Mundo Gremial

27 agosto, 2020

Crónica del rechazo del ministro Trotta al protocolo de su par porteña

Tras una semana de haber presentado el protocolo para abrir las escuelas porteñas, el Jefe de Gobierno y su Ministra de Educación, Soledad Acuña, sufrieron un duro revés cuando Nicolás Trotta les comunicó el rechazo de la cartera nacional.

Alicia García Tuñon

@AliGarciaTunon

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Desde que Horacio Rodríguez Larreta anunció la vuelta de 5100 estudiantes a las escuelas a partir del 31 de agosto, las comunidades educativas comenzaron a organizarse. Cooperadoras, docentes, directores de escuelas, supervisores de los distintos niveles, centros de estudiantes, colectivos como Familias por la escuela pública o la Multisectorial por la Educación hicieron innumerables comunicados, notas de repudio, videos y solicitadas on line.

 Al día siguiente, la ministra Acuña aclaró que las escuelas se abrirán como espacios digitales para 6500 estudiantes de los barrios más vulnerados: Para pibes que perdieron el contacto con la escuela y para tode aquel que quiera concurrir a los establecimientos para estudiar. El número para concurrir con turno lo ampliaban a 9500 estudiantes. No quedaba claro ni con qué criterio daban ese número y tampoco cómo se asignarían los turnos a las familias no conectadas. El martes 18 de agosto elevó el protocolo a Nación para su aprobación.

Tanto la CTERA como la UTE  hicieron saber su rechazo a que las escuelas sean cybers para pobres. La postura era clara: en medio de los más de 1000 casos diarios o 1500 como el último miércoles, la respuesta no era abrir las escuelas y hacer que alumnes y docentes circulen por la ciudad. Sino distribuir más computadoras y liberar la conectividad además de entregar más cantidad de material didáctico impreso. También expresaron su repudio porque el Gobierno no convocó a las comunidades para la elaboración del protocolo tal como recomendaba el Consejo Federal de Educación.

Es necesario recordar que todas las jurisdicciones ratificaron el protocolo nacional en el Consejo Federal de Educación a través de la resolución 364/2020. Los lineamientos son de cumplimiento obligatorio y establecen una serie de pautas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de la vuelta a clases. También dispone que cada jurisdicción debe elaborar un plan en conjunto con la comunidad educativa para evaluar la implementación del protocolo. Nada de esto se siguió en la Ciudad de Buenos Aires.

Los medios hegemónicos comenzaron la semana haciendo publinotas en las que señalaban sin tapujos que la CTERA presionaba al ministro Trotta para que rechazara el protocolo de la ciudad. Mientras tanto, la comisión evaluadora de Nación analizaba cada uno de los ítems que se debían tener en cuenta para su aprobación y que debía pronunciarse el martes a la tarde.

Días antes, el propio presidente había dicho que no acordaba con la estrategia de Ciudad de hacer movilizar a 6100 estudiantes en lugar de entregarles computadoras.

El lunes, el ministro Trotta se reunió con integrantes de la Multisectorial de la Educación. A través de un zoom, madres de barrios populares, representantes de centros de estudiantes, cooperadores y algún docente le expresaron los motivos por lo que le solicitaban que rechazara el protocolo de la ministra Acuña. Temor a más contagios, falta de diálogo con la comunidad, no haber continuado con el Plan Sarmiento de entrega de computadoras en primaria y la cancelación del programa Conectar-Igualdad en media desde 2016. 

También reclamaron por la falta de conectividad para familias y docentes. Un audio de esa reunión fue utilizada por algunos medios para decir que los sindicatos presionaban al ministro.

El miércoles, finalmente, Trotta le notificó a la Ciudad el rechazo al protocolo. “Vamos a insistir con la propuesta de abrir. No vamos a resignarnos a ponernos de acuerdo en un tema tan prioritario como es la educación”, señaló Acuña en una radio. Y agregó: “No hay razón epidemiológica que justifique el rechazo de la Nación”.

¿Qué dice el dictamen de la comisión evaluadora?

En un extenso informe, la comisión ad hoc analizó el protocolo porteño denominado “Conectate con la escuela”.

Concluyen que de las 33 acciones previstas, la solicitud cumplía sólo con 10 ítems. Por otro lado, señalan que era muy poco probable suponer una real autonomía de los estudiantes para el uso de las computadoras sin el acompañamiento docente. También que eran necesarias fuertes propuestas pedagógicas que hagan foco en el acompañamiento y en las intervenciones didácticas para volver a construir condiciones de aprendizajes de estos estudiantes.

“El protocolo no responde a ninguno de los criterios pedagógicos ni normativos acordados por el Consejo Federal” dictaminan. Tampoco cumplen con el requerimiento base epidemiológico de que la apertura de las escuelas puede darse en conglomerados urbanos con tasa nula o mínima de contagios. “¿Cómo la apertura de escuelas como espacios digitales contribuirán a la reducción del riesgo de contagio?”, se preguntan.

Realizan finalmente una serie de recomendaciones a fin de garantizar computadoras, conectividad, distribución de material impreso, diferentes abordajes para acercarse a les estudiantes que perdieron contacto con la escuela y lineamientos para acompañar las trayectorias educativas a fin de asegurar la continuidad pedagógica.

La ministra porteña se muestra en todos los medios planteando no entender el rechazo y denunciando motivaciones políticas en los sindicatos docentes. También redobló la apuesta haciendo un video dirigido a las familias. En él les asegura -con un tono similar al que usaba María Eugenia Vidal- que les niñes y jóvenes estarán protegides en la escuela. Mientras tanto en la ciudad se informaron 1554 nuevos contagios.

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