11 febrero, 2020
Más de 10 días de paro petrolero en Brasil contra los despidos y la privatización
La empresa Petróleo Brasileiro S.A. (Petrobras) se encuentran paralizada desde el 1° de febrero debido a una huelga por la pérdida de mil puestos de trabajo y el avance del proyecto del gobierno de Jair Bolsonaro de pasar a manos privadas distintas compañías.

En el marco del proyecto de achicamiento del Estado impulsado por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su ministro de Economía, Paulo Guedes, a mediados de enero se anunció el cierre de la Fábrica de Fertilizantes de Nitrógeno de Paraná (Fafen-PR), subsidiaria de la petrolera estatal Petrobras. Esta decisión dejó en la calle a más de mil empleados.
Por eso, desde el 1º de febrero los trabajadores y trabajadoras comenzaron un paro por tiempo indeterminado. La medida es acompañada por la Federación Única de Petroleros (FUP) y la Central Única de Trabajadores (CUT).
A la medida de fuerza se le fueron sumando con el correr de los días 95 unidades de Petrobras, en 13 Estados brasileños. Al momento suman 43 plataformas, 11 refinerías, 18 terminales, tres bases administrativas y 20 unidades operativas lo que abarca a más de 20 mil huelguistas.
“Estamos viviendo un momento histórico”, afirmó en las redes sociales uno de los trabajadores que se encuentra acampando en la sede de Petrobras de Río de Janeiro. Y agregó que estàn siendo atacados “por el poder judicial y los medios de comunicación” que tergiversan la información de la protesta.
Además de denunciar los despidos, los sindicatos acusan a Petrobras de incumplir el convenio colectivo de trabajo y piden suspender “de inmediato” las medidas “unilaterales tomadas por la administración y que están afectando a miles de trabajadores”.
Para la petrolera estatal, la huelga es “inapropiada” y se basa en argumentaciones “infundadas”. Por eso anunció que iba a contratar ex trabajadores para reemplazar a los huelguistas. Sin embargo no tuvo éxito.
Asimismo, el deterioro de Petrobras, producido por el vaciamiento y las medidas del modelo económico del gobierno de Bolsonaro se ve reflejado en que Brasil pasó de producir y exportar diesel a ser el mayor importador de ese producto desde EE.UU.
En sintonía con el modelo neoliberal que intenta llevar adelante el mandatario anunció en agosto del 2019 que privatizaría nueve empresas, entre ellas la Casa de la Moneda, proceso que ya ocurrió.
La lista se completa con la Empresa Brasileña de Correos y Telégrafos (ECT), la Empresa portuaria del Estado de São Paulo (Codesp), la Empresa Gestora de Activos (Emgea), la Agencia Gestora de Fondos y Garantías (ABGF), el Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro), la Empresa de Tecnología e Informaciones de la Seguridad Social (Dataprev) y Electrobras.
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