Derechos Humanos

13 agosto, 2020

Dictaron prisión preventiva para los asesinos de Lucas Verón

Los dos efectivos de la policía bonaerense están acusados por el “homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio».

Las fuentes judiciales dieron a conocer a Télam que este jueves la jueza de Garantías 1 de La Matanza, Mary Mabel Castillo, dictó la prisión preventiva de Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, los dos oficiales de la policía bonaerense acusados de asesinar a Lucas Verón.

La decisión de la jueza hizo lugar al pedido de los fiscales Marcos Borghi y Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de dicho Departamento Judicial. Sin embargo, la condena todavía no es firme, por lo que la defensa de ambos policías puede llegar a apelar.

Ambos efectivos fueron acusados por el delito de “homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio», en el primer caso de Verón y en el segundo de un adolescente que lo acompañaba.

Lucas Verón fue asesinado el 10 de julio, el mismo día que cumplía 18 años. Viajaba en moto con un amigo, cuando los dos efectivos los empezaron a perseguir. Según lo detallaron los testigos, el móvil policial impactó a la moto de Lucas por atrás, haciendo que ambos jóvenes cayeran al piso. Cuando intentaron levantarse para correr, el oficial Benítez disparó dos o tres veces con su arma reglamentaria. Una de las balas mató a Lucas, atravesándole el pecho. 

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) exigió que avance con la misma celeridad la causa paralela que tramita en la Ayudantía Fiscal de Gravedad Institucional, «que investiga las maniobras de encubrimiento y la irregular e ilegal intervención de funcionarios policiales y judiciales».

Según lo sostiene la CPM, el amigo de Lucas que viajaba con él cuando lo asesinaron, fue  «hostigado y amenazado» en una comisaría por compañeros de la fuerza de los imputados ante la presencia del fiscal original de la causa, que fue apartado gracias a la presión de los padres de la víctima. La intención era que el amigo de Lucas declare que habían cometido un robo, y que por eso la policía había llevado a cabo el crimen.

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