30 agosto, 2020
Cinco años del último acto de Cipe Lincovsky
El lunes 31 de agosto de 2015 falleció a los 85 años la reconocida actriz Cecilia “Cipe” Linkovsky, figura significativa del cine y el teatro argentino. En el ámbito internacional Linkovsky trabajó con figuras de la talla de Lindsay Kemp, Maurice Bejart, Liv Ullmann y Vittorio Gassman.

Cipe Linvovsky hizo su debut en las tablas en el año 1953. Suele ser recordada especialmente por sus protagónicos en Madre Coraje, ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, Anna Karenina y Filomena Marturano. En algún momento contó: “Recordé que mi contacto con el escenario tuvo su comienzo cuando mi padre, que era empresario y boletero del teatro Excelsior, que estaba frente al Mercado de Abasto, me llevaba allí. Me acompañaba mi madre, que hizo con un cajón de manzanas una cuna, y desde ese lugar observaba toda la magia que ya intuía como algo necesario para mi futuro. Si es cierto que durmiendo se puede aprender un idioma, yo aprendí el idish escuchando a los más grandes actores judíos que recitaban a Shakespeare, a Gorki, a Lermentov y a muchos otros. Y así crecí, entre las candilejas y esos maestros de la actuación que me brindaron su sabiduría y su emoción”.
Durante la década del 70 comenzó a consolidarse en el mundo audiovisual. En televisión protagonizó Alta comedia (1971), mientras que en la pantalla grande sus elecciones cinematográficas no dejaban lugar a dudas acerca de sus simpatías izquierdistas: Boquitas pintadas, La tregua y Quebracho son las tres de 1974. En 1975 el inminente golpe militar la decidió por un exilio que se prolongó hasta 1980. En sus años en el extranjero residió en España, Venezuela, Alemania y Francia.
La restauración democrática argentina la identificó como una de sus voces políticas. En la pantalla grande se la recuerda por sus trabajos en El juguete rabioso (1984), El sol en botellitas (1985), Pobre mariposa (1986), Punto final (1987), Conviviendo con la muerte (1988) y Tango desnudo (1991).
Poco después encaró la gira que le dio trascendencia mundial. Junto a Jorge Donn llevaron a Europa y Asia Nijinsky, clown de Dios, unánimemente alabada por la crítica. En 1992 triunfó en el Festival Internacional de Caracas con la obra Siempre vuelvo. El mismo año obtuvo el primer premio del Festival Internacional de Unipersonales de Israel con Lo mejor de Cipe.
En 1994 obtuvo los premios María Guerrero y Florencio Sánchez como Mejor Actriz por su rol en El patio de atrás. En 1998, al cumplirse los cien años del nacimiento del dramaturgo alemán, presentó Cipe dice Brecht, espectáculo con el que obtuvo también en Israel el Premio Habima al Mejor Unipersonal. La pieza estaba integrada por poemas, canciones y monólogos en versiones que ella misma había traducido. Ya en el 2000 realizó una gira internacional actuando en Che, Quijote bandoneón, del coreógrafo francés Maurice Béjart.
En 2001 recibió el Premio Konex e hizo una de sus últimas apariciones cinematográficas con Un amor en Moisesville. En 2007 fue nombrada Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Su última aparición en cine fue en El amigo alemán (2013).
Desde su cuenta de Twitter, la Fundación Huesped expresó en el año 2015 su lamento por “el fallecimiento de Cipe Lincovsky, quien fuera la voz de nuestra primer campaña”, dando cuenta de que también Lincovsky supo prestar su imagen y su voz a una campaña de vanguardia en aquél momento, como ya lo había hecho años atrás participando en otras contra la violencia hacia las mujeres y por la legalización del aborto.
En el libro Encuentros. Vida de una artista, supo confesar: “Nací argentina, judía y actriz. Lo único que me faltaba para estar bien pero bien jodida era ser negra y comunista”.
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