8 mayo, 2020
Una patota amenazó de muerte al delegado de Coto que denunció casos de coronavirus
Se trata de un trabajador de la sucursal del barrio de Retiro que había denunciado la falta de cuidados y protocolos sanitarios para proteger a empleados y clientes. Los trabajadores apuntan por el ataque a Alfredo Coto y al titular del gremio de empleados de comercio de la ciudad.
Tras denunciar la aparición de dos casos positivos de Covid-19 en la sucursal Retiro de la empresa Coto y la falta de cuidados ante la emergencia sanitaria, el delegado gremial Héctor Castro sufrió este miércoles amenazas de muerte por parte de una patota.
En un comunicado emitido por los «Delegados/as y trabajadores/as autoconvocados de Coto», se acusó por el ataque a «la sociedad anti-sindical que comandan Alfredo Coto y Ramón Muerza». Este último es el secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires.
«Luego de que nuestro compañero y delegado de la sucursal Retiro, Héctor Castro, denunciara casos de covid-19 en la sucursal Retiro, un nutrido grupo de patoteros a las órdenes del carnero Jonathan Soriano amenazó de muerte a Castro», relataron los empleados.
La cadena de supermercados ya había intentado ocultar el caso de un empleado que padecía coronavirus. Pero los y las trabajadoras lograron que para realizar una desinfección correspondiente cierren el local ubicado en el barrio porteño de Once.
En otra de sus sucursales, ubicada en el cruce de la avenida Pueyrredón y French del barrio de Recoleta, se habían confirmado casos positivos de coronavirus entre los empleados. Rocío, novia uno de ellos, declaró que “una persona de jerarquía de Coto le dijo a Cristian que no se comunique con nadie por la situación”.
A su vez, frente al reclamo de trabajadores y trabajadoras de la sucursal de Sarandí, municipio de Avellaneda, por mayores medidas de salubridad, desde la cadena les respondieron que se vayan a “vivir a Cuba”.
Ya son varios los episodios de violencia que involucran al empresario y sus comercios. En agosto de 2019, personal de seguridad de la filial de San Telmo golpeó y le causó la muerte a Vicente Ferrer, un jubilado de 70 años, que se había llevado sin pagar.una botella de aceite, queso y chocolate.
En mayo de 2017 una denuncia de los fiscales Franco Picardi y Jorge Felipe Di Lello de la unidad fiscal especializada en la investigación de delitos relacionados a armas de fuego, sacó a la luz un arsenal con granadas, rifles y hasta un silenciador que el empresario escondía en uno de sus locales por temor a los saqueos.
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