarlo y aún cuenta con estado parlamentario.
Este año, desde la Campaña se reeditaron los martes verdes pero de manera virtual para seguir visibilizando y exigiendo que se trate la ILE en el Congreso, porque se siguen muriendo mujeres, porque siguen presas mujeres por abortar.
Como parte de los 30 años del Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro, se presentó una carta abierta donde se promueve una afichada con la consigna “Es urgente: Aborto Legal 2020”, que será puesto en la carteleras públicas de las zonas de Congreso, el Ministerio de Salud de la Nación, la Casa Rosada y en cientos de comedores y centros de salud.
A las 18 horas, en el canal de Youtube de la campaña se va a hacer un pañuelazo virtual y se va a dar lectura de la carta abierta, bajo el lema #28S #AbortoLegalDerechoEsencial. Durante la pandemia, las mujeres seguimos abortando. Es urgente que sea Ley.
A continuación, presentamos la carta elaborada por la Campaña por la despenalización y legalización del aborto en América Latina y el Caribe.
Aborto Legal: Derecho Esencial
Otro 28 de septiembre nos hermana en la lucha por la despenalización y legalización del aborto en América Latina y el Caribe. Un derecho esencial que los gobiernos deben garantizar. Porque es una de las regiones más desiguales del mundo en razón de clase, de etnia y de género y con altos índices de violencias y por ello, frente a la emergencia sanitaria global los desafíos para los sistemas de salud son aún más importantes. Es imperioso que se garantice como servicio de salud esencial y no se postergue su atención, el aborto, la anticoncepción y todo lo relativo a la salud sexual y reproductiva.
Para las mujeres, las niñas y otras identidades con capacidad de gestar, las restricciones al acceso son aún mayores y en particular afectan con mayor crudeza a quienes pertenecen a sectores marginados y excluidos, que viven en condiciones precarias de acceso a la vivienda, la sanidad, la educación, el empleo, etcétera, con discapacidad, en zonas alejadas de las grandes urbes, pero también a migrantes indocumentadas, desplazadas o que viven en países con dictaduras, perseguidas o en el exilio y en zonas de conflicto armado, las adolescentes y las mujeres en riesgo o que son sobrevivientes de violencia machista y sexual. Estas restricciones también crean riesgos innecesarios de exposición al COVID-19 para mujeres, niñas y sus familias, así como para los proveedores de atención médica.
Ante la falta de medidas gubernamentales específicas para garantizar el acceso seguro y oportuno a servicios, insumos e información esenciales relativas a la salud sexual y reproductiva durante la pandemia, desde la Campaña 28 de Septiembre exigimos que se garanticen las condiciones para el aborto seguro, con calidad de atención y los necesarios cambios jurídicos que otorguen plenos derechos en cada uno de los países de América Latina y el Caribe. Sin estas garantías, los Estados ejercen violencia directa hacia las personas con capacidad de gestar, especialmente a mujeres y niñas.
A 30 años de aquella histórica Declaración de San Bernardo que marcó este día de lucha feminista, nuestro compromiso sigue firme e incesante. No queremos más muertas ni presas por abortos inseguros y clandestinos, ni tampoco queremos niñas torturadas, obligadas a gestar y parir. Queremos el derecho esencial del aborto legal para vivir una vida libre de violencias.
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