3 agosto, 2020
Semana Mundial de la Lactancia: dar lo mejor depende de todes
En 1992 la OMS y UNICEF instauraron la Semana Mundial de la Lactancia Materna que va del 1 al 7 de Agosto. Para estas fechas las redes sociales se llenan de imágenes ilustrativas y posteos sobre el tema y la militancia en relación a la lactancia se hace más visible. ¿Es realmente necesaria una semana dedicada la validación y visibilización de la lactancia?


Irene Incerti*
Historia reciente
En el año 2013 Natalia Oreiro protagonizó una campaña de UNICEF en la que se la podía ver amamantando a su hijo de 17 meses. Fue disruptivo. Se traía al debate público la lactancia prolongada, su visibilización y sus beneficios al extenderla en el tiempo y no limitarla a los primeros meses de vida. Cabe resaltar que los afiches gigantes con una mujer amamantando a un “niño grande” no estuvo exenta de polémica y tuvo una fuerte repercusión mediática.
En ese momento la campaña, bajo el slogan “Dar la teta es dar lo mejor de vos”, indicaba que en Argentina, más del 95 por ciento de los recién nacidos son amamantados. Pero sólo el 54 por ciento recibían lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad. Después del sexto mes, el porcentaje se reducía a sólo el 30 por ciento.
En el año 2015 Victoria Donda (por entonces Diputada Nacional, hoy titular del INADI) amamantó a su hija de 8 meses en plena sesión del Congreso. Una vez más, la lactancia visible fue noticia. Si bien no era la primera vez que algo así ocurría en un recinto legislativo, se transformó en noticia. lEsto demostraba lo disruptiva que era la teta en un ámbito laboral, y aún más en un espacio político.
En el año 2016, en la Provincia de Buenos Aires, la policía le prohibió a una mujer amamantar a su hijo en un espacio público. La censura derivó en una protesta nacional de personas amamantando en plazas de todo el país.
A finales del 2019 una nueva denuncia fue noticia, cuando a una mujer la expulsaron de un shopping porteño por amamantar. A pesar de que la lactancia ha ganado en reconocimiento y está recomendada por organismos internacionales y nacionales sigue luchando contra el estigma social.
¿Todavía toma teta?
La lactancia está avalada por la ciencia. El Ministerio de Salud sostiene que ésta es fundamental para el óptimo desarrollo del bebé desde su nacimiento. Porque le ofrece todos los nutrientes y defensas que necesita. Y recomienda que, siempre que sea posible, la leche materna sea el único alimento en los primeros 6 meses de vida. Y luego de iniciada la alimentación complementaria que la lactancia se prolongue hasta por los menos los dos años de edad, por los beneficios nutricionales y la protección contra enfermedades que brinda.
A su vez aclaran que no existe la leche materna de mala calidad y que la misma se va a adaptando a las necesidades y requerimientos del bebé. Al igual que la cantidad que se va regulando según la demanda, siendo falaz la idea de que une puede quedarse sin leche.
La leche materna nutre más allá de los primeros 6 meses o el primer año de vida. Ofrece nutrientes de fácil absorción y anticuerpos. Es segura e higiénica, siempre está a la temperatura correcta. También sostienen, desde la cartera de Salud, que quienes son amamantades sufren menos enfermedades infecciosas. Y además tienen menos posibilidades de contraer en futuro enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y cáncer. A su vez, la lactancia también trae beneficios para la salud mental y física de quien la ejecuta.
Aún así la industria alimentaria se ocupa de llenar el mercado de leches de continuación (fórmulas etapa 3,4,5) que prometen darle a tus hijes “un futuro mejor”. La ley argentina prohíbe la publicidad de fórmulas etapa 1 y 2 (para menores de 1 año), que son las que en caso de que no se quiera o se pueda establecer la lactancia deben serles suministradas a lactantes.
Según la información que facilita la pediatra Sabrina Critzmann estas leches aditivadas con aceites y azúcares son innecesarias en mayores de 1 año, quienes ya podrían consumir (de así decidirlo) leche entera de vaca. Asimismo, cabe destacar que según la OMS la recomendación para menores de 2 años es no ingerir azúcares agregados.
Las leches de fórmula etapa 1 y 2 también están aditivadas con aceites y azúcares. Además de vitaminas y otros nutrientes y son procesadas para que la proteína pueda ser digerida con mayor facilidad. La industria se esfuerza por lograr semejanzas entre estas leches y la materna. Y si bien esta es la mejor opción para quienes no llevan adelante la lactancia o hacen una lactancia mixta,(y siempre tiene que estar mediada por le pediatra de cabecera), nunca logrará imitar la leche materna en su totalidad. La leche materna es la mejor opción. Además, es nutrición a bajo costo. Dar la teta es gratis.
Pero la lactancia no es gratuita y no siempre en sencilla. Poder acceder a una puericultora está contemplado dentro del Plan Materno Infantil del Programa Médico Obligatorio (PMI-PMO). Y son quienes nos pueden ayudar a alcanzar una lactancia exitosa. Dentro del mismo, junto a las prestaciones del parto figura “Consejos para lactancia materna, puericultura y procreación responsable”. A su vez, el Ministerio de Salud ofrece una línea de atención gratuita para dudas, consultas o dificultades con la lactancia (0800-222-1002, opción 7).
Para que la lactancia pueda estar de la mano con las recomendaciones de los organismos es necesaria la existencia de lactarios. Estos son espacios para la extracción y conservación de la leche en los espacios de trabajo. Se requiere de facilidades para la obtención de los equipos necesarios para la extracción y conservación. También de acceso a la información suficiente para su manipulación. Y ¿por qué no decirlo? De mejores licencias.
Sostener la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses y una lactancia exitosa por al menos dos años requiere de más que recomendaciones y enunciados. Necesita de políticas públicas que formen,capaciten, acompañen y defienden la lactancia.
En Argentina, según las cifras de Salud, el 97% les niñes inicia la lactancia materna. En menores de 6 meses sólo 44% mantiene una alimentación a base de lactancia exclusiva. El 45% continúa con la lactancia parcial hacia los 2 años de vida.
Desromantizar, comprender y respetar
Por otra parte, es importante que a la vez que defendemos con todo nuestro cuerpo el derecho a la lactancia, y aprendemos a deconstruir esos discursos que nos hicieron creer que lo que dábamos no alcanzaba, desandemos este camino desde la empatía. Lo mejor de vos no es dar la teta, es dar lo mejor que podes.
Por innumerables motivos las personas deciden no sostener la lactancia o no logran realizarla. Es necesario contemplar como posibilidades igualmente válidas a la lactancia mixta o la no lactancia. Debemos prestar atención a que nuestra defensa de la leche no sea en detrimento a quienes eligen o deben usar alternativas a la misma. Culpabilizando y acusando no se gana nada.
La lactancia puede ser hermosa. Pero no está exenta de los mandatos sociales y culturales. De las condiciones materiales y económicas, del acceso a los derechos laborales, de afecciones de salud y de las circunstancias personales. No necesitamos miradas acusatorias, porque la mapaternidad se trata de poner el cuerpo, más allá de si ponemos la teta.
Necesitamos que la lactancia sea un derecho garantizado, para que se pueda desarrollar de manera respetuosa desde el primer día hasta que esa diada decida terminarla. Y necesitamos políticas públicas que nos den la libertad de decidir y elegir sobre cómo llevarla (o no) adelante.
*Politóloga, especialista en Planificación y Gestión de Políticas Sociales (UBA) y militante de la colectiva Mala Junta
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