Ambiente y Hábitat

7 mayo, 2020

El reciclado de residuos en cuarentena

Ante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, muchos municipios suspendieron los servicios de recolección de las cooperativas cartoneras a pesar de ser considerada una actividad esencial.

El Decreto 297/2020 que declara el aislamiento social sostiene que quedan exceptuadas de éste las personas afectadas a las actividades y servicios declarados esenciales en la emergencia. Entre ellas, industrias de alimentación, su cadena productiva e insumos; de higiene personal y limpieza; de equipamiento médico, medicamentos, vacunas y otros insumos sanitarios, y también refiere a la recolección, transporte y tratamiento de residuos sólidos urbanos, peligrosos y patogénicos. Sin embargo, en la mayoría de los municipios (de quienes depende esta actividad) los cartoneros y cartoneras no están pudiendo desarrollar su trabajo. 

La Ciudad de Buenos Aires no fue la excepción. Prohibió la actividad y recién a fines de abril permitió que los centros de reciclado -que se encontraban cerrados desde el inicio del aislamiento- iniciaran la clasificación de los materiales provenientes de lo que se denomina “Grandes Generadores”, como los supermercados. Esta actividad se realiza con personal reducido una vez por semana y debido a los riesgos de contagio se debe dejar reposar durante 72 horas el material antes de iniciar su clasificación. 

En una entrevista brindada a Jóvenes por el Clima, Jackie Flores, referenta nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-UTEP), afirma que “nosotros somos un sector que llevamos adelante un servicio esencial para la ciudadanía, y sin embargo según el municipio que sea y su bandera política depende de que nos tengan consideración o no”.

Y agrega: “Nosotros no queremos que nos tengan consideración, nosotros lo que exigimos es que nos respeten como trabajadores de la economía popular que llevamos adelante un servicio esencial para el resguardo del ambiente y de la salud también”.

“Sin poder trabajar, no hay ingresos y por lo tanto no hay posibilidad de llevar comida a nuestros hogares o de comprar algo tan básico y necesario en este momento como jabón” continúa explicando, enmarcando la situación en una crisis que la economía popular arrastra por las políticas de ajuste implementadas en los cuatro años de gobierno macrista.

Ante esta situación, la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) sostuvo en distintos comunicados que el reciclado resulta fundamental para abastecer industrias esenciales como la de alimentos y bebidas, la de limpieza, la farmacéutica y la de higiene. Debido a que las cajas de cartón, botellas de vidrio y de plástico, distintos envases y papeles, se elaboran a partir de material recolectados por cartoneros y cartoneras. Lo que plantea, además, problemas de desabastecimiento. 

Asimismo, remarcan que si bien no se va a ver de forma inmediata, el hecho de que cientos de miles de recicladores y recicladoras no estén pudiendo trabajar, y por lo tanto recolectar materiales, va a terminar por hacer colapsar los miles de basurales a cielo abierto y los rellenos sanitarios, contaminando cursos de agua y generando a largo plazo una crisis sanitaria que no se está previendo. 

Por esto mismo, desde la FACCyR se propuso la implementación de un Plan Nacional de Reciclado en la Emergencia Covid-19 que establece medidas urgentes para garantizar la continuidad de esta actividad. Entendiendo que la misma es un servicio público esencial tanto para la conservación del ambiente como para la provisión de insumos para industrias consideradas esenciales durante la pandemia. El plan se basa en cinco puntos. En primer lugar se propone la creación de un Registro Nacional de Recicladores de Base y Cooperativas de Reciclado, porque en muchos casos la actividad se encuentra interrumpida por falta de reconocimiento de los municipios. 

En segundo lugar establece la necesidad de proveer elementos de seguridad e higiene a todos los recicladores de base para poder desarrollar su trabajo minimizando los riesgos de contagio durante la pandemia. En tercer lugar propone que cada municipio conforme mesas de emergencia entre las autoridades ambientales o de gestión de residuos y los recicladores; estableciendo que en cada municipio debe disponerse de un galpón de acondicionamiento y acopio y que el Estado nacional debe brindar el equipamiento para clasificación y logística. 

En cuarto lugar, se plantea que debe establecerse un plan de emergencia para la comercialización, para que los materiales recolectados lleguen a las industrias. Y por último, el plan sostiene el impulso de una Ley Nacional de Envases para garantizar la continuidad de la actividad y evitar futuras crisis. 

“Nosotros lo que proponemos es que nos respeten y reconozcan nuestro trabajo. Porque no somos el descarte de la sociedad” sentencia Jackie Flores.

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