Cultura

4 abril, 2020

¿Qué haremos sin tu latido?

Murió Luis Eduardo Aute a los 76 años, este sábado, en su casa. El cantautor español se había alejado de los escenarios luego de sufrir un infarto en 2016.

Mariano Cervini

@MarianoCervini

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Ahí se va el poeta. Con el corazón pasando un túnel oscuro, como un naufragio hacia adentro. Se va con el recuerdo de aquellos que lo vieron cantar, filmar, recitar, pintar y actuar. Todas esas cosas hacía Luis Eduardo Aute, y las hacía bien. 

Si es como dice el escritor mexicano, Doménico Cieri Estrada, que el artista es un perseguidor de la belleza, Aute era eso y mucho más. 

Nacido en Filipinas, hijo de un catalán que fue a trabajar a ese país en la primera multinacional española, dedicada al tabaco, Luis Eduardo llegó a Madrid con 8 años. A esa edad ya escribía, pintaba, y filmaba sus primeras películas gracias a una cámara que su padre Gurmesindo le había regalado. A esa edad también cantó por primera vez en público junto a la orquesta del Hotel Avenida y con los años llegó a convertirse en uno de los máximos referentes de la canción española. 

“El amor es un invento del ser humano para poder sobrevivir”, declaró en una entrevista que acompañó a su disco Humo (2007). Ese hombre era Aute, intentando respirar como un náufrago del amor. Desde sus primeros trabajos musicales fue admirado por artistas de los cuales luego se haría amigo y compañero: Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat y Pablo Milanés, entre otros. 

Sus contemporáneos lo homenajearon en 2018, dos años después de que el autor de Las Cuatro y Diez se alejara definitivamente de los escenarios por haber sufrido un paro cardíaco que lo mantuvo en coma durante dos meses. El concierto llevó el nombre de Ánimo Animal y allí estuvieron, Serrat, Sabina, Silvio, Ismael Serrano, Ana Belén y Pedro Guerra, entre una veintena de artistas que lo abrazaron a la distancia. 

“Hay algunos que dicen/ que todos los caminos conducen a Roma/ y es verdad porque el mío/ me lleva cada noche al hueco que te nombra”, será una de los versos más recordados y cantados de la historia de la canción española moderna. 

Aute describió el amor como una necesidad que en principio se sabe absurda por sus promesas pero indispensable para vivir. Una condición humana, una pulsión y una búsqueda sin descanso. Por eso decidió caminar detrás de esa utopía; sabiendo que nunca iba a alcanzarla pero consciente de que lo hacía para avanzar, como diría Galeano. 

El diario El País, lo recordó como “la voz más emotiva de la España de la Transición”. 

El poeta, que también era querido por otros poetas como Elena Poniatowska, Santiago Feliú y Jaime Sabines, se apagó este sábado. Pero lo mágico del artista es quedar. Quedar para seguir cantando. En palabras del gran Jaime, Aute era un amoroso de esos que se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida. 

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