Educación y Ciencia

8 enero, 2020

Lo que pasa cuando no hay paritaria nacional docente

El Ministro de Educación, Nicolás Trotta, volvió a convocar a los sindicatos del sector a discutir condiciones laborales a nivel nacional para mediados de enero. Hecho novedoso y auspicioso ya que en 2016 fue la última vez que esto se llevó a cabo (bajo el gobierno de Cambiemos).

Alicia García Tuñón*

@AliGarciaTunon

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Roberto Baradel, secretario adjunto de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), consideró que la recuperación de la paritaria nacional «vuelve a poner en el centro, como prioridad, a la educación pública y recupera el rol del estado nacional en su sostenimiento, en conjunto con las provincias”.

Desde que se aprobó la Ley de Financiamiento (L 26075/05) y el Decreto 457/07 reguló el artículo 10 que establece la negociación de buena fe, con representación sindical según el número de afiliados con el Ministerio de Educación y el Consejo Federal de Educación, las paritarias funcionaron año a año. Hasta 2011 se negoció en línea con la inflación (2,2% más que en 2007). Durante 2012 y 2013, se firmó por decreto y hubo una caída del salario del 3,8%. En 2014, volvimos a perder (29% aumento y 38% inflación) y en 2015 el incremento fue del 27% empatando el aumento de precios.

En 2016 la paritaria, con el ministro Esteban Bullrich cerró en un 40% y un compromiso de garantizar la continuidad de los programas socioeducativos  nacionales (CAI, Orquestas, FINES), la formación permanente nacional, la entrega de libros y netbooks y el aumento del FONAINDO. Este acuerdo, fue anunciado, desmentido en los medios y luego ratificado. 

A partir de allí, se descontinuaron las entregas de libros y netbooks, se desfinanciaron programas, se transfirió FINES a las provincias y el 31 de diciembre de 2016 se pretendió  echar a los 3000 trabajadores de los cursos de Formación docente.

Bullrich planteó en 2017 que no iba a haber más paritaria nacional porque ninguna escuela depende de Nación, dejando a las provincias libradas a su suerte.

Pero en la Paritaria se discuten también condiciones laborales, construcción de escuelas, carrera docente (los cursos de formación, concursos, traslados), el pago del Incentivo y fundamentalmente el Fondo Compensador para las provincias que no llegan al salario mínimo (Misiones, San Juan, Formosa, Jujuy, La Rioja y Corrientes).

También planteó que se había acordado en 2016 que el sueldo docente más bajo iba a estar por lo menos un 20% por encima del Salario Mínimo Vital y Móvil nacional. Para ese año iba a quedar en 9672 pesos, cuando una familia necesitaba  15 mil para no ser pobre en la Ciudad de Buenos Aires.

Durante el mes de marzo hubo cerca de dos millones de personas en la calle y mucho de ellos fuimos los docentes. Comenzamos con un paro de 48 horas para el 6 y 7 de marzo con un acatamiento altísimo. Además se adhirió a la movilización de la CGT del 7 y el 8 al Paro de Mujeres. Hubo otros paros nacionales de 48 horas para el 15 y 16 de marzo con una gran movilización en la Plata junto a estatales; también el 21 y 22 de ese mes con la gran Marcha Federal con 400 mil docentes en la Plaza de Mayo. En abril se instaló, luego de la represión, la Escuela Pública Itinerante en el Congreso.

En 2018, el gobierno llamó a negociación paritaria pero sólo para discutir la carrera docente y algunas cuestiones de infraestructura. Los sindicatos CTERA y la CEA decidieron no participar porque no había discusión salarial

En abril, el gobierno firmó un decreto en el que limitó la representación sindical a un representante por entidad gremial, quitándole el lugar central que tiene la CTERA (el sindicato más grande) en todo el país y volvieron a plantear que no se discutirían salarios. 

La CTERA volvió a convocar una huelga de 48 horas en marzo y distintas medidas y paros nacionales durante el año.

A partir de allí no hubo más aumento del Fondo de Incentivo docente que cobramos por igual todos y todas las docentes del país en proporción a las horas trabajadas. Asimismo fue achicándose cada vez más el Fondo Compensador que ayuda a las provincias que no pueden llegar al salario mínimo, ahogándolas presupuestariamente y produciendo una vez más diferencias en los salarios mínimos entre trabajadores y trabajadoras docentes de distintas provincias.

En 2019, el gobierno fijó el salario inicial en 15 mil pesos cuando la canasta básica alcanzaba los 28.750. 

Por otra parte, la Ley de Financiamiento educativo establecía que debía destinarse el 6% del PBI para Educación, pero el año pasado esa inversión estuvo entre el 4,8% y el 4,9%. 

Durante toda la gestión de Cambiemos, las provincias dejaron de ser atendidas y se redujeron las partidas para formación docente, para la construcción de jardines de infantes, para la educación digital e infraestructura escolar.

El presupuesto educativo del Estado nacional que dejó el gobierno de Mauricio Macri es, en términos reales, un 34% más bajo que el de 2016.

En algunas provincias los salarios docentes superaron la inflación pero en otras como en Chubut aún se deben los salarios de diciembre y el aguinaldo,

Eduardo López, secretario gremial de CTERA, señaló que en estos tres años sin paritaria «se discontinuó todo”. “No se construyeron escuelas, no se capacitó a los docentes, bajó el salario de los maestros, sacaron las orquestas escolares, y el plan de lectura», enumeró. «Lo único bueno que hizo el macrismo en educación fue demostrar qué pasa cuando no hay paritaria», definió. De la misma manera, lo sucedido demostró «que en la paritaria los docentes no solamente pedimos salario, sino educación de calidad de calidad para todos».

* Referente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)

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