Mundo Gremial

13 enero, 2020

Trabajadores gráficos llevan 300 días de acampe

En octubre de 2017 la fábrica Pellerano cerró sus puertas y dejó a casi una veintena de familias en la calle. Los trabajadores organizados siguen reclamando por sus puestos de trabajo.

El lunes 23 de octubre de 2017 los trabajadores de la gráfica Pellerano – radicada en la avenida Hipólito Yrigoyen 316, en Quilmes – se enteraron que la fábrica cerró sus puertas para no volver a abrirlas. Lo hicieron cuando llegaron al lugar y se encontraron con el portón cerrado con candado y una nota en la puerta: los dueños presentaron la quiebra y dejaban sin sustento económico a dieciséis trabajadores y sus familias.

El conflicto creció ante la indiferencia del gobierno de Martiniano Molina y Mauricio Macri. Desde el primer día los trabajadores reclamaron que les sean devueltos sus puestos, ya que el cierre fue declarado de manera autónoma a pesar de que existía un esquema de diálogo y negociación entre las autoridades de la gráfica y los empleados.

En ese marco, la desaparición de los responsables económicos de la empresa, el cierre del ministerio de Trabajo y una política de despidos masivos e indiscriminados impuesta por la gestión anterior derivó en una toma pacífica de las instalaciones. Sin embargo, en marzo del año pasado fueron desalojados por gendarmería y el grupo GEO.

El vaciamiento fue violento y sorpresivo. La orden vino del juzgado de Garantías N°2 a cargo de Martín Nolfi, quién en dos ocasiones previas había rechazado el pedido de desalojo por parte de los dueños de la gráfica. En tanto, el Juzgado Civil y Comercial N°2 había otorgado la continuidad de los trabajadores en el lugar y la guarda de los bienes.

Sin respaldo en la política ni en la justicia, los trabajadores se organizaron para montar un acampe en las puertas del lugar. En la vereda armaron una carpa que desde hace 300 días tiene guardia las 24 horas de manera ininterrumpida.

En Notas hablamos con Héctor Pelozo, delegado del sindicato de gráficos, quien contó que al día de hoy los 16 trabajadores siguen en plan de lucha, a pesar de que algunos de ellos se jubilaron, y otros tuvieron que abandonar el acampe por cuestiones de salud.

“Algunos trabajadores hoy en día tienen problemas de presión, al punto que llegaron a sufrir un ACV. Ellos siguen en lucha, pero se resolvió que no acampen, para cuidarlos”, manifestó. En tanto, otros pocos pudieron conseguir trabajo, aunque no abandonaron la pelea en la gráfica.

“En términos judiciales está totalmente estancado. En el fuero civil y comercial, el juzgado N°2 todavía no se expidió sobre la extensión de la quiebra que nosotros apelamos por considerarla fraudulenta, porque fueron los dueños de la empresa los propiciaron una serie de eventos que llevaron a la quiebra”, agregó el delegado.

Sin embargo, el cambio de gobierno permitió un acercamiento al diálogo. “Está pendiente una reunión política con la estructura de la federación gráfica bonaerense con el gobierno a ver qué salida le encontramos. Los trabajadores tienen una propuesta y nosotros como sindicato  creemos que es muy viable en términos de poder desenvolver este conflicto”, concluyó.

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