Derechos Humanos

20 mayo, 2020

Tucumán: una nueva víctima de la desaparición forzada

Luis Armando Espinoza, de 31 años, desapareció en una represión policial el último viernes. Los familiares y vecinos denuncian que al menos 8 uniformados están implicados en este hecho.

Otra vez la provincia de Tucumán es noticia por la violencia policial. El viernes pasado los oficiales de la localidad El Mecho reprimieron a un grupo de vecinos que, según afirmaron los efectivos, estaban haciendo carreras de caballos. En ese momento, los hermanos Juan Antonio y Luis Armando Espinoza -que se encontraban en ese lugar de casualidad- intervinieron el accionar de los policías, quienes estaban disparando balas de plomo al aire. 

Según informó la periodista tucumana Mariana Romero en una entrevista radial con el programa “Hasta que vuelvan los abrazos” de La Retaguardia, la policía lo golpeó a Juan Antonio, quien luego fue el testigo clave de la desaparición de su hermano Luis. “Juan alcanza a ver a Luis que se acerca y le reclama a la policía que lo dejen, ‘déjenlo a mi hermano, qué le pegan a mi hermano’, ahí se escucha un disparo y recibe un culatazo que le hace  perder la conciencia”, destacó. Cuando Juan despertó, Luis ya no estaba, y en el lugar encontró manchas de sangre. 

“A todo esto se acercaron varios lugareños y familiares de Luis, pero la zona permaneció cortada por la policía durante aproximadamente una hora. Cuando se pudo acceder al lugar, los lugareños encontraron sangre y rastros de pies que arrastraron un cuerpo. Esa huella se pierde en el monte, continúan y encuentran muchas manchas de sangre en el camino, y desaparecen abruptamente en el camino de tierra”, informó Mariana.

Los vecinos del lugar afirmaron ver una camioneta Kangoo gris, donde aparentemente los policías cargaron el cuerpo de Luis. El vehículo, perteneciente a uno de los miembros de la fuerza de seguridad, fue secuestrado este martes y dió positivo a una prueba de luminol: había sangre dentro. Se espera que los rastros de sangre que quedaron sean suficientes como para poder hacer una prueba de ADN y confirmar si coincide con el de Luis Armando. 

Cinthia Campos, abogada de la familia Espinoza, en diálogo con Página 12 declaró: «Luis no está con vida, su familia lo sabe, se crió en el campo, conoce perfectamente la zona, jamás se perdería, le tuvo que pasar algo para desaparecer. La versión sigue creciendo porque un testigo clave, que es su hermano, vio a los policías irse hacia su hermano y se escuchó un tiro. Esto los hace responsables, ahí no había nadie más».

No es la primera vez que se escucha de casos similares en la provincia norteña. Según relató la periodista tucumana, dos de los ocho policías relacionados con la desaparición de Luis están implicados en el asesinato de Alan Andrada, quien falleció por una hemorragia cerebral tras ser golpeado en la comisaría. Otro de ellos también está denunciado por apremios ilegales. 

“No nos olvidemos que Tucumán es la provincia en la que la policía mató a un niño de 12 años por la espalda. Le hizo 12 tiros por la espalda a Facundo Ferreyra y uno le entró por la nuca. Uno de esos policías continúa en funciones”, concluyó Mariana.

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