Educación y Ciencia

14 febrero, 2020

La paritaria docente porteña y la excusa de la coparticipación

Este jueves el Ministerio de Educación porteño convocó a los 16 sindicatos docentes a la primera reunión de la Mesa de Condiciones de trabajo y salariales.

Alicia García Tuñón

@AliGarciaTunon

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La convocatoria a la paritaria docente de la Ciudad de Buenos Aires se realizó en el llamado salón de Acuerdos de la nueva sede ministerial en la villa 31 del barrio de Retiro. El encuentro estuvo encabezado por la ministra de Educación, Soledad Acuña, y el subsecretario de Carrera Docente, Manuel Vidal.

Como ocurriera en las reuniones de provincia de Buenos Aires y a nivel nacional, no hubo propuesta salarial concreta y el Ministerio no adelantó números. Desde la cartera educativa expresaron que “se espera que primero haya avances en la instancia nacional».

Conformaron tres comisiones para comenzar a discutir condiciones de trabajo, salud laboral y salarios.

Desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), reclamaron aumentos por encima de la inflación, condiciones dignas para enseñar y aprender, vacantes para todes y el aumento de las asignaciones familiares que se encuentran congeladas desde 2013. 

El tema de las vacantes se va agravando año a año y afecta por sobre todo a los niños y niñas de 45 días a 5 años. Para 2020 se estima que hay cerca de 14 mil niños en lista de espera.

Con relación a la discusión sobre la cláusula gatillo, Angélica Graciano, flamante secretaria General electa de UTE declaró, en sintonía con la CTERA a nivel nacional, que quieren “discutir un mecanismo de indexación mensual de los salarios”. “La cláusula gatillo fue un artificio que nos hizo perder tiempo en la actualización», añadió y completó: “Queremos ganarle a la inflación, no que nuestro salario esté atado al índice de inflación”.

Por otro lado, desde el Gobierno mostraron preocupación ya que plantearon que la baja en la Coparticipación afectaría la posibilidad real de otorgar aumentos salariales.

Ante esto, la dirigente sindical expresó que la paritaria docente «no debería estar atada a la coparticipación porque cuando subió el nivel hace tres años, con Mauricio Macri como Presidente, los salarios docentes no mejoraron, por lo que este planteo es incomprensible».

Alguno de los sindicatos del sector exigieron una recomposición del 40% y llevar el salario inicial a 40 mil pesos.  

A la salida de la reunión que duró poco más de dos horas Eduardo López, ex secretario general y dirigente de UTE, sumó a la conferencia de prensa a dirigentes de la Villa 31 que plantearon la defensa de la escuela pública y reclamaron condiciones dignas para vivir. “Desde que inauguraron el Ministerio pusieron policías para ‘cuidar a los blancos’ de los negros que habitamos la villa, pero ellos son los verdaderos ladrones que nos quisieron robar las escuelas, cerrar las nocturnas y día a día nos muestran cómo nos excluyen. Ellos tienen aire acondicionado y nosotros no tenemos ni agua en nuestras casas”, dijeron.

Desde julio de 2019 la manzana 100 de la Villa 31 está sin agua , y en enero se sumaron las manzanas siete, diez y cuatro del barrio Güemes, dentro de la villa. La falta de agua se generó con los inicios de una de las obras de “integración urbana” que el Gobierno de la Ciudad tiene planificadas en el barrio.

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