Salud

23 agosto, 2020

Pandemia y desigualdad en la ciudad más rica del país

Si vivís en el sur de la Ciudad de Buenos Aires tenés tres veces más posibilidades de morir que si habitas las comunas del norte. El Covid-19 es un ejemplo más de una desigualdad estructural que no ha parado de crecer desde que el PRO gobierna el distrito.

Sebastián Gatti*

@gattitosco

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Después de más de 8 meses desde que se inició la pandemia en la ciudad de Wuhan en China, se comenzaron a ver en todo el mundo manifestaciones que denuncian que el Sars-Cov-2 es en realidad, una conspiración mundial a cargo de Bill Gates y George Soros que tiene como objetivo vender una vacuna con nanochips y que le permitió a los gobiernos mayor control sobre su población. 

Una versión de los terraplanistas de los cuales tanto nos reímos en el 2019. Pero en esta oportunidad la situación tiene una gravedad particular por dos razones evidentes. Por un lado, porque el aislamiento es la única medida efectiva para evitar la propagación del virus y las marchas de estos personajes atentan contra ello. Por el otro, y más grave aún, porque contamos con presidentes como Jair Bolsonaro y Donald Trump en nuestro continente que se transformaron en la voz de los anticiencia y de los que creen que el único pecado que realmente vale el infierno es dejar de producir y consumir.

En nuestro país se vivió el 17 de agosto. Una expresión marginal en relación a la masividad de la convocatoria pero relevante por el lugar que ocupó en los medios de comunicación y en la voz de referentes de la oposición, entre ellos el turista Mauricio Macri. Esa movilización es difícil de homogeneizar porque los reclamos fueron variados, pero claramente no fueron los sectores populares, los más golpeados materialmente por la pandemia, los que participaron.

«Hace ya varios meses el consenso en relación a la medida se comenzó a erosionar como producto de la orientación de sectores radicalizados de la derecha argentina y por el “dejar hacer” de Horacio Rodriguez Larreta»

Nadie puede negar el hartazgo de estos meses de aislamiento social y las evidentes dificultades económicas que trajo aparejada la pandemia. En ese marco es cada día más difícil sostener el ASPO, posiblemente como producto del éxito de la medida. Si viviéramos imágenes de hospitales colapsados, personal de salud atendiendo con bolsas de basura por falta de elementos de protección personal y muertos en las calles, la cosa sería distinta.

Hace ya varios meses el consenso en relación a la medida se comenzó a erosionar como producto de la orientación de sectores radicalizados de la derecha argentina. Y por el “dejar hacer” de Horacio Rodriguez Larreta, que fue cediendo a esas presiones y hace semanas se ocupa de intentar vender un clima de etapa superada cuando los casos siguen contándose de a miles por día y los muertos de a cientos. 

Parte de los argumentos que usa el Gobierno de la Ciudad es que la situación se logró contener en los barrios populares sin mayores problemas. Pero ¿viene siendo el impacto igual para todes los que habitamos esta ciudad?

Desigualdad hasta para morir

Al 21 de agosto la Ciudad de Buenos Aires (CABA) contaba con 81750 infectados y 1958 fallecidos lo que implica una letalidad del 2.4%. De los muertos casi el 85% tiene más de 60 años. 

Nos propusimos ver qué pasaba con los muertos que tienen entre 30 y 60 años y cómo es su distribución en la CABA teniendo presente la marcada desigualdad que hay entre el norte y el sur. 

En las comunas del sur (1,3,4,7,8,9) al 19 de agosto habían fallecido 189 personas sobre 23.385 infectados lo que implica una letalidad del 0.8%. Cuando uno compara esto con el resto de las comunas se ve que la cantidad de muertos es de 68 sobre 15.250 infectados arrojando una letalidad del 0.4%. Es decir, si vivís en las comunas del sur, tenés entre 30 y 60 años y te enfermás, tenés el doble de posibilidad de fallecer como producto del Covid-19.

Ahora bien, si uno ajusta eso a la cantidad de población de ese rango etario por comuna la cosa empeora aún más. Tomando en cuenta datos de proyección de población publicadas por Dirección General de Estadísticas y Censos de la CABA, en las comunas de la zona sur viven 505.491 personas de entre 30 y 60 años. Teniendo presente que, como decíamos, los muertos son en esas comunas 189, esto quiere decir que de cada 10.000 habitantes en ese rango etario han muerto 3,74.

«Tenés 3.7 veces más posibilidades de morir por Covid-19 si vivís en el sur que si vivís en el norte»

De manera opuesta, en las comunas de la zona norte viven 709.093 personas de entre 30 y 60 años y se cuentan 68 muertos, es decir que ha fallecido tan sólo 1 de entre 10.000. Es decir, tenés 3.7 veces más posibilidades de morir por Covid-19 si vivís en el sur que si vivís en el norte

Intentando explicarlo

La medicina Social Latinoamericana desde la década del setenta ha intentado dar un abordaje distinto al proceso de salud enfermedad. Se postula que lo biológico y lo social no pueden ser dos análisis distintos sino que son parte del mismo. Como dice Jaime Brehil: “La manera de enfermar o morir de las personas depende del modo de vivir de éstas”. 

«Las condiciones sociales de habitabilidad en el sur de la ciudad son mucho peores que en el norte y eso impacta directamente en la salud de las personas»

Los indicadores sanitarios en el sur de la ciudad son marcadamente peores que en el norte, y en el caso del Covid-19 es tan sólo un ejemplo más. Es decir, la diferencia es estructural y no una simple casualidad. Las condiciones sociales de habitabilidad en el sur de la ciudad son mucho peores que en el norte y eso impacta directamente en la salud de las personas.

En sintonía con esto, no tiene sentido analizar sólo indicadores sanitarios.  Del informe de “Indicadores laborales de la Ciudad de Buenos Aires” del 2do. trimestre de 2020 se desprende que el desempleo creció interanual en un 3.3% llegando a 14,7% de la población económicamente activa. 

Ahora, si lo regionalizamos, vemos que en el sur es del 22% mientras que en las comunas más ricas (2, 13 y 14) es del 8,6%. Pero afinemos la mirada, y veamos qué pasa en nuestra población de estudio (de 30 a 60 años). En ese caso vemos que el nivel de ingresos promedio en las comunas del sur es de 30.261 pesos contra 50.059. Por otro lado, el 28,2% de ese universo en el sur depende del Sistema de Salud Público mientras que en el norte ese porcentaje es del 10,3%.

Conclusiones

La ciudad más rica del país es a su vez la más desigual. El PRO gobierna este distrito desde el 2007 y la desigualdad no ha hecho más que crecer. Esto tiene un impacto directo en todos los indicadores y particularmente tiene una expresión en la mortalidad por la pandemia. 

Ni quienes participaron de la movilización del 17 de agosto, ni quienes gastan horas y horas de aire en los medios de comunicación, ni los principales referentes de la derecha Argentina, representan los sectores más golpeados por la pandemia. Como decíamos, el hartazgo por el aislamiento social es generalizado, pero es necesario desplegar solidaridad y comprender que el impacto de la pandemia no es igual para todes. 

Pensar en una Salud Colectiva implica discutir el modo de producir, de consumir, de relacionarse con la naturaleza. La situación que estamos viviendo es una oportunidad para poner estos debates sobre la mesa y aportar a la consolidación de un espacio político que logre ganarle al PRO y gobernar distinto para poder comenzar a desandar estos niveles de desigualdad intolerables.

*Médico clínico, militante del Movimiento Nacional de Salud Irma Carrica

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