Derechos Humanos

2 julio, 2020

Identificaron en Floresta un centro clandestino de detención de la última dictadura

El juez Daniel Rafecas, mediante documentos desclasificados por el gobierno de EEUU, identificó un nuevo centro de torturas en una casa ubicada en la misma manzana del barrio porteño donde funcionó “Automotores Orletti”.

Un inmueble, actualmente una vivienda familiar, que habría funcionado como centro clandestino de detención en la última dictadura cívico militar, fue identificado en el barrio porteño de Floresta por el juez federal Daniel Rafecas. El mismo dispuso la «prohibición de innovar» para que no sufra alteraciones, además de ordenar un registro fílmico y fotográfico del sótano del lugar.

La vivienda está ubicada en la misma manzana en la que funcionó el centro clandestino de detención «Automotores Orletti» y posee un pequeño sótano en el cual habrían sido alojados los secuestrados, según testimonios brindados en la causa penal.

De acuerdo a investigaciones, el centro habría sido dependiente de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado en la dictadura, al mando del fallecido general del Ejército Otto Paladino. Su existencia se supo por testimonios de sobrevivientes pero hasta el momento no se había logrado dar con su ubicación exacta. 

Pero en documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos se menciona la dirección precisa del lugar que habría sido alquilado por la SIDE hasta 1977, cuando se vendió.

La pesquisa de este centro forma parte de la megacausa por violaciones a los derechos humanos cometidos en el ámbito del Primer Cuerpo del Ejército, vinculada a delitos de lesa humanidad en el centro de detención «Automotores Orletti» en Floresta. Según testimonios del expediente, las personas detenidas «eran introducidas encapuchadas, alojadas en habitaciones precarias o en el pequeño sótano de la propiedad, y sometidas a torturas con picana en una habitación acondicionada para ello».

A su vez, los compradores de la casa en 1977 afirmaron que al entrar al lugar «encontraron en el sótano unos zapatos de mujer sucios y de color rosa viejo y también zapatos de hombre».                                                                                                                                

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas