Derechos Humanos

13 noviembre, 2019

Renuncia el jefe de la Bonaerense y siguen las sospechas sobre su vínculo con el caso Bru

Fabián Perroni solicitó el retiro activo tras dos años y medio al frente de la fuerza policial.

A la par de la salida de María Eugenia Vidal de la gobernación bonaerense, el jefe de la fuerza policial de la provincia, Fabián Perroni, pidió su pase a retiro. Duró poco más de dos años y medio en el cargo, con un historial vinculado a torturas y privación de la libertad.

El pedido fue presentado ante el Ministerio de Seguridad, a cargo de Cristian Ritondo, quien también dimitirá de su cargo una vez finalizada la actual gestión. Por consiguiente, el funcionario le pidió al oficial que presente una declaración jurada patrimonial en el plazo de 30 días, según informó Télam.

Perroni fue nombrado al frente de la fuerza en mayo del año 2017, tras la renuncia de Pablo Bressi, puesto en el cargo por Vidal en 2015 a pesar de haber sido acusado por el comisario mayor de la Policía Bonaerense, Marcelo Di Pasqua, de encubrir y entorpecer investigaciones relacionadas al narcotráfico. La denuncia fue radicada en el año 2013 ante el Juzgado Federal de Lomas de Zamora.

También había sido denunciado en junio de 2016 por la diputada Elisa Carrió, por un supuesto similar al anterior, aunque la demanda fue deslegitimada por el gobierno, que optó por sostenerlo al frente de la fuerza policial. Además, tenía una denuncia por violencia de género por parte de su ex pareja.

Acorralado, y evitando ser expulsado de la fuerza, Bressi presentó su renuncia. En su reemplazo vino el segundo en la escala de jerarquías: Perroni. Con una trayectoria de 40 años en la Bonaerense, cursó sus primeros años en el Liceo Policial y el resto prestó servicios.

En 1992 fue detenido bajo la carátula de allanamiento ilegal, secuestro y tortura, mientras se desempeñaba como inspector en una causa que investigaba a un grupo de asaltantes de carnicerías. Con él, también fueron procesados los oficiales Walter Abrigo y Juan Domingo Ojeda. El denunciante había sido Julio César Medina, amigo de uno de los buscados por la Policía, quien contó cómo fue golpeado dentro de la Comisaría 9° de La Plata.

Walter Abrigo murió en la cárcel tras recibir la pena de prisión perpetua en otra causa: la que investiga el secuestro y la desaparición del estudiante de periodismo, Miguel Bru. Es por este motivo que organismos de derechos humanos sostienen la hipótesis de que Perroni, que si bien no está imputado en este caso, podría tener conocimiento de dónde se encuentra el cuerpo del joven.

“Lo primero que se me cruzó es que tal vez este señor sabe dónde está Miguel ¿no?”, dijo Rosa Bru, madre de Miguel, en una entrevista con La Izquierda Diario. “Yo siempre hago hincapié en los oficiales, ellos no eran ajenos a todo lo que pasó”, concluyó.

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