31 mayo, 2020
¿Qué pasó este fin de semana en Estados Unidos?
Tras el asesinato racista de George Floyd en manos de la policía se desataron múltiples movilizaciones por todo el país. El pedido por la abolición del racismo y la violencia policial configura una nueva ola histórica de reclamos por los derechos humanos de los y las afroestadounidenses.

El lunes 25 de mayo, George Floyd, un estadounidense afroamericano, fue asesinado por un efectivo de la policía de Minneapolis, quién lo ahorcó contra el piso presionando sobre su cuello con la rodilla. Su muerte desató múltiples movilizaciones en distintas localidades de los Estados Unidos. “No justice, no peace” (sin justicia no hay paz) fue el lema que convocó a cientos de miles de personas a reclamar por el racismo y la violencia policial.
Desde el comienzo de las primeras movilizaciones en Minneapolis, la policía respondió reprimiendo con gases lacrimógenos y balas de goma. En Minnesota varios reporteros aseguraron que fueron atacados por oficiales cuando cumplían con sus coberturas, como es el caso de la fotógrafa independiente Linda Tirado, que recibió una bala de goma directo en su ojo, el cual perdió. También quedó registrada la detención de un reportero de la CNN en vivo. Ali Velshi, de la cadena MSNBC, denunció que también dispararon balas de goma en contra de su equipo.
Con el pasar de los días, las protestas se extendieron por otras ciudades y estados. A partir de esto, se declaró el toque de queda en Los Ángeles, Denver, Miami, Atlanta, Chicago, Minneapolis, Cincinnati, Cleveland, Dayton, Toledo, Eugene, Portland, Philadelphia, Pittsburg, Charleston, Columbia, Nashville, Seattle, Milwaukee y San Francisco, entre otras. En la noche del domingo, la medida fue aplicada en 40 ciudades de 20 estado diferentes.
Al menos 1.500 personas fueron encarceladas durante las movilizaciones de este fin de semana. Se habla también de cientos de heridos, y se conocieron los casos de al menos dos muertos: un joven de Detroit que murió tras ser tiroteado, y un agente federal al que balearon en Oakland.
Durante los últimos días circularon imágenes de patrulleros atropellando manifestantes, detenciones arbitrarias, edificios prendidos fuego, y diversas situaciones de violencia policial aplicada a movilizaciones pacíficas, además de “lootings” (saqueos a tiendas de lujo).
Uno de los videos viralizados es el de un móvil policial de Nueva York, que embistió a un grupo de protestantes sin ningún tipo de remordimiento. «No voy a culpar a los agentes que estaban tratando de lidiar con una situación absolutamente imposible. Ojalá hubieran encontrado un método diferente, pero empecemos por el principio. Los manifestantes en ese video hicieron lo incorrecto al rodear ese coche de policía, punto», destacó el alcalde de la ciudad.
Frente a estos hechos, el presidente Donald Trump acusó a la “izquierda radical” de los enfrentamientos, mientras que otros actores políticos demócratas responsabilizan a los supremacistas blancos de extrema derecha.
«Es Antifa y la izquierda radical. ¡No culpen a los demás!», tuiteó el presidente, que insistió en otra publicación en que los que violan el orden público son «grupos organizados» que no tienen «nada que ver» con George Floyd. Además, agregó que “designarán a Antifa como una organización terrorista”. Sin embargo, Antifa no es una organización unificada, sino un movimiento sin estructura jerárquica que está compuesto por varios grupos e individuos organizados.
El oficial que asesinó a George Floyd, Derek Chauvin, será juzgado y podrá ser condenado a una pena de hasta 12 años de cárcel. Pero el racismo es una moneda común en los Estados Unidos, y la población ya no aguantó más. Estas movilizaciones son la apertura de una nueva ola histórica de reclamos por los derechos humanos de los afroestadounidenses.
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