Nacionales

17 abril, 2020

“La agricultura familiar de la mano de la agroecología es fundamental para salir adelante”

En el Día Internacional de la lucha campesina Clarisa Mensa, integrante de la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) cuenta las problemáticas del sector, las estrategias que proponen para solucionarlas y el rol de la economía popular en este contexto de pandemia.

Nicolás Castelli

@giusnicolas

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Un día como hoy de 1996 fueron asesinados 19 campesinos y campesinas brasileñas en el Estado de Pará por la policía militar mientras reclamaban por su derecho a la tierra. Todos eran miembros del Movimiento Sin Tierra (MST), una de las organizaciones rurales más grandes del continente. El hecho pasó a ser conocido como la Masacre de Eldorado dos Carajás, por el nombre del municipio donde tuvo lugar. Desde entonces todos los 17 de abril es la fecha elegida para reivindicar la lucha campesina, una causa que no tiene fronteras.

“Esta fecha nos invita a visibilizar nuestras luchas en cada uno de nuestros territorios, a pensar en la necesidad de una redistribución igualitaria de la tierra, de poner freno a los capitales que atentan contra nuestros bienes comunes, a levantar la bandera de la producción agroecológica y la posibilidad de construir un modelo social diferente”, reflexionó Clarisa Mensa integrante de la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de la provincia de Córdoba.

Los problemas actuales de la agricultura familiar y campesina

A la demanda histórica sobre el acceso a  la tierra que atraviesa toda América Latina, actualmente se le suman nuevas problemáticas que no son ajenas en Argentina. 

“El avance del agronegocio en los territorios campesinos y de la agricultura familiar, de las inversiones inmobiliarias que van delimitando y corriendo los cinturones verdes, los altos costos de producción y los bajos precios de venta de los productos a causa de los intermediarios son causas comunes en la mayoría de los territorios campesinos”, enumeró la militante del MTE.

A estos también se le suma la falta de una estructura impositiva y crediticia acorde a la producción del sector. Esta ausencia no les permite “mejorar la escala productiva y los canales de comercialización”. En definitiva, faltan políticas de Estado integrales “no solo para la agricultura sino para toda la economía popular”.

La organización colectiva y las alternativas

Ante esta situación, desde el MTE rural se dan diferentes acciones que van “desde generar conciencia para exigir derechos hasta estrategias financieras de distinto tipo”, contó Clarisa. 

En ese sentido, se destaca “la creación de centros de acopio donde poder darle valor agregado a la producción” y también “equipos de transporte” para moverse “sin depender de intermediarios y fletes”. Asimismo impulsan “la gestiòn de infraestructura no solo predial y familiar sino comunitaria”. La trabajadora rural destaca que para esto es fundamental ”la organización y la conciencia”.

El sector frente a la pandemia

Ante la crisis desatada por el coronavirus, desde el sector ven que se agudizan los problemas estructurales que vienen desde hace tiempo. “Se pone a la luz la ausencia y la necesidad de un Estado fuerte con infraestructura como caminos, vías de comunicación, acceso a la salud y a la educación”, detalló Clarisa.

Como contrapartida, el sector privado “no tiene la voluntad de invertir en estas poblaciones” por lo que “los territorios campesinos pasan a ser territorios sin infraestructura pública ni privada” a pesar de ser el sector responsable de la producción del 70% de los alimentos que se consumen en el país. 

La pandemia “viene a poner más dificultad a la hora de comercializar, de abastecer de producción, de realizar un trámite y para el abastecimiento de las comunidades más alejadas de los centros urbanos”.

El rol de la economía popular organizada 

“El abastecimiento de los comedores populares, la determinación de puntos de venta para acercar las producciones, las campañas de Pueblo a Pueblo (uno de los canales de comercialización del MTE rural), son estrategias que si bien no son nuevas ahora cobraron una relevancia más fuerte en esta crisis”, subrayó Clarisa.

Desde su punto de vista “la agricultura familiar y campesina de la mano de la agroecología es fundamental para salir adelante” y a la vez “es una posibilidad para instalar un nuevo modelo, no solamente de producción y comercialización sino de relación entre las personas”, concluyó.

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