28 noviembre, 2019
¿De qué lado de la gorra te encontrás?
Este jueves 28 de noviembre se va a llevar a cabo la tercera Marcha de la Gorra en la Ciudad de Buenos Aires. Bajo la consigna “Macri ya fue, si vos querés la yuta también”, las organizaciones que impulsan la iniciativa plantean que los pibes y pibas tienen que ser escuchados por el gobierno entrante a la hora de pensar políticas públicas.
La gestión de Cambiemos al frente del Ejecutivo puso en el centro de su política criminal a muchos grupos vulnerados; los sectores populares fueron las principales víctimas de una violencia institucional que, si bien se reconoce como sistemática, durante el gobierno de Mauricio Macri recrudeció. Un muerto por gatillo fácil cada 23 horas; el aumento de las muertes en contextos de encierro con cifras que todavía se están estableciendo -debido al alto grado de encubrimiento que existe en esos casos-; los crímenes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; la “doctrina Chocobar”, entre otros lamentables elementos.
En este marco y con la pronta asunción del nuevo gobierno, se llevará a cabo este jueves 28 de noviembre la tercera Marcha de la Gorra en la Ciudad de Buenos Aires. Este evento, que tuvo su primera edición en Córdoba en 2007, surgió como una iniciativa que busca darle visibilidad a los casos de violencia institucional prestando especial atención a aquellos que involucran a niños, niñas y adolescentes.
La consigna de este año es “Macri ya fue, si vos querés la yuta también”, y busca poner de relieve que de cara a la próxima etapa, la juventud tiene muchos aportes que realizar a la hora de pensar políticas públicas.
Así lo señaló Alejandro Valenzuela, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la organización Vientos de Libertad -un espacio dentro del MTE abocado al tratamiento de la adicción a las drogas-. «Los motivos de la marcha son la lucha contra la violencia institucional que sufren los y las jóvenes, principalmente de los barrios más humildes, y contra el modelo neoliberal que deja al 50% de los jóvenes y niños bajo la línea de pobreza; y por la necesidad de tierra, techo y trabajo para un futuro real para la juventud en nuestro país», sostuvo.
Los pibes no nacieron malos
Cambiemos apuntó su política criminal contra los sectores populares pero redobló la apuesta de la peor forma posible: niños, niñas y adolescentes sufrieron el “peso de la ley” de las políticas ideadas por -entre muchos otros- Patricia Bullrich, Cristian Ritondo y Martín Ocampo en las carteras de Seguridad de Nación, provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, respectivamente; y con una importante influencia del trabajo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, bajo la conducción de Germán Garavano.
Tomando de referencia algo más de dos mil casos de delitos graves que involucraban a niños, niñas -en un grado estadísticamente irrelevante- y adolescentes, se pensaron leyes como la de baja de edad de imputabilidad, bajo el eufemístico nombre de “Régimen Penal Juvenil”.
Pero este marco normativo tiene un correlato en los hechos bastante más grave: sin ningún tipo de directriz o regulación al respecto, en la Ciudad de Buenos Aires hubo 45 casos de detenciones de niños y niñas de entre 9 y 12 años entre los meses de junio de 2018 y junio de 2019, según un informe de la Procuración Penitenciaria de la Nación. Hablamos de personas que, según remarcó la Sociedad Argentina de Pediatría durante el debate por la baja de edad de imputabilidad, no tienen noción de qué es un delito.
“En septiembre de 2018, Carla de 12 años fue detenida por una tentativa de hurto en el barrio de Chacarita”; “En mayo de 2019, Axel, de 11 años, se encontraba en situación de calle y fue detenido en el barrio de Boedo por averiguación de antecedentes”, grafica el informe. ¿Existirá una medida para el daño que el Estado causa en esta parte, acaso la más vulnerable, de la población?
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