20 agosto, 2020
Rechazaron el arresto domiciliario de un genocida recuperado de coronavirus
Eduardo Salvador Ullúa está imputado por delitos de lesa humanidad cometidos en Mar del Plata durante la última dictadura cívico militar.
La Sala 2 de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó este jueves el pedido de prisión domiciliaria para Eduardo Salvador Ullúa, quien cumple con prisión preventiva en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo. Días atrás fue dado de alta tras contagiarse de coronavirus en el penal.
La defensa del genocida hizo el pedido de domiciliaria bajo el pretexto de que el imputado pertenece al grupo de riesgo, por lo que su salud se ve expuesta ante la pandemia del coronavirus.
Ullúa permanece en juicio por violanción de los derechos humanos, bajo el delito de lesa humanidad. La causa denominada «Cueva III» investiga los hechos sucedidos en la Base Aérea Militar de Mar del Plata, uno de los miles centros clandestinos de detención y tortura durante la última dictadura cívico militar eclesiástica.
Carlos Mahiques, uno de los jueces de la causa, declaró que «si bien» Ullúa «contrajo el virus Covid-19 estando alojado en la unidad carcelaria -circunstancia que motivó su traslado a la Unidad 21 (Hospital Muñiz)-, los últimos informes médicos dieron cuenta de su plena recuperación». Además, agregó que no existe «un peligro concreto actual», por lo que consideró «inatendible el reclamo de externación».
El juez también señaló que existe un “riesgo procesal”, debido a que el imputado se mantuvo en «condición de prófugo por casi siete años, entre noviembre de 2010 y abril de 2017».
Alejandro Skolar, también juez de la causa, recordó que Ullúa está imputado como partícipe necesario de «privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia, imposición de tormentos agravados, por haber sido cometido en perjuicio de perseguidos políticos, y homicidio calificado por ensañamiento y alevosía».
Ullúa, quien fue integrante de la patota de la Concentración Nacional Universitaria, está acusado de aportar datos para el secuestro y posterior ejecución de los abogados de La Noche de las Corbatas. El exespía también fue imputado por secuestrar y violar mujeres en el centro clandestino de detención La Cueva, entre tantas otras víctimas.
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