Mundo Gremial

27 septiembre, 2020

¿Qué pasa con la paritaria estatal?

Si la pandemia demuestra el rol esencial que desempeñan les trabajadores estatales, también pone en evidencia las precarias condiciones de trabajo y los magros salarios que perciben les estatales.Aunque sería de esperar que la reapertura de la paritaria permitiera revertir esta situación, hasta el momento ocurre lo contrario.

Plenario Nacional de Delegades de ATE convocado por el Consejo Directivo Nacional

Victoria García* y Sol Martínez Allende**

@vicggarcia y solmar1936

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El pasado martes 22 de agosto se reabrió la paritaria estatal, después de cuatro meses de postergación de la discusión salarial que sembraron incertidumbre y preocupación entre les trabajadores estatales. En junio, se había pasado a un cuarto intermedio, a falta de una oferta salarial por parte del Estado empleador para 2020. El acuerdo paritario de 2019 había vencido en mayo, y ni siquiera había llegado a completarse, ya que no se activaron dos cláusulas de revisión acordadas para noviembre y marzo. 

El gremio estatal es uno de los que más fuertemente sintió el impacto de los años del macrismo: la pérdida acumulada del poder adquisitivo de los salarios supera en este sector los 40 puntos porcentuales. Como consecuencia de este desplome, la mitad de les trabajadores estatales nacionales percibe hoy salarios por debajo de la línea de pobreza. Esta roza los $46.000 según cálculos del INDEC, mientras gran parte del personal estatal no alcanza los $30.000 mensuales.

La desvalorización de los salarios de les estatales entra en franca contradicción con la revalorización de sus tareas en el marco de la crisis sanitaria y económica ligada a la COVID 19. En este contexto, les estatales han sido quienes en la práctica han permitido sostener los dispositivos de contención de la pandemia. El sector más directamente comprometido en este sentido es sin dudas el de la salud, cuyos trabajadores enfrentan cotidianamente la expansión del coronavirus exponiendo para ello su propia salud física y mental, muchas veces en condiciones de gran precariedad laboral. 

Pero también hay otres estatales que hoy se encuentran poniendo en marcha las políticas públicas de emergencia para paliar las consecuencias de la emergencia sanitaria y de la crisis económica. Por su parte, les trabajadores de ciencia y tecnología han aportado al desarrollo de vacunas y de métodos de diagnóstico y tratamiento claves para combatir el virus.

Si la pandemia demuestra el rol esencial que desempeñan les trabajadores estatales, también pone en evidencia las precarias condiciones de trabajo y los magros salarios que perciben les estatales.

Aunque sería de esperar que la reapertura de la paritaria permitiera revertir esta situación, hasta el momento ocurre lo contrario: el pasado martes la oferta salarial del Estado empleador fue del 17% en cuatro cuotas a abonar entre octubre de 2020 y abril del 2021. Es decir, muy por debajo de lo que se necesita para avanzar en una verdadera recomposición salarial para un sector tan golpeado como el de les estatales. 

Si bien esta primera propuesta fue rechazada tanto por ATE como UPCN, la experiencia histórica del gremio estatal indica que este último sindicato suele convalidar acuerdos paritarios más allá de su mayor o menor afinidad política con los gobiernos, y por más a la baja que sean esos acuerdos. 

En cuanto a ATE, su actuación en la discusión salarial se encuentra fuertemente condicionada por la disputa interna que atraviesa al sindicato, entre la conducción nacional que se encuentra en manos de la Verde Anusate liderada por Hugo “Cachorro” Godoy, y la Verde y Blanca que dirige la Seccional capital y algunas seccionales provinciales, bajo la cara visible de Daniel “el Tano” Catalano. 

Esta disputa interna distorsiona el rol que debe cumplir el sindicato en un momento particularmente delicado para les trabajadores estatales. Asimismo, la interna debilita la capacidad del sindicato de responder de forma unificada y firme ante una discusión paritaria que hasta ahora no parece ofrecer perspectivas concretas de mejorar la situación de deterioro agudo del salario.

Mientras que la Verde y Blanca se ha enfocado en deslegitimar al Consejo Directivo Nacional, reivindicando su presencia mayoritaria entre trabajadores de organismos nacionales y acusando a la otra lista de haber ganado las últimas elecciones en forma fraudulenta, la Verde se limita a intentar reafirmar su conducción convocando a plenarios de delegados masivos en los que, sin embargo, no puede decidirse nada más que el “voto de confianza” a los integrantes de la dirección nacional. 

En ambos casos, falta una orientación clara respecto de qué hacer si pasa lo que efectivamente está sucediendo: que la propuesta salarial del gobierno no cumpla ni de cerca con las necesidades del gremio estatal en un contexto de deterioro salarial agudo y de una inflación que no cesa.

Es claro que existe un condicionante coyuntural de esta situación, ya que ambas conducciones de ATE forman parte del Frente de Todos y, por ende, se encuentran la dificultad de discutir con un Estado empleador cuya gestión les es afín políticamente. 

Las contradicciones asociadas al hecho de estar “de los dos lados del mostrador” no son sencillas de resolver. Sin embargo, desde el punto de vista de los sindicatos una premisa debería ser ineludible, y es la necesidad de poner siempre por delante la defensa de los derechos de les trabajadores. Esto no implica caer en un denuncialismo abstraído de las condiciones económicas y políticas, sino asumir el papel activo que deben desempeñar les trabajadores, mediante sus herramientas históricas de organización que son los sindicatos, para que la balanza social se incline a favor nuestro, y no en beneficio de los que siempre ganan.

En el caso del gremio estatal, debemos discutir la debilidad de políticas públicas sostenidas con precarización laboral, sostener la necesidad de jerarquizar el empleo público, con salarios dignos, con carrera administrativa y estabilidad laboral. 

La comisión paritaria se volverá a reunir este martes 29 de septiembre. Se espera que el Estado empleador acerque una mejora en la oferta, aunque seguramente no se tratará de una propuesta acorde al deterioro acumulado de los salarios de les estatales. 

Tanto ATE Capital como ATE Nacional han evitado convocar a medidas de fuerza, pero distintas juntas internas y agrupaciones impulsarán acciones virtuales y presenciales durante el día en que se desarrolle la comisión negociadora. La jornada de protesta busca instalar el planteo de que “La deuda es con les estatales”, tal como lo formula la convocatoria de la agrupación Blanca Violeta Granate en ATE Capital.

En efecto, el gobierno se encontrará así el martes frente a una nueva chance de decidir a qué grupos sociales y políticos privilegia como interlocutores: si a los grandes empresarios que se beneficiaron con cuatro años de macrismo, o a les trabajadores vienen poniéndole el cuerpo a las políticas públicas y al Estado cuyo papel se ha mostrado decisivo en el contexto de la emergencia sanitaria.

*Delegada de DD.HH y Generes ATE Conicet Capital/Estatales de pie

**ATE Conicet Capital/Estatales de pie

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