El Mundo

6 enero, 2020

Pedro Sánchez no consigue ser investido presidente

El socialista, al no contar con mayoría absoluta en el Congreso español, no logró los votos suficientes para ser reafirmado en su cargo. El martes, si no hay sorpresas, le alcanzará con mayoría simple. La derecha ya se muestra incapaz de permitir gobernar.

Luciano Coccio

@LuchismoD

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El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, no consiguió este domingo ser investido presidente del Gobierno español en la primera votación en el Congreso. Ahora deberá esperar hasta el martes para volver a someter su candidatura ante la Cámara, cuando el mismo resultado sí le permitirá continuar en la Moncloa ya que solo necesita una mayoría simple.

El candidato del PSOE consiguió 166 votos a favor (faltó una diputada por enfermedad), 165 en contra y 18 abstenciones, mientras que la ley exige 176 votos, es decir mayoría absoluta, en una primera votación. Sin embargo en la segunda votación le alcanzaría con el mismo resultado por lo que se espera que, esta semana, España vuelva a tener Gobierno tras casi un año y dos elecciones generales.

La doble sesión de este fin de semana fue un preestreno de una legislatura en la cual la derecha no perdonará al PSOE gobernar con Unidas Podemos (UP) y menos aun con el apoyo de los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y los vascos de EH-Bildu. 

”No se va a romper España. Ni la Constitución. Se va a romper el bloqueo al Gobierno progresista democráticamente elegido por los españoles”, sostuvo Sánchez en defensa de los acuerdos alcanzados con las distintas formaciones. Además recordó que el PSOE, durante 2019, fue el partido más votado en cinco elecciones distintas.

Acerca del conflicto en Cataluña, tal y como expresa el acuerdo rubricado el pasado jueves con ERC, lo denominó como político. “Hay que retomar la única vía posible: la política. La del diálogo, la negociación y el pacto. Amparado por nuestra Constitución”, insistió Sánchez desde la tribuna de oradores.

La derecha no se aguanta

El primer diputado de derecha en intervenir fue Pablo Casado, del Partido Popular (PP). El conservador se valió de la oportuna decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de inhabilitar a Quim Torra, presidente catalán, por no haber retirado de la sede del Gobierno, durante la campaña electoral, una pancarta que exigía la libertar de los presos independentistas. Aunque resta ver si este órgano tiene dicha competencia.

«Usted juró cumplir y hacer cumplir la Constitución. Si Torra no cumple, usted debería activar de inmediato el artículo 155. Si no lo hace podría estar cayendo en la prevaricación, actuaremos contra usted con la misma firmeza que hemos actuado contra Torra», amenazó Casado.

Santiago Abascal, del partido de extrema derecha Vox, descalificó al candidato socialista acusándolo de oportunista: “El señor Sánchez es un fraude, un mentiroso, un estafador y un personaje sin escrúpulos capaz de cualquier cosa con tal de seguir viviendo en la Moncloa. Un villano de cómic que lo mismo se envuelve en la bandera nacional, en la estelada (independentista catalana), en la europea o en la bandera cubana”. 

Por su parte Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, intentó en plena intervención convencer a algún integrante de la bancada socialista de traicionar a su partido. “¿A ninguno de los diputados del PSOE les remueve que Sánchez agradezca la intervención a Rufián (ERC) después de hablar de represión y presos políticos? ¿No hay ni un solo valiente que haría decaer la investidura? ¿Ni uno? ¿Uno solo?”, preguntó. 

La tensión subió cuando la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, intervino en el hemiciclo y los diputados de las tres derechas le gritaban “asesinos” y “viva el rey” por definir al discurso de Felipe VI tras el referéndum independentista de 2017 como autoritario.

Otros que aprietan

Si Arrimadas lo intenta es porque el acuerdo con ERC no dejó indiferentes a otros que ya había manifestado su apoyo a Sánchez. Es el caso del Partido Regionalista de Cantabria que cambió el voto de su único diputado. Más sorpresivo fue el caso de Ana Oramás que, contradiciendo a su propia formación política, anunció en plena sesión su voto negativo por el mismo motivo.

Aunque en otro sentido, Gabriel Rufián, portavoz de ERC, también quiso marcarle la cancha a Sánchez. Si bien su partido decidió mantener la abstención a pesar de la sentencia de la JEC contra Torra, advirtió: «Si no hay mesa de diálogo, no hay legislatura». 

Con estos números tan ajustados el suspenso se mantendrá hasta el martes cuando todos los diputados hayan emitido su voto. Si no hay sobresaltos, el PSOE y UP formarán el primer Gobierno en coalición de partidos de izquierda desde el final de la dictadura franquista en 1977.

Si bien se prevé que el miércoles 8 de enero ser presentará al nuevo gabinete, en la últimas horas se conocieron algunos de los ministerios que ocuparían integrantes de UP. 

Mientras que Pablo Iglesias tendrá una vicepresidencia de corte social, Alberto Garzón, de Izquierda Unida, se haría cargo de Consumo, Irene Montero de Igualdad, Yolanda Díaz de Trabajo y, el más sonado y novedoso, Manuel Castells sería nuevo ministro de Universidades.

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