19 febrero, 2020
Bergman devolvió un préstamo para hacer pozos de agua para comunidades Wichís
El gobierno nacional denunció que el ex secretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mauricio Macri había recibido dinero del Banco Mundial para mejorar las condiciones de los pueblos originarios en Salta, sin embargo nunca realizó las obras.

Durante el gobierno de Mauricio Macri el Banco Mundial realizó un préstamo de 38 millones de dólares destinado a construir pozos de agua en las comunidades Wichís del Chaco salteño. Sin embargo, según denunció el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, su antecesor Sergio Bergman devolvió el dinero y no llevó a cabo las obras.
«La gestión de Bergman devolvió 38 millones de dólares del Programa Bosques Nativos y Comunidad”, sostuvo Cabandié. Y recordó que “en abril del año pasado hubo un reclamo de una comunidad wichí porque no se llevó a cabo».
Por su parte, el actual ministro prometió que su cartera construirá a la brevedad siete pozos de 250 metros de profundidad que van a beneficiar a 500 familias. El trabajo llevará siete meses y costará “casi un millón de dólares”.
«Nos sentamos a una mesa con distintos ministerios y resolvimos que sea Ambiente quien resuelva, porque somos los que tenemos acceso más rápido y más fácil (al crédito) para poder llevar a cabo la obra», dijo.
Desde que comenzó el 2020 al menos ocho niños y niñas de las comunidades Wichís del chaco salteño han fallecido por distintos problemas relacionados con la desnutrición, deshidratación y falta de acceso a la salud.
Según denuncian organizaciones ambientales y especialistas en el tema, esta situación es producto de un modelo económico que excluye a los pueblos originarios.
“A diferencia de algunas afirmaciones que parecen suponer que la ingesta de una dieta a base de papas, arroz y fideos es ‘cultural’, la realidad es que la dieta de estas poblaciones se vio sumamente alterada cuando la frontera extractiva destruyó el monte en el que cazaban y recolectaban”, explicó en este portal la doctora en Antropología, Florencia Trentini.
A esto hay que sumarle que “la poca agua a la que acceden se almacena en los bidones que supieron contener glifosato y otros agrotóxicos que se utilizan para la producción de soja que fue cercando la vida de las comunidades”, añadió.
En el mismo sentido Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, analizó que “la degradación y deforestación de los territorios indígenas reduce drásticamente las posibilidades de obtener alimentos, medicinas y maderas para su sustento y forma de vida como cazadores – recolectores”.
Como señaló Tiempo Argentino, de acuerdo a datos oficiales Salta es una de las provincias con más deforestación del país. Entre 1998 y 2018 perdió 1.425.493 hectáreas de bosques nativos, la mayoría en la región del Gran Chaco donde viven alrededor de 200 mil indígenas de nueve pueblos originarios, en su mayoría wichí y qom.
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