19 abril, 2020
“La clase trabajadora de EE.UU. debe decidir si protege su salud o se expone para pagar las cuentas”
Claudia de la Cruz, directora ejecutiva de The People’s Forum, una organización popular con sede en la ciudad de Nueva York, relata la trágica situación que se vive en la principal potencia mundial ante la pandemia de coronavirus.


Nicolás Zyssholtz
Primero Wuhan; después Italia; hoy EE.UU. en general y Nueva York en particular son la imagen más estremecedora de la pandemia de Covid-19. Solamente en este Estado, el tercero más poblado del país, se concentran más de 240 mil infectados y casi 14 mil muertos. La situación puso de relieve los grandes dramas del sistema político estadounidense: la desigualdad racial y de clase, la falta de acceso a la salud y la precariedad del empleo.
“Desafortunadamente las estructuras del sistema de salud en el Estado son precarias, están muy destruidas, desde hace muchos años. Tenemos poblaciones muy vulnerables, que son la mayoría de la clase trabajadora, principalmente las comunidades negras y latinas”, dice Claudia de la Cruz, directora ejecutiva de The People’s Forum, una organización popular con sede en la ciudad de Nueva York.
– ¿Qué ocurre con los sectores excluidos, aquellos que quedan por fuera del sistema, que sabemos que son muchos en el país?
– Hay en todo EE.UU. medio millón de personas indigentes, quienes obviamente no pueden hacer cuarentena. Los albergues están sobrepoblados y no hay estructuras ni propuestas desde las estructuras gubernamentales para responder a esta crisis. Hay más de 8 millones de personas en el sistema carcelario en todo el país y no se ha establecido un protocolo para salvaguardar sus vidas.
En la ciudad de Nueva York se consideran como personas esenciales a gente que trabaja en locales de comida rápida, que cobran salarios por debajo del mínimo y en muchos casos ni siquiera reciben el equipamiento necesario para mantenerse a salvo. La clase trabajadora, que ya estaba en un estado de emergencia, está aún peor.
– La mejora en las estadísticas de empleo era un caballito de batalla de Donald Trump, sin embargo las personas que perdieron sus trabajos en las últimas semanas se cuentan por decenas de millones. ¿Qué tan grave es la situación?
– Formalmente se ha dicho que el número es de 22 millones de personas que han perdido el trabajo. Y digo formalmente porque hay mucha gente que no califica para un seguro de desempleo, por eso el número está por debajo del real. Estamos hablando de personas que trabajan al dia, ya sea en empresas como Uber o Lyft, o en la industria artística, mucha gente que no se cuentan entre esos 22 millones que están pidiendo acceso al seguro de desempleo, que es esencialmente de dónde sale ese número.
La situación económica está difícil, aquí la clase trabajadora, los pobres, están teniendo que decir si protegen su salud y se quedan en cuarentena, o se exponen y siguen trabajando para poder pagar las cuentas. Es una situación muy difícil. Sí cerraron las escuelas, y eso crea otros problemas, porque los padres siguen saliendo a trabajar y no tienen dónde dejar a los niños. Es una cadena de dificultades.

– ¿Qué rol cumplen las organizaciones populares de la ciudad en este contexto?
– Había programas de ayuda comunitaria en el estado de Nueva York, que ahora se han intensificado para poder suplir la necesidad de muchas personas en este momento. La realidad es que el problema de acceso a lo más básico se va a seguir intensificando después del virus. Era un problema que estaba ahí anteriormente, teníamos una crisis económica que se nos venía encima y ahora va a ser peor. Va a haber más personas desempleadas, sin acceso a la salud, desalojadas de sus casas.
– En medio de la crisis por la pandemia, Bernie Sanders decidió retirar su candidatura y así confirmó virtualmente a Joe Biden como candidato demócrata. ¿Qué esperan de él y de la disputa electoral con Trump?
– Los demócratas han elegido a Biden como la persona que va a disputar con Trump. No es un candidato fuerte, no lo fue antes y no lo es ahora. Estuvo mucho tiempo sin responder de ninguna manera a la crisis, a diferencia de Bernie que de una forma u otra ha venido articulando y colaborando con las organizaciones de base y los sectores progresistas que lo apoyaban.
Trump ha ido intensificando su agenda, su discurso, para sus bases. Todo esta idea de reafirmarse como un presidente que respondió de manera responsable a la crisis desde el principio; todo este culpar a China por la creación del virus; la ofensiva imperialista en contra de Venezuela y contra Irán. Son acciones que fortalecen el discurso y la agenda que él le ha propuesto a sus bases. Se presenta como un presidente fuerte, que defiende la economía en contra de lo que él construye como los enemigos.
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