Salud

19 julio, 2020

¿Nos juntamos para el día del amigue?

Este lunes 20 de julio comienza una nueva etapa del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. ¿Alcanzan los datos epidemiológicos como para relajarnos?

Rocío Rivero y Lourdes Torasso

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Como se esperaba, el 17 tuvimos nuevamente un viernes de filminas en Olivos. Al esquema que nos tenían acostumbrades de Alberto, Larreta y Axel se sumaron las intervenciones de les gobernadores de Río Negro, Jujuy y Chaco. La conferencia una vez más tuvo su eje en actualizar a la población con -algunos- datos epidemiológicos de los últimos días, para poder educar y así justificar las medidas implementadas.

El mensaje general fue el de aplaudirnos como sociedad por los logros alcanzados (básicamente, celebremos que hay menos muertes de las que podría haber si actuáramos como Brasil). Todes les oradores acordaron que el esfuerzo realizado valió la pena, y se destacó que desde marzo hasta la fecha pudimos acondicionar el sistema de salud, adquirir elementos de protección personal y respiradores y distribuir los casos en el tiempo para que no colapsara el sistema de salud. Ese fue el puntapié para el anuncio de las nuevas medidas hasta el 2 de agosto en la región del AMBA.

Sin embargo… ¿estamos tan bien de números? 

Hasta el domingo 19, en todo el país llevábamos un total de 122.524 casos confirmados y 2.246 muertes. De los casos confirmados la mayoría se los sigue llevando el AMBA. Es importante destacar que en los últimos días la tasa de positividad osciló entre el 30 y el 40%, lo cual quiere decir que de cada 10 testeos realizados, 4 son positivos. Este indicador da cuenta de una situación previsible, que es el aumento de circulación y contagios del virus, y no es sencillo saber cuántos de los verdaderos casos están siendo diagnosticados. Esto es muy dependiente de las estrategias que se planteen sobre qué es un uso adecuado del recurso de los laboratorios y a dónde deberían ir a buscarse los casos, si lo que se planea es solamente contar casos cuando se producen (o produjeron), o si se pretende tomar acciones que permitan cortar la cadena de transmisión. 

Ahora bien, Horacio Rodríguez Larreta, en pos de la “libertad, la salud mental y emocional”, presentó la situación epidemiológica de CABA, que dio lugar al nuevo Plan Integral de “puesta en marcha de la ciudad”. Los datos que permiten “la recuperación de la libertad” detallan que en los últimos 25 días el promedio de nuevos casos se estabilizó (es decir, no descendió), con una circulación que se mantiene entre 900 y 1000 casos diagnosticados por día, y una tasa de duplicación que mejoró a 32 días. Es decir, hace 32 días teníamos la mitad de los casos (si suponemos que estamos verdaderamente detectando todos los casos que se producen).

Y si los números no cierran, ¿por qué se anuncian medidas de flexibilización?

Si bien son múltiples las aristas que llevan a que hoy se opte por flexibilizar la cuarentena, una de las puntas muy probablemente esté relacionada con que ya llevamos 120 días de aislamiento social, con todo lo que eso implica en las dimensiones psico-sociales y económicas.

La realidad es que desde el primero de julio la cuarentena ya no se respetaba como tal en la ciudad, y les porteñes hoy se mueven con una sensación de que lo peor ya pasó. Entonces, sostener como estábamos el aislamiento en términos anímicos probablemente generara más hastío, cansancio y una sensación de pérdida de control del gobierno sobre la situación.

Ni que hablar de las presiones de los grupos económicos, les anti-cuarentena y del lobby mediático que opera desde hace semanas por los medios de comunicación masivos con la necesidad de la flexibilización.

Entonces la realidad, que sigue siendo la única verdad, es que ningún dato epidemiológico indica que estamos en momentos de relajarnos. Si bien todes estamos cansades de estar adentro, de no abrazar a nuestras familias y amigues, lo peor que podemos hacer es salir desesperades a la calle. Así que si están pensando en juntarse el 20 de julio para festejar, recuerden que la salida nunca es individual, que pueden usar su creatividad y leerles a sus amigues un relato, mandarles cosas ricas o libros por mensajería y/o tocarles una canción, y así les estarán cuidando.

No nos olvidemos que la mejor manera de que esto se termine cuanto antes fue, es y seguirá siendo cortar la cadena de transmisión del virus y eso, por ahora, solo es posible con el distanciamiento social. Estos cuatro meses no solo tienen que haber servido para ampliar las camas y los insumos de salud, sino también para aprender a cuidarnos y cuidar a le otre, para no poner nuestras ganas y deseos individuales por sobre los cuidados colectivos. Así que si podés, quedate en casa sigue siendo la consigna, aún en día del amigue.

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