17 febrero, 2020
La primaria republicana: ¿quiénes compiten con Donald Trump?
No es un secreto para nadie que Donald Trump va a ser el candidato del Partido Republicano en las elecciones del 3 de noviembre y que buscará estirar su estadía en la Casa Blanca por los próximos cuatro años. Sin embargo, oficialmente aún no lo es.
Nicolás Zyssholtz
Las primarias republicanas están recibiendo muchísima menos atención que las demócratas, y eso es más que comprensible, pero están ocurriendo. Ya pasaron los caucus de Iowa y la votación de New Hampshire donde se pusieron en juego 62 delegados, de los cuales 61 fueron para Donald Trump.
¿El otro? Para el único candidato real que se opone al presidente: William “Bill” Weld. Miembro de una tradicional familia de Boston, gobernador de Massachusetts entre 1991 y 1997, y candidato a vicepresidente por el Partido Libertario en las elecciones de 2016, donde obtuvo la mayor cantidad de votos para un tercer partido en lo que va del siglo XXI.
Además de Weld, el exdiputado por Illinois, Joe Walsh, también se presentaba como un candidato de alcance nacional. Pero su campaña fue de corto aliento: se bajó luego de New Hampshire, afirmando que prefería a “un socialista” en la Casa Blanca (en referencia a Bernie Sanders) antes que a Donald Trump.
New Hampshire o el retrato de la política estadounidense
Ser candidato en una elección estadounidense cuesta muchísimo dinero, además de algún que otro mérito político; sobre todo, cuesta dinero. Es por eso que muchos candidatos y candidatas se aprovechan de los Estados con reglas un poco más flexibles a la hora de aparecer en la boleta.
En New Hampshire, por caso, basta con pagar mil dólares para oficialmente formar parte del proceso democrático. Nada menos que 17 personas aparecieron en la boleta, Trump, Weld y Walsh entre ellos.
Entre el resto, hay que destacar a Mary Maxwell, la única candidata mujer. Según la web de la ONG Citizens Count, que hace un cuestionario a cada persona que se presenta en New Hampshire, Maxwell es una politóloga con posiciones ultraconservadoras: niega el cambio climático, está en contra del aborto, de la legalización de la marihuana, y a favor del derecho a portar armas de guerra.
También a Zoltan Istvan, quien es reconocido en EE.UU. como una de las caras de la filosofía transhumanista, que postula la posibilidad de mejorar a la especie humana a partir del uso de la tecnología; como Bethany, personaje de Years and Years, que quería “vivir como información”. Istvan ya fue candidato en 2016 por su propio Partido Transhumanista y es un escritor prolífico, con varios libros y decenas de artículos publicados.
Otro que se postuló fue Roque Rocky de la Fuente, nacido en San Diego y de origen mexicano, es un ejemplo clásico de la política estadounidense. Desde que comenzó su “carrera política” en 2016, esta es su quinta candidatura. En 2016, quiso competir con Clinton y Sanders por la nominación demócrata; tras el previsible fracaso, fundó su propio partido (American Delta Party), se presentó y obtuvo el 0,02% de los votos. Ese mismo año quiso competir por un escaño en el Senado por Florida, también dentro del Partido Demócrata.
Tras cruzar de vereda en 2017, intentó ser candidato a alcalde de Nueva York, senador por California y ahora presidente. Además, en simultáneo intenta competir como candidato a diputado por el 21º distrito de California, donde su hijo, Ricardo, se presenta por el Partido Demócrata. Además de este currículum, De La Fuente es un empresario automotriz multimillonario y es dueño de más de 50 propiedades en Punta del Este.
Otro destacado: President R. Boddie. Sí, Presidente. Boddie, un afroamericano de la Georgia profunda -el corazón del cinturón bíblico, tuvo una epifanía en 2018. Dios le dijo que debía ser presidente y lo primero que hizo fue cambiarse su nombre legal. Presidente ya es: le falta que lo elijan. Ni hace falta aclararlo, pero su plataforma está a mitad de camino entre El Cuento de la Criada y The Wall.
¿Sigue habiendo primaria?
Las próximas citas republicanas, en Nevada y Carolina del Sur, fueron suspendidas. Potestad de las administraciones locales del partido, lo decidieron así para “proteger” a Trump de un excesivo desgaste político en Estados con una composición demográfica más compleja .
Así, la primaria se retoma directamente en el Súper Martes, el próximo 3 de marzo, cuando se pongan en juego casi una tercera parte de los delegados disponibles. Allí probablemente termine la “competencia” por la candidatura.
Si bien la primaria se tiene que seguir llevando a cabo aunque Trump no tenga rival, lo cierto es que Weld (más allá de sus nulas chances de ganar) aseguró que su campaña proseguirá hasta ese martes y que ahí decidirá qué hacer.
Le respondemos al subtítulo: primaria republicana hay, y va a haber. Pero no es recomendable para nadie -y eso incluye al mismísimo Donald Trump- prestarle atención. No va a pasar nada destacable más allá de dos o tres candidatos simpáticos. Los mismos miembros del Grand Old Party miran con interés lo que pasa enfrente.
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