Mundo Gremial

6 julio, 2020

Trabajadores de fast food en emergencia

Sueldos de miseria, falta de pago de los aguinaldos y la constante exposición al contagio de coronavirus son algunas de los reclamos que levantan les trabajadores de fast food organizades.

Desde el comienzo de la pandemia que las problemáticas de les trabajadores precarizades se agudizaron, y les empleades de locales de fast food no se vieron exentos. Si ya de por sí el trabajo en las grandes empresas de comida es problemático, con sueldos de miseria y la explotación constante, la cuarentena evidenció aún más la vulnerabilidad en la que se encuentran les trabajadores del rubro.

“Los que trabajamos en fast food tenemos que atender en caja, limpiar un baño, hacer la comida, atender a la gente, limpiar mesas, y ahora quieren que también realicemos tareas de reparto”, destacó -en diálogo con Notas- Agustín, vocero de Combo de Lucha, la agrupación que reúne a les trabajadores de empresas de fast food como Starbucks, McDonald’s, Burger King, Wendy’s, KFC, Dean & Dennys y Mostaza. 

Una de las principales problemáticas que afrontan el la actualidad les trabajadores del rubro es el pago de sus salarios, que fueron recortados en un 30% a través de un acuerdo firmado entre el Ministerio de Trabajo y el sindicato de Pasteleros con las empresas. “Hoy lo que recibimos de sueldo es nada más lo que cobramos del ATP. Nuestro sueldo es tan bajo que los 16.000$ que nos deposita el Anses equivale al 100% de nuestro salario, algunas veces un 110%, 120%. Por esto las empresas entregan recibos de sueldo en negativo”, denunció Agustín.

Algo similar sucede con los aguinaldos. Empresas como KFC y Wendy’s tomaron la decisión de paralizar este beneficio hasta no cobrar un tercer ATP, y lograr que el aguinaldo corra por cuenta del Estado. Es por esto que este martes les trabajadores de siete locales de KFC harán un paro este martes.

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"La cuarentena agravó la precarización laboral con la que lxs trabajadores de fast food nos encontramos al llegar a nuestros locales, e hizo más visibles situaciones que preceden largamente a ese 19 de marzo en que esta comenzó. . Los horarios rotativos y el traslado continuo a distintas tiendas; la sexualización de lxs compañerxs (sobre todo en las mujeres, donde muchas veces se las obliga a ir maquilladas); la multifunción de preparar alimentos, atender la caja, volantear en vía pública, limpiar baños y un largo etcétera, que llega hasta obligarnos a realizar tareas de mantenimiento (¡y hasta ¡arreglar baldosas en la vía pública!) son rutinarios en nuestras jornadas laborales. . Párrafo aparte lo tiene nuestro salario, que con la cuarentena y el pago del programa ATP, se ha demostrado que roza el salario mínimo, vital y móvil, y que no sirve ni para pagar el alquiler de un departamento. Lejos de ser una ayuda al trabajador, el ATP es un subsidio a la empresa, que supuestamente representaría el pago del 50% de nuestro salario. Decimos supuestamente porque nuestro sueldo es tan bajo que las patronales decidieron que equivalga al 100% de estos, y en algunos casos hasta porcentajes mayores. Con esto, las empresas se ahorran decenas de millones. . Lamentablemente, estas empresas son reconocidas por ser las “mejores” en dar oportunidades para un primer empleo. Esta es una faceta más de la precarización que se vive en la juventud, donde nos vemos condenados a empleos con sueldos miserables y totalmente precarizantes. . El sindicato de Pasteleros es una pieza clave para que las empresas “hagan los que quieran con nosotros”. Lxs compañerxs continuamente afirman que más que un sindicato, parece una oficina de turismo; al llevarles denuncias y comunicarles irregularidades, el gremio responde su opinión y, lejos de organizar a lxs compañerxs y realizar un plan de lucha, nos “guía” para realizar acciones individuales, como enviar telegramas que nos dejan expuestos a futuros despidos." . ?Seguí leyendo la nota en Prensa Obrera. . ✊Sumate a Combo de Lucha, llena el relevamiento con tu denuncia (link en bio)

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Con un sindicato que les da la espalda, y bajo las amenazas de suspensión y despido, les empleades se encuentran entre la espada y la pared. Según lo comentó Agustín, les trabajadores deben firmar una “cláusula mordaza” que les prohíbe denunciar si algune compañere se contagia de coronavirus, o si tienen problemas con sus sueldos. “Hubo muchas amenazas, muchas suspensiones. Cuando termine la cuarentena, supuestamente a los que habían difundido cosas por redes sociales los iban a echar a todos”, agregó. 

Aunque sigan creciendo los contagios de Covid-19, las empresas continúan sin tomar medidas para proteger a sus trabajadores. “Es muy difícil respetar un distanciamiento social con algunos de los compañeros, y muchas veces es difícil lavarse las manos entre pedido y pedido”, subrayó Agustín, evidenciando que el protocolo sanitario que se aplica en la actualidad no funciona. “Donde hubo un caso, al poco tiempo empezó a haber 2, 3, 4 casos más en las siguientes semanas”.

Mediante cartas elevadas al Ministerio, twittazos, mailazos y paros, les trabajadores de fast food sostienen la lucha en contra del sometimiento a la vulnereabilidad y al maltrato. “La precarización que vivimos no arrancó cuando comenzó la cuarentena, sino que somos parte de una juventud precarizada que está en esta condición hace décadas”, concluyó Agustín. 

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