8 enero, 2020
España tiene nuevo Gobierno: Sánchez presidente
El socialista recibió el apoyo mayoritario del Congreso y gobernará en coalición con Unidas Podemos. La derecha ya acusa de ilegitimidad al nuevo Ejecutivo por las abstenciones de los independentistas catalanes y vascos.


Luciano Coccio
Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue investido presidente del Gobierno tras conseguir este martes los apoyos necesarios en el Congreso. La candidatura del socialista ganó con los justo: 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, en la segunda votación parlamentaria.
El líder del PSOE será presidente en coalición con Unidas Podemos (UP), formación que contaría con una vicepresidencia social para Pablo Iglesias y cuatro ministerios más: Igualdad, Consumo, Universidades y Trabajo.
La investidura de Sánchez no solo significa su continuidad en la Moncloa sino que pone fin a más de nueve meses de un Gobierno en funciones, con dos elecciones generales de por medio y unos presupuestos elaborados por el Partido Popular prorrogados desde 2018.
Como el entendimiento entre el PSOE y UP no bastaba, Sánchez tuvo que salir a buscar apoyos en formaciones regionalistas e incluso independentistas como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y EH-Bildu del País Vasco.
“Clima tóxico”
El ahora presidente salió a defender por ultima vez su candidatura en un clima que calificó como “tóxico” por las interrupciones, gritos y denuncias que emitieron estos días desde las bancadas del Partido Popular (PP), Vox y Ciudadanos, pero también desde sus medios afines.
Sánchez le recriminó a la derecha su falta de madurez democrática al no reconocer la mayoría parlamentaria que hacía posible su investidura. “O gobiernan las derechas o no hay Gobierno en España”, les reprochó el socialista.
A su vez, denunció que las formaciones políticas conservadoras intentaron dilatar la votación en busca de una alternativa. “Pero no lo han conseguido. Va a gobernar una coalición progresista porque así lo han decidido los españoles y porque así lo va a decidir la mayoría parlamentaria de esta Cámara”, afirmó el líder del PSOE convencido de que esta vez ganaría.
La derecha no dudó en continuar con su estrategia de deslegitimar al nuevo Ejecutivo. El portavoz del PP, Pablo Casado, habló de un “engaño masivo” a los españoles: “Forzó una repetición electoral para no depender de la ultra izquierda, los separatistas y los batasunos (independentistas vascos) y hoy nos los trae de socios sin ninguna explicación”. También definió al nuevo Gobierno como “el más radical de la historia”.
Santiago Abascal, de la extrema derecha Vox, no quiso quedarse atrás. Después de acusar en pleno Congreso a los inmigrantes de la mayoría de ataques sexuales en España, sostuvo que estaba en curso un “golpe institucional” con la complicidad de ETA, organización independentista vasca que ha dejado de existir.
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, volvió a apelar -como días atrás- a la “conciencia” de algún integrante del grupo socialista que se anime a romper con la disciplina de partido y vote en contra de la formación de un Gobierno que calificó de “populista y nacionalista”.
Una etapa histórica pero difícil
El líder de UP, Pablo Iglesias, dedicó sus últimas palabras a su nuevo socio de Gobierno: «No nos van a atacar por lo que hagamos, sino por lo que somos». Por lo que le pidió al socialista: “Contra los intolerantes y los provocadores que quieren llevar a España al pasado tengas el mejor tono, pero también la mayor firmeza democrática”.
El nuevo Gobierno en coalición entre PSOE y UP, el primero desde la Segunda República (1931 – 1939), es la consecuencia de los cambios políticos y sociales que se produjeron en los últimos diez años en la sociedad española. Para hacerse posible dependió de muchos actores (hay diez formaciones implicadas) que están lejos de haber entregado un cheque en blanco al nuevo Ejecutivo.
En la misma sesión de investidura la diputada Monserrat Bassa, de ERC, manifestó que “le importa un comino la gobernabilidad de España”, pero que votaba la abstención “para darle una oportunidad al diálogo» como solución al conflicto político en Cataluña.
Hay que recordar que hace casi un año se convocaron elecciones cuando ERC no quiso votar los presupuestos pactados por el PSOE y UP, los cuales se habían denominado “los más sociales de la historia”, ante el advenimiento del proceso judicial contra los políticos independentistas. Juicio que terminó condenado a nueve catalanes a entre 9 y 12 años de prisión.
El tándem Sánchez-Iglesias, y sus partidos políticos, también se pondrá a prueba. Hasta ahora el PSOE siempre vio a Podemos más como una amenaza que como un socio natural. Ahora se deberán animar a imponer una agenda nueva a la impuesta por la derecha e incluso por la vieja guardia del PSOE.
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