Educación y Ciencia

9 marzo, 2020

Equipo argentino de investigación desarrolla baterías de litio reciclando teléfonos usados

Mediante un trabajo conjunto entre la Universidad de Córdoba (España) y la Universidad de San Luis (Argentina) se logró reutilizar el 25% de las baterías que se utilizan en la mayoría de los dispositivos electrónicos y autos eléctricos.

Lucía Barbosa, Fernando Luna, Yarivith González Peña y Álvaro Caballero son investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) que participan de un proyecto para reciclar baterías de litio. La iniciativa se realiza de manera conjunta con la Universidad española de Córdoba y apunta a reducir los desechos electrónicos.

El equipo de investigación logró reutilizar un cuarto del litio que llevan los teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos para hacer nuevas baterías. Puntualmente el grafito, un material ubicado en los terminales negativos de las baterías cuya función es almacenar y conducir el litio.  

Caballero, uno de los responsables del proyecto, señaló que lograron eliminar las impurezas del grafito usado, reorganizar su estructura y reactivarla para un nuevo uso.

«Estamos recuperando el 25% de todo el sistema de almacenamiento de energía, un hecho que es aún más relevante teniendo en cuenta que este material proviene de petróleo crudo», apuntó el científico.

Por su parte Fernando Luna, otro de los investigadores, explicó que en las nuevas baterías pudieron eliminar el uso de cobalto. «El cobalto es un elemento tóxico que es más caro que otros como el manganeso y el níquel, que se utilizaron en esta investigación», apuntó.

Este estudio se anticipa al aumento de la demanda de litio que va creciendo a medida que se amplía el mercado de autos eléctricos. Cada automóvil necesita el equivalente a unas siete mil baterías de celulares.

«Actualmente, más del 90% de los componentes de la batería de plomo utilizados en los vehículos convencionales se reutilizan», detalló Caballero. «Si optamos por la sostenibilidad y la democratización de los automóviles eléctricos, el reciclaje a gran escala de las baterías de litio tiene que ocurrir», completó.

Cabe destacar que el estudio demostró que «los resultados son comparables y en algunos casos mejores que los obtenidos del grafito comercial». De acuerdo a las pruebas realizadas hasta ahora, en el mejor de los casos la batería se mantiene estable después de pasar cien ciclos de carga.

No obstante, todavía se trata de evaluaciones realizadas en laboratorio y a pequeña escala. Sin embargo el equipo de investigación espera que pueda estandarizarse y desarrollarse a nivel industrial.

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