Cultura

20 agosto, 2020

¡Al abordaje, mis tigres!

Un 21 de agosto de 1862 nació Emilio Salgari, periodista y escritor responsable de enriquecer los juegos de infancia de millones de niños en el mundo con piratas honorables, abordajes sangrientos, tigres amistosos, princesas siempre en peligro y joyas del tesoro del marajá.

Emilio Salgari nació un 21 de agosto de 1862 en el seno de una familia de pequeños comerciales italianos de la ciudad de Verona. A los 16 años comenzó a estudiar la carrera naval en el Real Instituto Técnico Naval Paolo Sarpi de Venecia pero no llegó a obtener el título de capitán.

Su experiencia marinera parece haberse limitado a algunos viajes con el navío escuela y a un trayecto de algunos meses como pasajero en el mercante Italia Una por el mar Adriático, lo que no le impidió inventarse una tradición de viejo lobo de mar e incluso autotitularse capitán o almirante en más de una ocasión.

El relato breve I selvaggi della Papuasia (Los salvajes de Papuasia) fue el primer texto publicado por Salgari, en 1883 en el periódico milanés La Valigia. A principios del mismo año comenzó a publicarse en entregas en el diario veronés La Nuova Arena su novela Tay-See (luego editada como La rosa del Dong-Giang) y luego del éxito de esta saga también fue publicando capítulos de El tigre de Malasia, primera versión de la novela inaugural del ciclo de Sandokán (editada más adelante con algunos cambios bajo el título de Los tigres de Mompracem). Su primer novela editada íntegramente fue La favorita del Mahdi, en 1887.

La repercusión de estas publicaciones periódicas en La Nuova Arena le permitió conseguir un puesto fijo como redactor.

En 1889 se suicidó su padre, marcando el inicio de una tradición trágica en la familia. En 1892 se casó con la actriz Ida Peruzzi (a quien siempre llamó Aida, como el personaje de la ópera de Verdi), mujer hermosa y acaudalada, quien llenó de conflictos sus años de matrimonio con sus veleidades y amantes. También parece haber sido una mujer muy inteligente, que ayudaba a Salgari con sus novelas. Tuvieron cuatro hijos, una mujer (Fátima) y tres varones (Nadir, Romero y Omar).

Salgari, que supo practicar esgrima, fue presidente del club del velocípedo y asiduo asistente a todos los eventos de la bohemia en las ciudades donde residió. También fue un petiso petulante, provocador, pendenciero y borrachín incurable. En 1893 pasó seis meses en prisión por haber herido gravemente a otro periodista en un duelo.

Cuentan sus biógrafos que también fue muy afecto al macaneo sistemático, atribuyéndose viajes y aventuras que nunca vivió y relatando hazañas dignas de sus héroes literarios, que estaba muy lejos de emular. A pesar de que la publicación de sus decenas de novelas (con nombre propio y con seudónimos como el de Capitán Guido Altieri), algunas con tiradas de hasta 100 mil ejemplares, ya le generaban ingresos muy importantes, siempre tuvo la capacidad de despilfarrarlos, por lo que su familia vivió perpetuamente en la miseria o amenazada por ella.

En 1893 se trasladó a la ciudad de Turín, en la que residió hasta su muerte, excepto por un breve período de mudanza a Génova. En 1909 la difícil situación económica y los problemas psicológicos de su esposa lo empujaron a intentar quitarse la vida arrojándose sobre una espada.

Dos años más tarde, la internación de Ida en un hospital para enfermos mentales y su posterior fallecimiento, llevaron a Salgari a intentar quitarse la vida nuevamente. Esta vez al estilo samurái, cortándose el vientre y luego la garganta con una navaja. El éxito de este método confirma la tradición suicida de la familia, comenzada con su padre y luego continuada por dos de sus hijos Romero y Omar.

En la carta que dejó a sus editores dijo: “A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semimiseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma”.

Salgari escribió 84 novelas (divididas en varias sagas, siendo la más importante la de Sandokán, con 11 libros) y una cantidad de relatos breves imposible de determinar. La mayoría de sus obras son de aventuras en sitios exóticos (Malasia, las Antillas, las Bermudas, el Far West) aunque también incursionó en la ciencia ficción en Las maravillas del año 2000, escrita en 1897.

Sus apasionantes relatos, aunque menos complejos y profundos que los de Julio Verne, fueron traducidos a decenas de idiomas y capturaron a sucesivas generaciones de jóvenes lectores.

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